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Míchel: "No sé de dónde ha salido que me llevo mal con Florentino Pérez"
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el exmadridista, a la espera de un banquillo

Míchel: "No sé de dónde ha salido que me llevo mal con Florentino Pérez"

No oculta que le encantaría entrenar al Real Madrid, aunque hoy por hoy sabe que no es fácil, por lo que aguarda impaciente encontrar otro equipo, eso sí, en España

Foto: Míchel fue despedido del Olympique de Marsella el pasado mes de abril (Philippe Laurenson/Reuters)
Míchel fue despedido del Olympique de Marsella el pasado mes de abril (Philippe Laurenson/Reuters)

Lleva más de una década en esa ardua tarea de ejercer como entrenador. Ha dirigido a cuatro equipos españoles: Rayo Vallecano, en el que inició su carrera de técnico; Real Madrid Castilla, Getafe y Sevilla; y a dos extranjeros, el Olympiacos y el Olympique de Marsella. Seis banquillos que José Miguel González del Campo, Míchel, (Madrid, 1963) guarda en su historial de técnico con más satisfacciones que sinsabores.

En una céntrica cafetería madrileña, Míchel recibe a El Confidencial con media sonrisa dibujada en sus labios. Aún conserva la imagen de aquel futbolista que se forjó en la cantera del Real Madrid y que, tras 12 temporadas en el equipo blanco, cerró su vida futbolística en el Atlético Celaya mexicano, dejando en el recuerdo de los aficionados su preciso toque al balón y sus centros desde la banda derecha con un acierto impecable. Se llegó a decir que era el mejor socio de Hugo Sánchez y Butragueño.

Pregunta. Tras ser despedido el pasado 19 de abril por el Olympique de Marsella, ¿cómo transcurre su vida?

Respuesta. Viendo fútbol todo lo que puedo. Esa es la obligación que ahora tengo hasta que vuelva a entrenar, que espero que sea en la presente temporada. He tenido alguna que otra oferta de clubes españoles, pero no las he aceptado porque no entraban en mis planes. ¿Volver a dirigir un equipo extranjero? Ahora mismo lo descarto porque prefiero hacerlo en España.

P. ¿Cuál fue el motivo de su despido en el club marsellés?

R: Ha sido la peor experiencia que he tenido desde que comencé a ser entrenador. Lo que más rabia me dio fue que el presidente dijera que prescindía de mis servicios por mal comportamiento. La dueña del club y los empleados, con los que me llevaba fenomenalmente, pueden dar fe de que mi conducta dentro y fuera del campo siempre resultó correcta. Sin ánimo de presunción, ni como jugador ni como entrenador me he portado mal en ningún club. Además, como el presidente me ha despedido sin abonarme la totalidad del contrato, he tenido que presentar una demanda.

P. Estaba entre los candidatos para sustituir a Del Bosque. ¿Se hizo ilusiones con ser el nuevo seleccionador español?

R. Soy una persona que prefiere pensar en cosas concretas y no hacerme ilusiones, que la mayoría de las veces se van al traste. En la vida hay que aceptar la realidad. En el fútbol, como en otros temas de nuestra vida cotidiana, los elogios o las críticas de los medios de comunicación también influyen a la hora de tomar decisiones. Con ello no quiero decir que Julen Lopetegui no haya merecido ser nombrado seleccionador nacional. ¿Qué me parece su nombramiento? En este sentido suelo ser bastante raro. Nunca me gusta hablar de los demás y mucho menos de mis colegas. Solo le diré que dejen trabajar a Julen y que le acompañe toda la suerte del mundo en su etapa de seleccionador nacional.

El presidente del Real Madrid recupera a exjugadores de su confianza y amistad para que trabajen en el club. Si viviera Ramón Mendoza, lo mismo yo era el entrenador...

