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Solo el Real Madrid que provocó la dimisión de Florentino llegó peor al Camp Nou
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los blancos estaban a 11 puntos del Barça

Solo el Real Madrid que provocó la dimisión de Florentino llegó peor al Camp Nou

En lo que va del siglo XXI, el Barça ha sido superior al Real Madrid en el Camp Nou. En la temporada 2005-06, recibió a los blancos con 11 puntos de ventaja, uno más que ahora

Foto: Messi festeja la victoria del Barcelona en 2014. (Reuters)
Messi festeja la victoria del Barcelona en 2014. (Reuters)

El segundo Clásico de esta temporada llega aderezado con un plato de varias salsas picantes, entre ellas el reto de Zidane en su debut como entrenador del Real Madrid frente al FC Barcelona; enfrentarse al líder de la competición que tiene en su haber 10 puntos más que el equipo blanco; los 39 partidos que lleva invicto el conjunto azulgrana y el único aliciente de los madridistas de salvar la irregular temporada con la conquista de la Copa de Europa. Los precedentes de estos clásicos en el Camp Nou no son muy halagüeños para el técnico francés, ya que desde la campaña 2008-09 sus predecesores (Juande Ramos, Pellegrini, Mourinho y Ancelotti) debutaron con derrota en la visita al feudo catalán. El único que salió airoso del trance fue Schuster, que en la campaña 2007-08 se apuntó el triunfo con un solitario gol del brasileño Baptista.

A partir de la temporada 1995-96, en que instauró en el fútbol español los tres puntos por victoria, el Barcelona obtuvo mejores resultados que el Real Madrid. En estos 20 años que han transcurrido con este sistema de puntuación, hubo significativos detalles en los Madrid-Barça que merecen ser recordados. Una temporada en que el equipo blanco navegaba por la Liga a la deriva. El 24 de enero de 1996, Jorge Valdano fue destituido y le relevó en el cargo Arsenio Iglesias, que no pudo enderezar el rumbo de un equipo sin ambición ni estímulos. En la jornada 26, el Madrid visitaba al Barcelona con esta caótica situación: a 16 puntos del líder, el Atlético de Madrid, y en sexta posición, por detrás del Barça, Espanyol, Compostela y Valencia. En el encuentro contra el conjunto barcelonista, los hombres de Arsenio perdieron por 2-0.

Cuatro años después, en la última temporada del siglo XX (1999-2000), el Real Madrid ya estaba en la picota de la crítica cuando, en la séptima jornada, se enfrentó al Barcelona, que ostentaba el liderato. Llegó a la ciudad condal teniendo por delante al Rayo, Celta, Espanyol, Zaragoza, Deportivo y Racing, y clasificado en la octava posición. El Barça, que les sacaba seis puntos de diferencia a los de Chamartín, mantuvo esa diferencia de puntos al concluir el partido con empate a dos.

Al comenzar el siglo XXI, Florentino Pérez iniciaba su primera aventura como presidente del Real Madrid. En su primer lustro, con su prepotencia habitual, presumía de los éxitos del equipo, tras ganar dos Ligas, dos Supercopas de España y tres títulos continentales: la Copa de Europa, la Supercopa europea y la Copa Intercontinental. Era la llamada 'época de los galácticos' y la política de 'Zidanes y Pavones'. Sin embargo, aquellas festivas celebraciones y agasajos se convirtieron en una serie de debacles, deportivos e institucionales, que emborronaron la historia del club.

La temporada 2003-04 y la siguiente ya presagiaron que el Real Madrid iba hacia el abismo. En la primera, terminó la Liga en cuarta posición, a siete puntos del campeón, el Valencia, y a cuatro del Barcelona. En la segunda, el Barça se adjudicó el título, a solo dos puntos de diferencia del Madrid. Los dos consecutivos trofeos de Liga perdidos acobardaron a Florentino Pérez. El presidente, tras comprobar que los 'galácticos' hacían de su capa un sayo, comenzó con el baile de entrenadores: Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro… Pero lo que más soliviantó a los madridistas fue la inesperada dimisión de Florentino mediada la temporada 2005-06.

Tras la derrota en Mallorca por 2-1, el 26 de febrero de 2006, dimitió sin dar ninguna explicación a la junta directiva. Luego, en una improvisada rueda de prensa, volvió a mentir, como en otras muchas ocasiones, al manifestar que “la vida es larga, pero no volveré a ser presidente, aunque seguiré como socio del Madrid”, agregando que “después de haber cambiado a varios entrenadores, lo único positivo era cambiar al presidente”. Le ofreció el cargo a Fernando Martín a dedo, que dejó la presidencia porque, desde ACS, Florentino le quería manejar. Luis Gómez-Montejano se convirtió en provisional presidente, asumiendo la inestabilidad del club, similar o parecida a la actual.

