El Real Madrid, herido en su orgullo, ve al Atlético como una cuestión personal

Las bolas del 20 de marzo quisieron emparejar, nuevamente, al Real Madrid con el Atlético de Madrid. Lo que en principio se pudo ver como un cruce negro para los intereses blancos se transformó en una solución para echar tierra sobre la pobre estadística ante los rojiblancos: cuatro derrotas y dos empates en la presente temporada. Carlo Ancelotti y los suyos no han ganado ni un pulso a los de Diego Simeone en este curso, siendo humillados en el último envite. A esteargumento -y al de jugar las semifinales de torneo del que es campeón-hay que sumar el del orgullo herido de la plantilla del para que se haya tomado la eliminatoria de Champions que arranca este martes como algo personal. Está marcado a fuego en el calendario del Madrid desde hace tres semanas y el once que terminó frente al Eibar es sólo un ejemplo.

Salvo que gane alguno de los dos títulos que le quedan, Ancelotti es consciente de que tiene prácticamente imposible su continuidad en el banquillo del Santiago Bernabéu. Y, en caso de no alcanzar dicho objetivo, si algo aliviaría el hipotético año en blanco es el superar a su bestia negra de esta temporada en el último duelo. Suena obvio, pero para el vestuario son los dos partidos más importantes de la temporada (esperan que lo sean… sólo de momento). Y llevan tres semanas con él en la cabeza.

El Atlético de Madrid ha privado, hasta ahora, de dos títulos esta campaña a los de Chamartín –Supercopa de España y Copa del Rey- y ha restado 6 puntos en Liga, quién sabe si claves para el título, con los cuales irían líderes. El último enfrentamiento, el 4-0 del Calderón, fue la confirmación de una crisis de identidad de la que han salido hace prácticamente tres semanas frente al FC Barcelona y con el regreso de Modric.

Cristiano, defiesta de cumpleaños a los 300 goles

Ancelotti, en aquella dolorosa derrota del Manzanares –aliñada con la fiesta de cumpleaños de Cristiano que no sentó bien en la zona noble del Bernabéu- contó con Casillas, Carvajal, Kroos, (Isco), Cristiano, Bale y Benzema como titulares habituales, dejando caer en ruedas de prensa posteriores que los ausentes por lesión –Sergio Ramos, Marcelo, Pepe, Modric y James- estaban siendo demasiado imprescindibles como para mantener la altura en el vuelo excelente realizado durante 2014. Y la avioneta se precipitó… hasta que la defensa habitual volvió, y retomó altura cuando reapareció el centrocampista croata, alcanzando su punto álgido en este 2015 con el regreso de James. Además, actualmente se ha recuperado el estado de forma de sus figuras, como Cristiano Ronaldo, que en Vallecas sumó su gol 300 de blanco. “El equipo nunca estuvo en este estado físico”, reconoció el técnico italiano la pasada semana.

Con todo el arsenal disponible, incluido el ausente en las últimas dos semanas, Pepe, y una motivación extra –otro de esos elementos que Ancelotti no veía en su equipo a principios de año ("tenemos que volver a tener motivación e intensidad")-, el Real Madrid se presentará este martes en el Vicente Calderón con deseos de ganar, pasar la eliminatoria y, si tiene la oportunidad, devolver la bofetada que recibió en su última visita al feudo rojiblanco. Ya no es por un deber que implica portar el escudo madridista… es por una cuestión personal.