Al socio del Barça le da igual no tener cifras: la carta blanca a Laporta es infinita

Hace ya rato que los socios del FC Barcelona parecen ir a misa y pertenecer a alguna especie de culto en lugar de pedir cuentas a los dirigentes a los que votan para presidir el club. Todo es una cuestión de fe, de confianza, de creer en lo que se les dice, aunque no lo vean, ni lo sepan, ni se los dé ningún dato concreto. Así, la figura monolítica de Joan Laporta emerge como el gran salvador, la gran esperanza, para superar la crisis que originó Josep María Bartomeu. El relato está claro: están los buenos y los malos y ante tal simplicidad de argumentos no hay mucho más que discutir. O conmigo o contra mí. Por ahora, Laporta está logrando lo que quiere, que no es otra cosa que vender los activos del club a base de llamarlas palancas sin tener que dar muchas más explicaciones, los socios le siguen dando carta blanca y este jueves se comprobó una vez más: la venta del 49,9% de BLM se aprobó con un 87,9% de los votos (568 a favor, 65 en contra y 13 votos en blanco) y la del 25% de los derechos de televisión también por mayoría incontestable: 494 votos a favor, 62 en contra y 13 en blanco.

Laporta calcó en su discurso inicial el que ya dio hace una semana ante el Senado blaugrana. El único cambio fue el símil; si entonces dijo que el Barça estaba en la UCI y en breve podría pasar a planta, esta vez utilizó el del coche de Fórmula 1 que se encontraron sin gasolina y con el motor gripado. Se trata de que al socio se le quede la idea bien grabada de que el asunto está fatal, que Bartomeu dejó el club hecho unos zorros, que Tebas les pone palos en las ruedas porque “tiene una obsesión con el Barça” y que ellos son los únicos que lo pueden arreglar.

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R. La Casa

¿Cómo? Vendiendo los activos del club. ¿A quién? No se sabe, no lo dicen y no lo tienen cerrado. ¿Por cuánto dinero? Tampoco. Lo más cerca que estuvieron de dar cifras fue cuando Laporta aseguró que esperan, como mínimo, obtener unos 600 millones de euros a través de la venta del 49,9% de BLM y de hasta un 25% de los derechos de televisión. ¿Durante cuántos años? Los derechos de televisión por 25 años, los de BLM es un misterio. ¿Con qué contrapartidas? Secreto. Así es como funciona, según ellos, un club transparente que gestionan los socios. Así es el club ejemplar, el más que un club. Esto es lo que hay.

Expertos en economía

No es la primera vez que Laporta y compañía consiguen que les salga el truco de la carta blanca. La masa social del Barça se está especializando en aprobar cuestiones económicas determinantes para el futuro de la entidad sin saber las condiciones exactas de lo que vota. Empezaron con los 1.500 millones de financiamiento del Espai Barça, siguieron con la venta del 49% de Barça Studios y hace dos meses y medio dieron luz verde al patrocinio de Spotify sin tener ni idea de las cifras porque el club se excusó en una cláusula de confidencialidad. Entonces, Laporta incluso pidió un aplauso para Derrein Dein, el comisionista que se lucró con la operación. Y sí, le aplaudieron. Ya se sabrá algún día cuánto dinero costó la ovación.

“Si activamos estas palancas el coche lo pasaríamos a boxes para hacerle una puesta a punto y ponerle en la parrilla de salida para que pueda competir”, proclamó Laporta ante los socios compromisarios que siguen confiando en él de forma apabullante y a los que no parece incomodarles la falta de información. Josep María Minguella, presente en la Asamblea, fue uno de los pocos que expresó dudas respecto a la venta de los derechos de televisión: “Ojo que no sea pan para hoy y hambre para mañana”, resumió.

La del coche no fue la única metáfora de la tarde/noche. El vicepresidente del área de marketing, Juli Guiu, llegó a decir: “Les pedimos que nos autoricen buscar el mejor aliado para crecer, debemos ir de la mano de los que saben y eso nos abrirá nuevos mercados y nuevas oportunidades. Esto es una oportunidad”. Por supuesto, ni una sola pista de quiénes son los que saben y con los que tienen previsto negociar.

Los aliados misteriosos

Los aliados son una incógnita y a falta de 14 días para cerrar el ejercicio económico, Laporta admitió que existe la posibilidad de que no lleguen a tiempo para cerrar las operaciones, por lo que seguirían sin tener fairplay financiero por culpa de la elevada masa salarial y, por lo tanto, no podrían fichar. ¿Qué harían entonces? Laporta respondió a esta cuestión con un sucinto: “buscar otras fórmulas”. Cuáles, cómo, con quién y de qué manera vuelve a ser demasiada información. Y, otra vez, no dio ni una pista. Eso sí, soltó que habían llegado a rechazar una oferta de nada menos que un billón de euros por el 100% de los derechos televisivos durante diez años.

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Joan Gaspart, presente en el Auditorio, felicitó al final públicamente a Laporta y sus directivos y aseguró que “los socios esta noche se van a dormir más tranquilos”. Y no le falta razón. Ya se sabe que la inconsciencia es un magnífico relajante, pero algún día alguien tendrá que dar explicaciones, cifras, datos concretos y ya veremos si los socios se lo toman con tanta calma. Laporta, por el momento, les tiene convencidos.