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A Juan Ramón López Caro le tocó bailar con la más fea. Se encontró con un vestuario mimado por Florentino, con las relaciones deterioradas entre más de un jugador y, lo más significativo, la falta de actitud del equipo. El 1 de abril de 2006, en la jornada 31, el Barcelona no solo comandaba la clasificación, sino que miraba al Real Madrid a 11 puntos de distancia, es decir, uno más que en la actualidad. Fue un bronco encuentro, que finalizó con empate a uno, con goles de Ronaldinho, al transformar un penalti inexiste, y de Ronaldo Luís Nazario de Lima. López Caro, ante la extrañeza de propios y extraños, dejó a Raúl en el banquillo. Era el primer clásico que Raúl no jugaba en las 16 temporadas que estuvo en el Real Madrid.

A Medina Cantalejo, árbitro del partido, le llovieron palos a diestro y siniestro. Expulsó a Roberto Carlos en el minuto 25 “por dirigirse a mí y a uno de mis árbitros asistentes en los siguientes términos: '¡Tú y tú sois unos mierdas!”, según reflejó en el acta. Aquella nefasta temporada del Madrid concluyó con el Barcelona ganando la Liga, mientras el equipo blanco se clasificó en el segundo lugar a 12 puntos.

En la edición 2007-08, Bernd Schuster firmó por el Real Madrid. En esta temporada, el técnico alemán consiguió el título de Liga y el de la Supercopa de España. En la siguiente, el deslavazado juego de los blancos y unas pesimistas declaraciones fueron las causas de su destitución. Tras la derrota ante el Sevilla en el Bernabéu (3-4), en la siguiente jornada el Madrid visitaba el Camp Nou. Al preguntarle su opinión sobre el encuentro, Schuster dijo que era "imposible que el Madrid ganara al Barça”. Por estas palabras fue destituido el 9 de diciembre de 2008. Le reemplazó Juande Ramos, que seis días después, en la jornada 14, debutó como técnico madridista frente al conjunto azulgrana. Llegaba el equipo blanco al Camp Nou alejado de los blaugranas a nueve puntos y en quinta posición. El vaticinio de Schuster se cumplió. El Barça ganó por 2-0 y se distanció del Madrid con una diferencia de 12 puntos.

Este nuevo Clásico se presenta con unas cuantas incógnitas, que no son sencillas de despejar, y que tienen en vilo a Zidane y a la afición madridista. Es decir, si se verá un Real Madrid peleón y combativo o si, por el contrario, será un equipo con esa apatía que ha mostrado en más de un partido en lo que va de temporada. Hasta la fecha, al Madrid se le han resistido los llamados grandes. Y las tertulias madridistas han sacado a relucir el humillante 0-4 que el Barcelona le endosó al Madrid en Chamartín. La derrota en el Camp Nou y situarse a 13 puntos del líder sería otro duro varapalo. La victoria supondría abrigar pequeñas esperanzas de aspirar al título de Liga que, salvo sorpresas mayúsculas, tampoco este año reposará en las vitrinas del Bernabéu. Además, hay que volver a recordar que los entrenadores que debutaron en el clásico, desde Juande Ramos a Ancelotti, salieron derrotados del Camp Nou, con la excepción de Schuster. Quizá Zidane rompa este mal fario.

El segundo Clásico de esta temporada llega aderezado con un plato de varias salsas picantes, entre ellas el reto de Zidane en su debut como entrenador del Real Madrid frente al FC Barcelona; enfrentarse al líder de la competición que tiene en su haber 10 puntos más que el equipo blanco; los 39 partidos que lleva invicto el conjunto azulgrana y el único aliciente de los madridistas de salvar la irregular temporada con la conquista de la Copa de Europa. Los precedentes de estos clásicos en el Camp Nou no son muy halagüeños para el técnico francés, ya que desde la campaña 2008-09 sus predecesores (Juande Ramos, Pellegrini, Mourinho y Ancelotti) debutaron con derrota en la visita al feudo catalán. El único que salió airoso del trance fue Schuster, que en la campaña 2007-08 se apuntó el triunfo con un solitario gol del brasileño Baptista.

Florentino Pérez Zinédine Zidane
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