P. ¿Qué resumen haría de los anteriores clubes en los que ejerció como técnico?

R. En el Rayo Vallecano debuté como entrenador y, en mi opinión, la experiencia fue positiva. En el Getafe pude construir un equipo y echar más raíces. No solo logramos salvarnos del descenso, sino que nos clasificamos para jugar la Copa de la UEFA por primera vez en la historia del club. En el Castilla trabajé con jóvenes futbolistas que se estaban formando para aspirar a mayores retos, pero no logramos los objetivos que nos habíamos marcado por una serie de cuestiones con las que no contaba. Lo que me pasó en el Olympiacos nunca llegué a entenderlo. Tras ser campeones de la Superliga griega y de la Copa, me echaron cuando el equipo era el segundo clasificado de la Liga a un punto del PAOK de Salónica. En el Sevilla y en el Olympique los peores momentos fueron sociales, nunca deportivos.

P. También trabajó como director de la cantera del Real Madrid. ¿Por qué dejó el cargo?

R. Porque me di cuenta de que la actual cantera del Real Madrid no se parecía en nada a la de mis años de formación. En mis primeros años de canterano estuve a las órdenes de Basilio Pozo, Laborda, San Martín, Miguel Malbo… Luego con Molowny, Del Bosque… Una cantera que tantos frutos cosechó no solo para el primer equipo del Madrid, sino para otros conjuntos españoles. El ambiente que se respiraba, deportiva y personalmente, era de una convivencia familiar sensacional. Todo lo contrario de lo que se movía a mi alrededor cuando asumí la responsabilidad de ser el director de la cantera madridista, en la que si se trabaja como es debido pueden seguir saliendo grandes futbolistas.

P. ¿Cree que en España se valora más a los jugadores extranjeros que a los españoles?

R. Eso ha ocurrido siempre y seguirá ocurriendo. Todos sabemos que Messi y Ronaldo son dos de los mejores futbolistas del mundo, pero siempre se está hablando de ellos y de sus Balones de Oro. En nuestro país solo un español, Luis Suárez, y siendo jugador del Inter de Milán, tiene el Balón de Oro. Hace tiempo se decía que España no pasaba de los cuartos de final, pero en los últimos ochos años hemos sido dos veces campeones de la Eurocopa y de un Mundial. Por ello, Iker, Xavi, Iniesta o Sergio Ramos también fueron merecedores de que les entregaran el Balón de Oro, aunque yo no creo mucho en la forma en que se concede esta distinción.

P. ¿Es cierto que mientras Florentino Pérez sea presidente del Madrid tiene muy pocas posibilidades de regresar al club?

R. No sé de dónde habrá salido que me llevo mal con Florentino Pérez, porque siempre me hacen esta pregunta. Con Florentino tengo unas relaciones normales y nunca me ha hecho un desaire, pero también es verdad que nunca nos hemos ido a comer. El presidente del Madrid recupera a exjugadores de su confianza y amistad para que trabajen en el club. Por citar algunos, ahí están Roberto Carlos, el también brasileño Ronaldo, Solari, Guti… Y cuando destituyó a Benítez, echó mano de Zidane, al que siempre destacó como jugador y persona desde el primer día que le contrató. Si viviera Ramón Mendoza, pues lo mismo yo hubiera sido entrenador del Real Madrid...

Con Rafa Benítez al frente de la plantilla ocurrieron cosas raras e inexplicables; quizás Mourinho fue el más valorado por el presidente

P. Tras la destitución de Benítez, ¿era Zidane el técnico idóneo para dirigir al Madrid?

R. En esa cuestión no voy a entrar porque, como le dije anteriormente, respeto a mis colegas. En el Madrid siempre ocurre lo mismo: se elogia su historia cuando los éxitos llegan. Ocurre como con los futbolistas: los presidentes de los clubes suelen confiar más en los técnicos extranjeros que en los españoles. Desde que se marchó Del Bosque, al Madrid le han dirigido, contando con Zidane, ocho técnicos foráneos (Queiroz, Luxemburgo, Capello, Schuster, Pellegrini, Mourinho y Ancelotti), y cinco españoles, tres de ellos de manera provisional (García Remón, López Caro y Juande Ramos) y dos destituidos después de iniciar la temporada con el equipo (Camacho y Benítez). Tras irse Ancelotti, con Benítez al frente de la plantilla ocurrieron cosas raras, inexplicables... Quizás Mourinho fue el más valorado por el presidente de los entrenadores que le he citado.

