Ibrahimovic vuelve para saldar las deudas que dejó pendientes en el Camp Nou

Salió tarifando cuando unos meses antes había llegado como estrella. “Es muy bueno”, decía Pep Guardiola cuando Ibrahimovic completaba sus primeros entrenamientos como jugador del Barcelona. Los buenos millones pagados al Inter de Milán parecían una perfecta inversión por un jugador de nivel superior. Pero lo que bien empezó en la temporada 2009/2010, acabó de mala manera. El díscolo delantero sueco firmó una gran primera mitad de temporada, pero Messi cambió de posición, pasó a jugar en el centro, e Ibra perdió el protagonismo. Al final del curso, con sus relaciones rotas por completo con el actual técnico del Bayern, salía del club y aterrizaba en el Milan. Desde entonces, el jugador del PSG ha lanzado a Guardiola, sobre todo, y a Messi más de un dardo. El miércoles regresa de nuevo al Camp Nou, para poner a prueba a la zaga de su amigo Piqué; una defensa bajo sospecha que flaquea más de la cuenta.

El Barcelona vive de Leo Messi, cuya incidencia en la buena salud del equipo en cuanto a resultados se refiere es apabullante. El pasado domingo liquidó él solo al Espanyol en un partido que se le estaba complicando en exceso a los azulgranas. El engranaje defensivo, un día más, quedó desnudado en la primera media hora del partido, cuando los periquitos dispusieron de ocasiones para poner mucha tierra por medio en el marcador. Pasó algo parecido en Mestalla, cuando Claudio Bravo apareció en plan salvador en momentos clave y Busquets en el último segundo para sellar el triunfo. El Barça ha naufragado dos veces esta temporada y la primera vez fue en París -la segunda en el Bernabéu-, cuando el equipo galo le marcó tres goles. Este miércoles el primer puesto del grupo de Champions se pone en juego en el Camp Nou e Ibra vuelve a la Ciudad Condal en plena forma, como demostró este domingo marcando los dos goles que dieron el triunfo al PSG ante el Nantes. La defensa del Barcelona ya puede estar espabilada...

Piqué, que casi con total seguridad deberá liderar la defensa este miércoles, e Ibrahimovic conectaron muy bien durante el año que convivieron juntos. El zaguero era uno de los jugadores con los que más y mejor relación tenía el tanque del PSG. Gerard siempre ha dedicado palabra de elogio y cariño hacia el que fue su compañero, evitando valorar las espinosas cuestiones que acabaron con el delantero fuera del Barcelona mucho antes de lo previsto. El vestuario optó por no involucrarse en la guerra abierta entre Guardiola y Zlatan, empezando por el internacional español, que guarda un buen recuerdo del delantero. En unas declaraciones realizadas hace tiempo a Sky Sports 24, Piqué reconoció que “Ibrahimovic es un buen tipo para hablar y para jugar. Lo que sucede es que la prensa crea a menudo personajes que no tienen que ver con la realidad. A mí me pareció, cuando estuvo en el Barcelona, que se trata de una buena persona y un futbolistas digno de admiración”.

Habrá que ver cómo recibe la grada del Camp Nou al genial atacante del equipo francés. Ibrahimovic nunca se ha mordido la lengua cada vez que se le ha preguntado por su pasado azulgrana, centrando sus críticas principalmente en Guardiola, un entrenador idolatrado por el barcelonismo. Siendo aún jugador del Barça, reconoció que “en los últimos seis meses, Guardiola sólo ha hablado dos veces conmigo”, dejando claro que la situación era insostenible. Horas contadas después de desvincularse del club, afirmó con crudeza que “éste es el final que ha querido el filósofo Guardiola. Cada vez que entraba en una habitación, él se iba. No sé si me tiene miedo”. Más de una vez Ibrahimovic ha reconocido su sorpresa por lo que sucedió. “Todavía no sé lo que pasó, aún espero una respuesta”, recalcando que “dos meses después de Año Nuevo, dejó de hablarme”.

“No era feliz en Barcelona”, señaló un día recordando su etapa vestido de azulgrana. Ibrahimovic, que ahora triunfa en París, sigue teniendo clavada aquella etapa como una espina. Siempre ha creído que no pudo brillar como siempre ha sido habitual en todos los clubes que ha defendido por culpa de Guardiola. “Un técnico tiene que ajustar el juego en función de los jugadores que tiene, y sobre todo cuando has comprado uno por 70 millones”, resaltó en su momento. Ibra siempre reconoció no sentirse cómodo con el esquema del equipo blaugrana. Tuvo muchos encontronazos con Pep y algunos salieron a la luz porque así lo quiso el jugador. Llegó a reconocer que tras un partido le espetó lo siguiente: “No tienes huevos y te cagas con Mourinho”. También, igualmente, reconoció que un “vete a tomar por el culo” salió de su boca delante del técnico. Hasta ha señalado que en alguna ocasión estuvo cerca de golpear a Pep…

“No tiene huevos, me sacrificó por Messi”. La frase va dedicada a Guardiola, pero Ibrahimovic nunca ha olvidado que Messi fue clave para que su rol en el Barcelona pasara de ser estelar a residual. Siempre ha alabado el juego de su excompañero -“Hace cosas que sólo se ven en los videojuegos”-, pero el argentino también ha recibido más de un puyazo del sueco. Ha recordado en alguna ocasión que “comencé bien, hasta que Messi empezó a hablar. Él no quería jugar de extremo y yo fui el sacrificado. Dejé de tener la libertad que necesitaba para triunfar”. Ha loado en más de una oportunidad a Messi, igual que de vez en cuando le lanza algún mensaje envenenado. Como cuando le criticó “por ser callado y no quejarse de nada”, o cuando tras un año para enmarcar del argentino, dijo que “yo también marcaría 90 goles si me regalaran penaltis como hacen los árbitros con el Barcelona”.