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Lo mejor y lo peor | Por qué Mendy es la pieza clave para que el Real Madrid sea perfecto
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GRAN PARTIDO DE CHAMPIONS

Lo mejor y lo peor | Por qué Mendy es la pieza clave para que el Real Madrid sea perfecto

Brillante partido del Real Madrid en el que los de Ancelotti pasaron por encima del Shakhtar, mostrando un gran nivel de juego y una capacidad ofensiva que mete miedo en Europa

Foto: Mendy celebra con Vinícius uno de sus goles. (Reuters)
Mendy celebra con Vinícius uno de sus goles. (Reuters)

El Real Madrid logró una victoria de relumbrón ante el Shakhtar Donetsk (0-5), en uno de esos partidos que sobre el papel parecen sencillos, pero que, en realidad, cuesta mucho ganar. Si no, que se lo digan a Zinedine Zidane, que vio la temporada pasada cómo este mismo equipo —con ligeros retoques— le ganaba en los dos partidos de la fase de grupos. La victoria fue brillante, con Vinícius y Benzema en plan estelar, asumiendo galones, jugando un fútbol de muchos quilates y demostrando que son dos jugadores que marcan las diferencias. Pero todo ello viene precedido de una clave que puede haber pasado desapercibida: la tecla que la faltaba a Carlo Ancelotti.

En realidad, para entender el vendaval de fútbol que firmó el Madrid hay que mirar, en primer lugar, a la defensa, donde está el secreto de todo con un nombre propio: Ferland Mendy. Esta temporada, Ancelotti ha encontrado en el 4-3-3 el sistema que ajusta las piezas sobre el césped, pero, para que este Madrid sea perfecto, necesita tener solidez defensiva, pues ya tenía mucho gol. Si, ahora, también deja su portería a cero, será un equipo muy difícil de superar. Por esa razón, es tan importante la presencia de los laterales titulares del Madrid, en especial, la del francés, un jugador que hace un trabajo oscuro, poco valorado, pero básico para el equipo.

Foto: Vinícius y Rodrygo celebran un gol en el partido contra el Shakthar. (EFE)

Lo mejor | Todo encaja con Mendy

La presencia del lateral francés fue básica para volver a ver una versión del Madrid que hacía tiempo que no aparecía. Muy sólido en defensa, con mucho control de balón y vertical en ataque... y todo gracias a Mendy. El '23' es la joya de la corona del sistema de Ancelotti, porque es el jugador que lo equilibra todo: en defensa es una roca, muy competitivo, muy difícil de superar y multiplica la seguridad del equipo, amén de que permite que Alaba y Militao ocupen el centro de la zaga, la zona en la que mejor se compenetran; en ataque, es un pulmón que siempre da una opción por banda al equipo y obliga al rival a defender muy abierto.

Su aportación, tanto en ataque como en defensa, en realidad tiene otra consecuencia más que la evidente: libera al medio del campo. Al obligar al Shakhtar a prestar atención a las subidas del lateral, unidas al peligro lógico que ya lleva Vinícius por esa banda —más el gran partido que hicieron Rodrygo y Lucas por la otra—, el conjunto ucraniano se vio obligado a defender muy abierto, lo que permitió que Casemiro, Kroos y Modric firmaran un partido brillante en la creación: 95%, 89% y 96% de precisión en el pase así lo demuestran. El Madrid dominó el partido desde la medular, pero gracias al trabajo oscuro de un Mendy que fue la clave del partido.

Pero lo del francés no es casualidad. Esta es su tercera temporada en el conjunto blanco y, desde que llegara, se ha convertido en un bastión defensivo para el Madrid. Solo hay que echar un vistazo a los simples datos: el lateral izquierdo ha jugado 67 partidos..., pero ¿saben cuántos partidos ha perdido su equipo con el de titular? Solo siete. O, lo que es lo mismo, su equipo pierde menos de uno de cada 10 encuentros en los que participa, lo que da una idea de lo importante que es su labor. No en vano, el Madrid le ha echado mucho de menos desde la pasada temporada, con esa lesión de larga duración que le tuvo mucho tiempo inactivo.

