El fiasco de Cristiano Ronaldo en la Juventus enseña que hace mucho frío fuera del Madrid

El astro portugués ha salido de la Juventus de Turín por la puerta de atrás. En una rifa que fue desde el mismo Real Madrid hasta el Manchester United pasando por el Manchester City, con filtraciones interesadas para volver a poner en la diana a uno de los goleadores más voraces en la historia del fútbol y aumentar su valor, Cristiano Ronaldo vuelve a la que fue su casa; en el teatro que le hizo mostrarse al mundo. ¿Pero cómo se puede calificar su paso por el cuadro 'bianconero'? El ex del Real Madrid ha brindado un empacho de goles a los aficionados turineses (101 tantos en 134 partidos, un gol cada 113 minutos) para ganar dos Serie A, una Coppa y dos Supercoppas. O dicho de otro modo, nunca nadie en la historia de la Juventus marcó tantos goles en tan poco tiempo. Y sin embargo, el club nunca estuvo tan lejos de sus objetivos.

Tras tres temporadas, el luso se va sin que los turineses hayan superado la barrera de los cuartos de final ni una sola vez ante tres rivales de un calibre inferior (Ajax de Amsterdam en cuartos 18/19, Olympique de Lyon en octavos 2019/20 y Porto en octavos 2020/21), después de perder la hegemonía en la Serie A tras nueve años y con Cristiano siendo el máximo goleador en tan solo una de tres ligas disputadas. En lo colectivo, nunca fueron peores aunque él mantuvo su extraordinario nivel individiual. A pesar de que el máximo dirigente de la Juventus, Andrea Agnelli, afirmarse en una entrevista concedida a 'La Republicca' el pasado abril que no se arrepentía de fichar al luso y que "lo volvería a hacer", la realidad es que nada ha salido como ninguno de los protagonistas esperaba. El desafío no ha sido superado.

¿Qué esperaba la directiva de uno de los delanteros más mortíferos de todos los tiempos tras desembolsar 100 millones de euros junto a un salario de 31 millones? La Juventus fichó a Cristiano Ronaldo para ganar la Champions. Para escoger un atajo hacia la victoria a raíz de acariciarla y nunca abrazarla. Así se lo recordaron sus aficionados en la presentación con gritos de "Portaci la Champions". Al fin y al cabo, Cristiano era el futbolista más determinante de la Copa de Europa y la Juventus, una entidad obsesionada con lograr levantar 'La Orejona' (han perdido siete de las nueve finales disputadas) y que daba por hechos los títulos nacionales. A sus 33 años, Cristiano vino para reescribir la historia en la competición del K.O. El objetivo era que ese doblete en la final de 2017 y la chilena histórica en los cuartos de final de 2018 con el Real Madrid jugaría a favor de los turineses, nunca en contra. Sin embargo, a sus 36 años se ha ido sin poder hacerlo.

Un proyecto fallido tras otro

"Cristiano ha estado fatal en estos tres años. Es un fracaso en todo. La Juventus lo fichó para ganar la Champions League, pero con él lo han hecho peor que antes. Hubiesen ganado la Serie A sin él y ahora hasta lo ha perdido", declaró el exmadridista Antonio Cassano en el canal de Twitch de Christian Vieri. Otro, como el expresidente de la Juventus, Giovanni Cobolli, también se mostró especialmente duro con él en una entrevista concedida a ‘Radio Punto Nuovo’: “Fichar a Cristiano Ronaldo fue un error absoluto. Lo dije desde el primer día. Es un gran jugador, pero demasiado caro. La Juventus necesita una reconstrucción y debería prescindir de Cristiano a final de curso”.

Cuesta ver un fracaso individual por parte de un futbolista que ha participado de forma directa en 98 goles durante los 98 partidos de Serie A que ha disputado y en 19 goles en 23 partidos de la Champions League a lo largo y ancho de estas campañas. Más bien la equivocación del luso en escoger a la Juventus a cambio de ganar un salario mayor y poner punto y final a sus problemas con Hacienda y con Florentino Pérez. Así como la incapacidad de una directiva de potenciar al jugador más decisivo del campeonato con un bloque que compensara sus carencias e impulsara la mejor versión de un elegido para el gol (el '7' 'bianconero' ha anotado el 63,3% de los goles de la Juventus en eliminatorias de Champions desde que llegó a Turín).

En las últimas tres temporadas, la directiva de la Juventus de Turín ha alejado al club de la Champions League cuando parecía que estaba más cerca que nunca. Por el camino, ha desaprovechado tres años de Cristiano, ha acumulado una deuda de 357 millones y la directiva se ha visto obligada a poner en marcha una ampliación de capital de 400 millones de euros, la más importante hecha por un equipo de fútbol en Europa.

Con tres cambios de entrenador en tres años (Massimiliano Allegri, Maurizio Sarri y Andrea Pirlo), bandazos en la dirección deportiva para satisfacer a los mismos, una columna vertebral que envejecía y unas promesas (Dybala, Bernardeschi, De Ligt, Arthur Melo..) que no acababan de dar el salto. Así explicaba Arrigo Sacchi a 'The Athletic' la apuesta del club por Sarri el curso anterior: "Es como si tuvieses a Riccardo Muti, uno de los mejores directores de orquesta, y en lugar de traerle músicos para realizar una sinfonía, le traes a estrellas de rock. Son fantásticos, pero no se adaptan a él. Sarri encontró un equipo que ya estaba edificado, que había ganado mucho con Allegri y que veía el fútbol de una manera totalmente diferente a como él lo ve".

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La Juventus ha saltado de fiasco en fiasco hasta volver a Allegri. Por su parte, Cristiano Ronaldo ha tenido que pagar las consecuencias de apostar por un proyecto que nunca ha sabido cómo sacarle el jugo correspondiente. Claro que ha marcado goles a pares, pero mientras aquí tenía un equipo plagado de asistentes de primer nivel (Benzema, Kroos, Modric, Marcelo, Carvajal...) que jugaba para él, se fue a una Juventus de Turín que ha ido empeorando año a año tras acabar por descomponerse, entrar en la Champions League en el último momento con el luso como suplente y perder lo único que entendía como propio: la Serie A. "No podemos esperar que siempre aparezca Cristiano", espetaba el jugador turinés, Dejan Kulusevski. Ahora ya no habrá que esperarle, sino edificar otro proyecto basado en la fortaleza grupal y sobrevivir al caudal goleador que deja tras de sí.