P. ¿Es normal que en ocho años el Madrid solo haya ganado un título de Liga?

R. Yo quiero tanto al Madrid que me duele mucho que en ese tiempo no haya ganado más títulos de Liga, pero, sin embargo, ha logrado dos Copas de Europa. Conquistar la Liga es más difícil que llevarse la Champions. El Madrid ha sido dos veces campeón del torneo europeo sin serlo de la competición doméstica. En mi época, si no cantabas el alirón en la Liga tenías que jugar la Copa de la UEFA, que fue lo que nos ocurrió a mis compañeros de fatigas y a mí.

Quiero tanto al Madrid que me duele mucho que en ocho años solo haya ganado una Liga, pero la Liga es más difícil que la Champions

P. No me negará que algún día le encantaría ser entrenador del Madrid. ¿Se lo ha planteado?

R: En estos momentos, no. Como comprenderá, no me voy a sentar junto a una de las puertas del estadio para que me vea el presidente cuando se acerca al club. La vida da muchas vueltas y espero que algún día pueda dirigir al Madrid, un club al que llevo en mi corazón desde muy pequeño. Además, dígame a qué técnico no le gustaría ser el máximo responsable de la plantilla madridista y trabajar en el club más laureado del mundo.

P. ¿No cree que al Madrid debería tener a un director deportivo?

R. Por supuesto, pero según se están desarrollando las cosas parece ser que no. En más de una ocasión se realizan cuestiones que no salen bien, precisamente, por no contar con una persona que ocupe este cargo, que debería ser un exfutbolista del Madrid de prestigio. Es decir, el encargado de mediar entre el entrenador, los jugadores y el presidente. A veces sale a relucir el ego de alguien y, en esos casos o en otros, la misión del director técnico suele ser fundamental. El otro principal objetivo de quien ocupe ese puesto es saber lo que necesita la plantilla a la hora de fichar y defender los intereses del club por encima de todo.

Claro que me gustaría entrenar al Madrid, pero no me voy a sentar junto a una de las puertas del estadio para que me vea el presidente

P. ¿Qué conclusiones ha sacado de los cuatro empates seguidos del equipo de Zidane, tres en la Liga y uno en la Copa de Europa?

R. De ese tema no voy a opinar. La Liga acaba de empezar y pueden aún pasar muchas cosas. También el Barcelona ha perdido ya dos partidos: uno en su casa frente al Alavés y el pasado domingo ante el Celta en Balaídos. El termómetro del fútbol es si el balón entra. Si al Barcelona se le ha elogiado más que el Madrid en los últimos años es porque han salido grandes jugadores de su cantera y porque ha mantenido un estilo de juego primero con con Guardiola y, después, con Luis Enrique. Ha sido un ciclo avalado por un buen número de títulos, pero como dice el refrán: la risa va por barrios. Aún queda mucha tela que cortar en la presente temporada.

P. Una curiosidad, ¿es partidario de las rotaciones?

R. No hay más remedio. Hay que contar con 17 jugadores porque la campaña es muy apretada, aparte de los que son convocados para jugar con sus selecciones.

Lleva más de una década en esa ardua tarea de ejercer como entrenador. Ha dirigido a cuatro equipos españoles: Rayo Vallecano, en el que inició su carrera de técnico; Real Madrid Castilla, Getafe y Sevilla; y a dos extranjeros, el Olympiacos y el Olympique de Marsella. Seis banquillos que José Miguel González del Campo, Míchel, (Madrid, 1963) guarda en su historial de técnico con más satisfacciones que sinsabores.

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