Así fue la última final entre Liverpool y Madrid: del escándalo de Bale a la espantada de Cristiano

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Real Madrid y Liverpool se enfrentan este sábado (21:00 horas) en la gran final de la Champions, un partido en el que dos de los equipos más grandes de Europa, y que se conocen realmente bien, buscarán seguir ampliando su palmarés. El último enfrentamiento entre ambos fue el pasado curso, cuando ambos clubes se vieron en cuartos, logrando la clasificación los blancos tras ganar en casa 3-1 y empatar a cero en Anfield. Pero ambos equipos aún recuerdan lo ocurrido en 2018.

En aquella ocasión, Madrid y Liverpool se enfrentaban en la gran final de Kiev, en un partido muy similar al que se jugará este sábado. Los 'reds' llegaban como grandes favoritos, jugando un fútbol de ataque y alegre, mientras que el Madrid destacaba, principalmente, por ser un equipo rocoso y capaz de hacer daño a la espalda de los rivales. Tras 90 minutos, el conjunto blanco se llevaría el título tras vencer por 3 a 1, en una final que será recordada como la de Garethh Bale y Loris Karius.

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Rubén Rodríguez

Los primeros cuarenta y cinco minutos, fueron de tanteo. Ocasiones lejanas, pensando más en no descuidar las espaldas que en volcarse al ataque y mucho juego en el medio del campo. De hecho, lo más destacado en la primera mitad fueron dos lesiones: la primera, la de Mohamed Salah, en el minuto 24, tras engancharse con Sergio Ramos y dañarse el hombro tras una mala caída; la segunda, en el 37', después de que Dani Carvajal sufriera un problema muscular.

Pero todo cambió en el segundo tiempo: nada más reanudarse el encuentro, Isco estrelló un balón suelto contra el larguero de Karius... que sería el protagonista del primer gol blanco. Solo un par de minutos después, en el 51', Toni Kroos trató de poner un balón a la espalda de la defensa, que el alemán atrapó sin complicaciones. Pero, en su intento de sacar rápido, no vio que Benzema andaba por allí y, tras meter la pierna en el momento de su saque, el balón se coló manso en la meta 'red'.

A pesar de doloroso gol, el tanto no afectó en exceso al Liverpool, que fue capaz de empatar solo cinco minutos después. Corría el minuto 56 cuando, en un lanzamiento de córner, Dejan Lovren se anticipaba a Sergio Ramos y Sadio Mané, más rápido que Keylor Navas, cambiaba el esférico de dirección para empatar la contienda. Zinedine Zidane miraba hacia el banquillo para revitalizar a su equipo y tuvo claro que debía hacer: dar entrada a Gareth Bale.

El técnico francés no se equivocó lo más mínimo y, prácticamente en el primer balón que tocó, iba a firmar uno de los goles más bonitos de la historia de las finales. Marcelo, tras un recorte, se perfiló y centró con su pierna derecha. Bale, inventándose un remate acrobático, se sacaba de la manga una increíble chilena para volver a adelantar al Madrid. Ese golpe sí fue realmente duro para el Liverpool, que a partir de ahí desapareció por completo de la final.

Sería el minuto 83 cuando Bale coronaría su brillante noche y Karius cerraría su gris actuación. El galés se sacó un potente disparo lejano sin demasiado peligro y el alemán, con las manos flojas, iba a permitir que el balón entrara manso a su meta. El Madrid ganó la Decimotercera gracias a la actuación de Bale y la ayuda inestimable de Karius. Al término de la final, Cristiano Ronaldo dejaba caer que se marcharía del equipo... pero eso, ya es harina de otro costal.