El Real Madrid sigue esperando a Hazard mientras el Barça se desespera con Coutinho

Hay quien piensa que la paciencia no es una virtud, sino un logro, y en el fútbol se dan casos que así lo confirman. Hace cuatro años, concretamente el 6 de enero de 2018, el FC Barcelona hacía oficial el fichaje de Philippe Coutinho (Río de Janeiro, 1992) por cinco temporadas. El brasileño llegaba al Camp Nou procedente del Liverpool FC en una operación que, según Transfermarkt, ascendió a 135 millones de euros. El tercer fichaje más caro de la historia del fútbol junto al de Ousmane Dembelé, realizado por el propio Barça unos meses antes, y solo por detrás de los de Neymar (222) y Mbappé (180), ambos por el Paris Saint-Germain y el primero con el dinero que precisamente utilizó Josep María Bartomeu para comprar a los mencionados Dembelé y Coutinho.

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Tras la salida de Leo Messi, también al club francés de capital catarí, aunque en este caso a coste cero, Coutinho es el jugador azulgrana con la ficha más alta, unos 14 millones netos por temporada. En el Liverpool, que para hacerse con sus servicios pagó al Inter 13 millones, el brasileño jugó 201 partidos, con un total de 14.877 de minutos, en los que marcó 54 goles y dio 45 asistencias. Por contra, estos cuatro años en el Barça lleva jugados 106 partidos, con 6.228 minutos, 25 goles y 14 asistencias. A estos números podrían sumarse los 38 partidos, con 11 goles y 9 asistencias, de su cesión al Bayern de hace dos temporadas, pero aún así estaría muy lejos del rendimiento que les dio a los 'reds'.

Coutinho intentó forzar su salida del Liverpool FC el verano anterior a recalar en el Barça. Para ello solicitó el famoso 'transfer request', pero ni siquiera ello le sirvió para que en Anfield le dejaran irse. Solo la mejora de la oferta económica de Bartomeu, además de la insistencia del brasileño, provocaron finalmente su traspaso por una cantidad desorbitada. Sobre todo porque ahora es el club catalán el que quiere abrirle la puerta, pero no hay forma de cerrar ni siquiera una cesión. El Palmeiras ha sido el último en descartarlo, aunque antes lo han hecho otros como el Arsenal.

"Es un jugador que puede ser muy importante para el equipo, para el club. Puede actuar en varias posiciones y ha de recuperar la confianza. Debe reencontrarse. Tiene un talento innato", dijo Xavi Hernández al poco de llegar al banquillo del Camp Nou, para añadir que "tendrá oportunidades porque es un futbolista que me gusta personalmente. Por talento no será porque lo tiene. Si todo va bien, tendrá minutos". Sin embargo, poco ha durado esa confianza...

Ancelotti volvió a confiar en Hazard

En junio de 2019, el Real Madrid hizo oficial el fichaje de Eden Hazard (La Louvière, Bélgica, 1991), que venía de jugar en el Chelsea 352 partidos, con 110 goles y 92 asistencias. El club blanco pagó, según Transfermartk, 115 millones, el fichaje más caro de Florentino Pérez y del propio Real Madrid. Mientras en dos años y medio ha jugado 3.086 minutos, contando la segunda parte de este domingo en Getafe, venía de sumar 26.965 en Stanford Bridge. El rendimiento del belga es mucho más bajo que el de Coutinho en el Barça, pues hasta la fecha solo ha jugado 58 partidos, con 5 goles y 9 asistencias, pero la diferencia es que el Madrid se niega a ponerle en el mercado.

La obligada ausencia de Vinícius en el primer partido de 2022 del equipo blanco llevaba a pensar que volvía a abrirle las puertas de la titularidad a Hazard. Sobre todo porque el belga venía de serlo dos encuentros consecutivos, ante el Cádiz en el Bernabéu y en Bilbao. Sin embargo, el propio Ancelotti dijo que prefirió empezar con Asensio y Rodrygo. "Sabía que no aguantarían los 90 minutos porque han pasado el Covid y tenía a Hazard para la segunda parte", explicó el técnico italiano, quien no dudó en calificar su actuación de "brillante".

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A diferencia de Xavi con Coutinho, se confirma que Ancelotti sigue esperando al mejor Hazard. Lo cierto es que cualquier aficionado que viera el rendimiento del brasileño en el Liverpool y del belga en el Chelsea podría llegar a entender que ambos sean los fichajes más caros de Barça y Madrid, respectivamente. Aunque, por contra, le resultará inexplicable ver cómo el primero no ha terminado de hacerse un hueco en el equipo azulgrana y el segundo, víctima de un sinfín de lesiones, tampoco ha podido hacerlo en el blanco. Entre los dos suman 250 millones en concepto de traspasos, fichas aparte. Unas cifras inalcanzables para la mayoría de clubes, y no solo de LaLiga, de ahí que aquello de que la paciencia tiene un límite se haga comprensible.