Lo bueno | Alaba, un mariscal en la zaga

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

El jugador austriaco se ha convertido en un jugador fundamental en el esquema del Madrid. Alaba ha demostrado su polivalencia desde el comienzo de la temporada, pero está brillando cuando juega como central. Inteligente en el cruce, duro en el cuerpo a cuerpo y espectacular en la distribución, cuando se erige como líder de la zaga el equipo lo nota. No solo gana presencia defensiva, sino que hace que el juego fluya con una salida de balón de seda. Ante el Shakhtar no solo fue el jugador que más pases dio en todo el partido, con 86, sino que fue el más preciso de todos, con un 98% de acierto. O, lo que es lo mismo, solo perdió un balón en 90 minutos.

Lo normal | Otro día en la oficina

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Foto: Reuters.

La sala de máquinas del Madrid volvió a demostrar que está más engrasada que nunca. El regreso de Kroos tras su pubalgia ha sido un alivio para Ancelotti, al recuperar al gran distribuidor de juego que le faltaba al equipo. Con él en el campo, Modric se ve más liberado en tres cuartos de cancha, lo que le permite brillar y generar mucho más juego ofensivo. Casemiro, después de unos partidos algo más oscuros, volvió a mostrar un gran nivel en el campo, con mucho peso en la recuperación, pero también en la salida de balón. Los 'tres tenores' del Madrid demostraron que son una de las mejores medias del mundo (¿y de la historia?) con otro día de trabajo en la oficina.

Lo malo | El papel de Casemiro

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Foto: Reuters.

El brasileño es un jugador clave para el Madrid. Cuando Casemiro está bien, el equipo lo nota..., pero, cuando está mal, también. El problema real de todo ello es el papel del centrocampista en el medio del campo, donde no cuenta con un relevo natural. La opción más lógica es Antonio Blanco, pero el canterano no ha contado demasiado para Ancelotti. De hecho, es bastante habitual que, cuando no está, otros jugadores como Fede Valverde o Eduardo Camavinga sean sus sustitutos, pero con ello el esquema cambia ligeramente y el equipo lo nota. Lo malo, sin duda, es que cuando Case no está bien, el orden del equipo cambia de manera importante.

Lo peor | Karim y Vini, 90 minutos son pocos

Poco se le puede reprochar al Madrid en un partido como el de este martes, salvo el 'sacrilegio' que supone que los partidos no sean más largos para poder disfrutar más tiempo de Benzema y Vinícius cuando están en estado de gracia. Los dos marcan diferencias, se echan al equipo a la espalda y resuelven los encuentros con su calidad. Los números hablan por sí solos: el brasileño lleva siete goles y cuatro asistencias; el francés, 11 goles y ocho asistencias. Están de dulce, en un estado de forma increíble y el Madrid lo nota cuando aparecen. El segundo gol de Vinícius es de genio, de esos tantos que pueden estar a la altura de los mejores de todos los tiempos.

El Real Madrid logró una victoria de relumbrón ante el Shakhtar Donetsk (0-5), en uno de esos partidos que sobre el papel parecen sencillos, pero que, en realidad, cuesta mucho ganar. Si no, que se lo digan a Zinedine Zidane, que vio la temporada pasada cómo este mismo equipo —con ligeros retoques— le ganaba en los dos partidos de la fase de grupos. La victoria fue brillante, con Vinícius y Benzema en plan estelar, asumiendo galones, jugando un fútbol de muchos quilates y demostrando que son dos jugadores que marcan las diferencias. Pero todo ello viene precedido de una clave que puede haber pasado desapercibida: la tecla que la faltaba a Carlo Ancelotti.

Vinicius Junior Karim Benzema
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