Del Nido, Pepe Castro y la guerra civil por el control del Sevilla que agrava los males del club

El Sevilla continúa en una delicada situación, sin que sus males se hayan solucionado tras la salida de José Luis Mendilibar y la conquista de la séptima Europa League de su historia. A esta coyuntura se le suma un nuevo capítulo en la lucha por el control del club. La batalla accionarial no ha concluido todavía y José María del Nido Benavente, presidente de la entidad entre 2002 y 2013, confía en recuperar el cargo, como tarde, en diciembre de 2024, según ha podido saber este diario.

La Junta General de Accionistas del Sevilla se celebrará el 4 de diciembre. Desde el entorno de Del Nido Benavente están a la espera de la resolución sobre las medidas cautelares para saber si podrán ejercer el derecho de voto que le corresponde por su paquete accionarial. Se le impidió votar en las juntas anteriores y así evitaron tanto Pepe Castro como su hijo -José María del Nido Carrasco, actual vicepresidente- la destitución del consejo de administración y el regreso del expresidente.

Todo esto llega antes de un partido de Champions League vital en casa ante el PSV. Si el Sevilla perdiera en el Ramón Sánchez Pizjuán frente a los holandeses, podría quedar eliminado de las competiciones europeas. El drama, por tanto, podría ser mayor en Nervión.

"Si los juzgados acuerdan que pueda ejercer mi derecho de voto, no existe ninguna duda de que ganaremos. Esperamos una resolución a mediados de semana", sostuvo Del Nido Benavente en Gol a Gol, programa deportivo de Canal Sur. El expresidente maneja, a título individual, en torno al 25% del capital social del club. Esta cifra se complementaría con el apoyo que le prestarán los pequeños accionistas y algunos grupos como 777 Partners, poseedores del 7% del capital social, para su ansiado regreso. Pero antes deben permitirle votar.

Los apoyos de Del Nido Benavente

Del Nido Benavente, que ha seguido comprando títulos y sumando apoyos, controla la mayoría del capital social en la actualidad, a pesar de lo cual no ha podido lograr la destitución del consejo.

La clave de este embrollo jurídico reside en la agrupación de acciones promovida por el propio Del Nido Benavente en su día para el nombramiento de tres consejeros mediante el sistema de representación proporcional. Dado que el nombramiento se realizó en la junta general de 10 de diciembre de 2018 y el mandato de los consejeros tiene una duración de seis años, el actual consejo considera, en una discutible interpretación jurídica, que las acciones agrupadas no pueden participar en la votación sobre la destitución de los consejeros hasta que no expire la propia agrupación.

Frente a este criterio, el Tribunal de Instancia Mercantil de Sevilla, en su sentencia de 5 de junio de 2023, declaró que Del Nido Benavente había sido privado ilegítimamente de su derecho de voto en laF anterior junta general de 28 de diciembre de 2022. Pero dicha sentencia ha sido recurrida, por lo cual, dado que aún no es firme, es previsible que el actual consejo siga negando el derecho de voto a Del Nido Benavente cuando haya de tratarse de nuevo en la próxima junta general sobre la destitución de los consejeros.

La cautela de su entorno

El entorno del expresidente se muestra muy cauteloso en ese sentido con la resolución de esta semana, según ha podido saber El Confidencial. Temen que no pueda votar el 4 de diciembre, por lo que Del Nido Benavente seguirá al margen de club. Sin embargo, su batalla por recuperar la presidencia continuará.

El club efectuará un cambio en la presidencia a partir de enero, según le aseguran a este periódico. Desde ese momento, Pepe Castro dejará de ser presidente y su sustituto será Del Nido Carrasco en virtud del pacto que firmaron en noviembre de 2019. Castro, además, abandonará la entidad, a la que sólo quedará vinculado por las acciones que posee sin ejercer ningún tipo de responsabilidad.

El presidente mantiene su afán por regresar a pesar de las ofertas que ha recibido para vender el club. Así lo confirmó él mismo en la citada entrevista: "Si hubiera querido vender, lo hubiera hecho. Tuve una oferta de nueve dígitos y esa es la demostración más palpable de que no voy a vender. El Sevilla no tiene precio, es de los sevillistas".

Las cuentas del club

El Sevilla, al margen de la lucha accionarial, puede tener otros problemas inminentes. Si quedara eliminado de las competiciones europeas, tendría un descubierto de entre 40 y 50 millones de euros en su presupuesto. Estas cifras se unirían a la delicada situación de las arcas, que no están saneadas a pesar de las ventas de las últimas temporadas. Jules Koundé fue traspasado al Barcelona por 50 millones de euros; Diego Carlos al Aston Villa por 31 y Yassine Bono al Al-Hilal a cambio de 20.

La coyuntura económica se suma a la deportiva. Diego Alonso, la apuesta de Víctor Orta para el banquillo, no ha funcionado hasta ahora. El uruguayo sólo ha conseguido una victoria, frente al modesto Quintanar en la Copa del Rey (0-3). En Liga, acumula cuatro empates y una derrota; en Champions, dos derrotas ante el Arsenal. Todo esto se suma al juego de tronos del club. Es mal momento para aterrizar en Sevilla.