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El Nápoles tampoco consigue acabar con la 'maldición' de Higuaín en Champions
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SUS LÁGRIMAS, CRITICADAS POR EL MADRIDISMO

El Nápoles tampoco consigue acabar con la 'maldición' de Higuaín en Champions

No tuvo tiempo de firmar el tercer tanto. Un gol que habría clasificado al Nápoles despejando las dudas que hay sobre Higuaín cuando juega en Champions

Foto: Higuaín se lamenta tras ser eliminado de la Champions (Cordon Press).
Higuaín se lamenta tras ser eliminado de la Champions (Cordon Press).

“Merecíamos pasar, es increíble no hacerlo con 12 puntos, es una injusticia, de verdad”. La imagen de un Gonzalo Higuaín abatido representaba a la perfección el sentimiento que inundó Nápoles. El conjunto italiano derrotó al Arsenal, pero despertó tarde y le faltó un gol para que el milagro fuera real. Necesitaban tres dianas y se quedaron en dos, una de ellas firmada por el propio Higuaín. Con el Marsella eliminado, en el Grupo F, el de la muerte, sólo podían quedar dos de los tres que peleaban. El Arsenal era el que más fácil lo tenía y mientras en Borussia respiraban aliviados, en Nápoles afloraban las lágrimas. Amargo adiós a la Champions, una competición en la que Higuaín parece maldito.

El delantero del Nápoles sólo encontraba una explicación: “No puede ser otra cosa que mala suerte porque ganar cuatro partidos de seis y quedar eliminado es algo que no pasa a menudo. Cuando ves que hay equipos que se han clasificado con sólo una o dos victorias, con seis o siete puntos, es decepcionante”. Y es que el triple empate a doce puntos fue cruel con los italianos. Al Borussia y al Nápoles sólo les valía ganar, pero los italianos lo tenían un poco más complicado porque habían perdido el ‘gol average’ partículas ante los alemanes. De esta forma, el equipo de Benítez debía hacer un punto más que los de Klopp. ¿Y si ambos ganaban? En ese caso, al Nápoles sólo le valía hacer tres goles o más al Arsenal. La hazaña estuvo a un tanto de distancia.

Los italianos tardaron en entrar en calor y sus posibilidades se congelaron. Igual que las de Higuaín de resarcirse en una competición que se le resiste especialmente. La Champions y le argentino no terminan de congeniar a pesar de que esta temporada sus números apuntaban a que las cosas podían cambiar. En cinco partidos disputados, marcó cuatro tantos e, incluso, hizo su primer doblete ante el Marsella; su media era de 0’8. Una cifra bastante alejada de sus números con la camiseta del Real Madrid. Higuaín permaneció siete temporadas en el club blanco y anotó 121 goles pero de ellos, sólo 8 llegaron en Champions.

Cuestionado eternamente en el Santiago Bernabéu, sus detractores señalaban sus clamorosos errores en la máxima competición europea llegando a cuestionar su valía para semejante torneo. Clave en remontadas ligueras y en la consecución de títulos, Higuaín no terminó de despuntar en Europa. Incluso, apenas empezó: en siete años, se puso la camiseta blanca en 48 ocasiones y firmó 8 goles. A pesar de su entrega y su pelea sobre el césped, los números no ayudaban para hacer frente a sus críticos. El argentino no consiguió coger el pulso a la Champions y ésta se convirtió en un fantasma que nunca terminaba de irse.

El cambio de aires le vino bien y en cinco encuentros ya tenía en su casillero la mitad de los goles que logró en siete temporadas como madridista, pero el caprichoso destino le ubicó en el grupo más complejo de todos y a pesar de las cuatro victorias del Nápoles, ya se ha despedido de la Champions. Faltó un gol, podría haber estado firmado por el argentino convirtiéndose en el tanto definitivo que desterrase todas las dudas y críticas sobre sus maneras en Europa. No llegó y la rabia se apoderó de un Higuaín que se quedó con las ganas de demostrar que es goleador de Champions. No pudo contener las lágrimas en San Paolo, un gesto criticado por algunos aficionados madridistas que nunca vieron una imagen igual en el Santiago Bernabéu.

“Merecíamos pasar, es increíble no hacerlo con 12 puntos, es una injusticia, de verdad”. La imagen de un Gonzalo Higuaín abatido representaba a la perfección el sentimiento que inundó Nápoles. El conjunto italiano derrotó al Arsenal, pero despertó tarde y le faltó un gol para que el milagro fuera real. Necesitaban tres dianas y se quedaron en dos, una de ellas firmada por el propio Higuaín. Con el Marsella eliminado, en el Grupo F, el de la muerte, sólo podían quedar dos de los tres que peleaban. El Arsenal era el que más fácil lo tenía y mientras en Borussia respiraban aliviados, en Nápoles afloraban las lágrimas. Amargo adiós a la Champions, una competición en la que Higuaín parece maldito.

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