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La renovación de una sonrisa: por qué Joaquín es más un icono que un futbolista
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cuando cumpla el contrato tendrá 39 años

La renovación de una sonrisa: por qué Joaquín es más un icono que un futbolista

El centrocampista estará vinculado contractualmente al Betis hasta 2020, pero la realidad es que para la entidad es mucho más que eso: ha comprado acciones, es el animador, el publicista...

Foto: Joaquín, en un partido de esta temporada. (EFE)
Joaquín, en un partido de esta temporada. (EFE)

Joaquín es uno de los mejores productos que nunca dio el Real Betis. Futbolista, sí, pero no solo. Renovará con el club verdiblanco hasta el año 2020, cuando ya contará más de 39 años. Es improbable que hubiese pasado esto si no fuese por su carisma y su gracejo, porque el fútbol del portuense es sustituible ahora mismo en el Betis, no deja de ser un jugador irregular con tardes buenas y otras no tanto, pero su figura no tiene parangón y augura que esta renovación será solo un escalón más en una vida bética. Es más, recientemente anunció su compra de acciones del club. No solo es parte de él, también es propietario.

La conversión de Joaquín en 'showman' es imparable. Hay que nacer, como para el fútbol. Él tiene calidad con el balón y también es capaz de hacer reír a cualquiera sin necesidad de esforzarse mucho. Le sale solo, sonríe y ya consigue que su interlocutor o el tipo que está viendo el vídeo a cientos de kilómetros le preste atención y le alegre el día. Hay que tenerlo, es esa mezcla de inocencia y guasa, un humor tremendamente andaluz. Y, también, saber usarlo, como han hecho recientemente para anunciar su renovación con un sensacional vídeo.

"Hulio, que lo mío no es el tenis, que yo no he cogido una raqueta en la vida. Que lo mío es el fútbol", dice el mediocampista después de mostrar como sus niñas eran, cuanto menos, escépticas ante la perspectiva de que su padre se dedicase a un deporte que no fuese el balompié. La broma viene de lejos y entronca con un mítico vídeo en el que él bromeaba con su afición al tenis para luego reconocerle a Baptista [Julio, para Joaquín Hulio], que él se ha mantenido toda su existencia bastante alejado de cualquier pista de tenis.

Como la broma ya está formada, hasta el punto que Baptista dice que ya nadie le llama Julio, en el Betis le pidieron que para anunciar la renovación diese un poco más de eso y él, siempre solícito, aceptó. Así que se plantó la raqueta en la mano, hizo tres cucamonas y al final dio el gran mensaje: esto no es lo mío, seguiré vestido de verdiblanco.

Este vídeo es algo especial porque tiene contenido detrás, es una renovación, pero en realidad el Betis lleva tiempo utilizando a Joaquín como emblema del club, casi como un relaciones públicas. Él es lo que quieren ser en Heliópolis, desenfadado, divertido, ameno. Si el lema histórico de la casa es "manque pierda", Joaquín viene a ser un poco lo mismo, no importa que llueva o truene, a él la sonrisa no se le cae en la derrota.

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GRA422. SEVILLA, 06 07 2017.- El capitán del Real Betis, Joaquín Sánchez, ha alabado hoy, tras la vuelta al trabajo del plantel verdiblanco, al nuevo vicepresidente deportivo del club, Lorenzo Serra Ferrer, de quien ha dicho que 'tiene las ideas muy claras porque viene con más ilusión que cuando entrenaba y eso acojona', hoy en la Ciudad Deportiva del club en Sevilla. EFE Raúl Caro

Volver a casa

Su carrera no es solo el Betis, pero su club si es y será siempre, el verdiblanco. Pasó por el Valencia, por la Fiorentina y por el Málaga de Al-Thani, sitios todos en los que fue bien recibido, querido y él contribuyó positivamente en sus temporadas. Joaquín siempre fue un jugador con brillo, durante años seleccionado por España en la que le tocó ver cómo un juez de línea de escasa agudeza visual dijo que un centro suyo había salido del campo y que, por lo tanto, el gol de Morientes contra Corea no iba a subir al marcador.

Al final, ya con cierta edad, volvió a casa. No se esperaba ya de él que fuese la estrella, como sí pasaba desde muy poco después de debutar y demostrar que es un jugador con desborde, ya no era eso, pero en su hoja de ruta estaba darle identidad al equipo y cohesionar el vestuario, dos las especialidades del jugador. El club le necesitaba y él, cobrándoselo, apareció.

En tiempos recientes Joaquín ha dado un paso más en su identificación con el Betis. Ha comprado más de un millón de euros en acciones y se ha posicionado como el cuarto máximo propietario de la entidad. En el equipo de Heliópolis nunca ha sido sencillo el tema de la propiedad, los años de Lopera fueron convulsos, porque su figura generaba polémica allá donde fuese y los siguientes casi más, pues el club navegaba en la indefinición, la lucha interna y los tribunales. Ahora, en el proceso de recomposición que vive el fútbol, la idea es que el club sea más inclusivo, que no haya accionistas con tanto peso sino gente bética con verdadero amor por los colores.

En esa definición, por descontado, entra a la perfección Joaquín. Ha ganado suficiente dinero en su carrera para poder permitírselo y la idea es que se mantenga siempre unido al club que le vio crecer. "La implicación de todos en este proceso ha sido máxima, pero por el importe hay que destacar a Joaquín. El Betis es su vida y tener un buen trozo del club es importante para él, nos ha sorprendido", explicaba hace unas fechas Lorenzo Serra Ferrer, histórico entrenador del equipo y ahora vicepresidente.

El jugador, que aún lo es por encima del resto de funciones, no quiere hablar demasiado de su nueva faceta de dueño y la dimensión institucional que se le abre por ello. "Mi vida en lo personal y profesional ha sido el Betis, y es una manera de devolver al club y al beticismo todo lo que me han dado. Es mi vida y quiero seguir aportando. Me ilusiona el Betis".

Joaquín, que para el 'speaker' del Betis era "la finta y el sprint", ha ido evolucionando, dentro y fuera del campo. Ahora, sin la velocidad de antes, sigue teniendo un pie privilegiado y aún le aporta su fútbol a un equipo bastante anárquico y decididamente ofensivo. Su figura, sin embargo, es mucho más que eso. Como lo fuera Gordillo, hoy director de relaciones institucionales, dio un paso más y no importó que viajase, en el Betis están acostumbrados a que sus ídolos se vayan. Pero si vuelven, y son como Joaquín, tienen un sitio.

Joaquín es uno de los mejores productos que nunca dio el Real Betis. Futbolista, sí, pero no solo. Renovará con el club verdiblanco hasta el año 2020, cuando ya contará más de 39 años. Es improbable que hubiese pasado esto si no fuese por su carisma y su gracejo, porque el fútbol del portuense es sustituible ahora mismo en el Betis, no deja de ser un jugador irregular con tardes buenas y otras no tanto, pero su figura no tiene parangón y augura que esta renovación será solo un escalón más en una vida bética. Es más, recientemente anunció su compra de acciones del club. No solo es parte de él, también es propietario.

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