El "desagradable" beso de Rubiales a Hermoso que empaña la victoria española entre críticas internacionales

Una celebración manchada por la polémica: durante la entrega de medallas a las jugadoras de la Selección española tras haber ganado el Mundial de Fútbol frente a Inglaterra, Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, fue protagonista de la controversia tras besar en los labios a la jugadora Jennifer Hermoso. Una imagen que no tardó en dar la vuelta el mundo y que ha recogido la prensa internacional. Mientras, en nuestras fronteras, ya han pedido su dimisión.

"Un beso después de la victoria de España en la Copa del Mundo hace que muchos lloren por la injusticia", titula The New York Times. El medio estadounidense considera que se trata de "un desagradable recordatorio para muchos del sexismo que ha plagado al fútbol femenino", recordando así las innumerables denuncias a entrenadores o técnicos por agresiones sexuales, las burlas por practicar un deporte que algunos entendían era exclusivo de hombres, o todas las trabas y dificultades por las que han tenido que luchar las mujeres que querían profesionalizar el fútbol femenino con unas condiciones dignas.

Otros como The Independent, se centran en la reacción de Hermoso tras la oleada de críticas a Rubiales. La exjugadora del Atlético de Madrid y del FC Barcelona insistió en que no le había gustado: "No lo disfruté", afirmó ante TVE. No obstante, instantes después aclaró que "fue un gesto mutuo, totalmente espontáneo por la alegría que da ganar un Mundial", según la información proporcionada por la Federación que recoge AFP. Declaraciones que levantaron sospechas de presión por parte de la Federación y críticas, ya que la alegría y la celebración no pueden ser motivos de justificación ante dicho comportamiento.

En relación con ello, Irene Montero, ministra de Igualdad en funciones, no dudó en posicionarse en Twitter: "No demos por hecho que dar un beso sin consentimiento es algo que pasa. Es una forma de violencia sexual que sufrimos las mujeres y que no podemos normalizar". Otros políticos como Miquel Iceta lo califican de "inaceptable" o piden su dimisión, como Urtasun, de Sumar.

Tània Verge, consellera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat, también ha lamentado lo ocurrido y ha destacado que se trata de la "cultura de la violación". "Tanto forzar un beso como justificarlo. Vergonzoso e intolerable", ha apuntado. Por su parte, la secretaria de Deportes del Govern, Anna Caula, ha pedido la dimisión de Rubiales. "Rubiales debe dimitir. No podemos tolerar ni pagar ningún precio por ser deportista de élite. La mirada al fútbol aún no es igualitaria", afirmó en declaraciones a Catalunya Ràdio.

Más allá de personalidades del mundo de la política, la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP) ha instado al presidente de la RFEF a formarse para aprender a tratar a las jugadoras o dimitir por sus actos. Además, en un comunicado le acusan de "falta de decoro, irresponsabilidad e indecencia"

Otros medios internacionales como The Guardian, Le Monde, la CNN, The Telegraph, Daily Mail o L'Equipe también se han hecho eco de ello. "Rubiales rechaza las sugerencias de que besar a la jugadora fuera inapropiado", recoge The Guardian. Por su parte, el diario británico The Times lo califica de "indignación".

Las redes sociales se llenaron inmediatamente de indignación y muestras de denuncia ante el gesto de Rubiales, ante lo que el presidente de la RFEF se defendió aludiendo a que simplemente fue "un pico de dos amigos celebrando algo" y que "no están para gilipolleces", arremetiendo así contra todos aquellos que le estaban criticando. "No hagamos caso de los idiotas y de los estúpidos, de verdad", dijo en declaraciones en Tiempo de juego. Este lunes, apenas 24 horas después, el presidente de la RFEF ha pedido disculpas: "Aquí lo veíamos como algo normal. Fuera hay gente que se ha sentido dañada y no queda otra que disculparse. Hay que aprender de esto y saber que cuando uno es presidente de una institución, no puede hacer estas cosas", ha afirmado.

Un gesto inapropiado que ha manchado un acontecimiento histórico para el fútbol femenino español. Hay que recordar los complicados momentos que ha vivido el conjunto nacional, como los 27 años que la Selección femenina tuvo el mismo entrenador, Ignacio Quereda, conocido por infantilizar a las jugadoras, que fue despedido en el 2015 tras las protestas. Y sin olvidar las denuncias de las 15 jugadoras solicitando mejores condiciones, igualdad o las críticas expresas al entrenador, Jorge Vilda, por crear un ambiente opresivo en los vestuarios. Sin duda, un hecho que demuestra que todavía quedan muchos obstáculos por derribar.