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El Barça respiró aliviado en el vuelo a Tokio... y con su presidente en Qatar
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con la mente puesta ya en el mundial de clubes

El Barça respiró aliviado en el vuelo a Tokio... y con su presidente en Qatar

La derrota del Madrid en El Madrigal hace menos malo el tropezón ante el Deportivo. Quien no voló a Japón fue Bartomeu, que se marchó a Qatar para retomar las negociaciones con su patrocinador

Foto: Messi celebra su gol al Deportivo. (EFE)
Messi celebra su gol al Deportivo. (EFE)

Cuando la plantilla del FC Barcelonaaterrizó ayer a medianoche -hora española- en Tokio ya sabía que el pinchazo del sábado ante el Deportivono había sido para tanto. En las 14 horas que duró el vuelo de Barcelona a Japón dio tiempo a que cambiara el ánimo gracias al Real Madrid, que no fue capaz de ganar en Villarreal después de un desastroso primer tiempo y a pesar del ímpetu del segundo. El mal cuerpo de los azulgrana tras dejarse empatar un encuentro que iba ganando por 2-0, cambió tras enterarse de que los madridistas tampoco habían hecho sus deberes. El Atlético sí cumplió, pero en el Barça suelen ensimismarse con los blancos y el otro equipo de la capital no les inquieta... por ahora. Y debería. Ya son colíderes.

Así, con la sensación de que la pifia del Depor era menos pifia, la expedición azulgrana viajó directamente de Tokio a Yokohama, donde esta tarde se ejercitarán por primera vez sabiendo ya quién es su rival en las semifinales, el Guangzhou chino del ex seleccionador brasileño Luis Felipe Scolari, que este domingo eliminó al América de México. El Barça sencillamente no se puede permitir caer en la semifinal ante un equipo chino. Es más, lo que no sea ganar el título de campeón del mundo será considerado como un fracaso y Luis Enrique lo sabe. Por ello, el técnico asturiano no quiso ni oír hablar de una posible final con el River -que jugará con el Sanfrecce de Hiroshima- antes del encuentro del próximo jueves. Sobre todo, después del escarmiento de empatar los últimos tres partidos frente al Valencia, el Bayer Leverkuseny el Deportivo.

Ha caído el Barça en cierta autocomplacencia después de sobreponerse a la adversidad de la lesión de Messi, con la plantilla justa y la semana fantástica del 0-4 en el Bernabéu y el 6-1 ante la Roma. Parecía en ese momento un equipo intratable, porque lo era, pero ha fallado. En Valencia por no saber aprovechar hasta siete ocasiones en la primera mitad y dormirse luego en la segunda tras adelantarse en el marcador. Frente al Depor, por subirse al avión con destino a Japón cuando aún faltaba media hora para que se terminara el encuentro. En ambos partidos la mirada se ha vuelto hacia Luis Enrique y su manejo del banquillo. En Mestalla el técnico no hizo ningún cambio. El sábado realizó los tres. Las dos decisiones se han analizado como erróneas por su parte. Tras el empate en el Camp Nou, el entrenador admitió que a lo mejor se había equivocado, pero disparó también hacia otro lado: “Quizás esperaba más de los cambios, pero me lo apunto”.

Tan encantado de haberse conocido estaba el Barça que incluso se restó importancia a la lesión de Neymar, que, sencillamente ha sido su mejor baza en lo que va de temporada. El brasileño ha viajado a Japón y será baja segura para el encuentro ante el Guangzhou y seria duda en el caso de que el Barça juegue la final el próximo domingo.

Y mientras tanto, Bartomeu enQatar

Los que no estaban ayer en el avión que trasladó a la expedición culé a Tokio eran el presidente Josep María Bartomeu y el vicepresidente Manel Arroyo. Ambos tienen previsto viajar a Qatar para retomar las negociaciones después del fiasco que supuso su último viaje justo antes de la Asamblea de Compromisarios. El objetivo es cerrar el acuerdo de patrocinio y presentarlo en Asamblea el próximo mes de enero. El tiempo apremia además porque Nike tiene prisa para poder empezar a fabricar las nuevas equipaciones.

La incógnita está en ver si Bartomeu y Arroyo consiguen, como era su primera intención, más de los 60 millones que había logrado el ex vicepresidente económico Xavier Faus justo antes de dimitir por las elecciones. El cambio de las condiciones enfadó a los qatarís y rompieron la negociación con el club catalán. Ahora, pasado el tiempo, tendidos nuevos puentes, Bartomeu y Arroyo vuelven a la carga. Ya veremos con qué resultados y qué cifras exactamente.

Cuando la plantilla del FC Barcelonaaterrizó ayer a medianoche -hora española- en Tokio ya sabía que el pinchazo del sábado ante el Deportivono había sido para tanto. En las 14 horas que duró el vuelo de Barcelona a Japón dio tiempo a que cambiara el ánimo gracias al Real Madrid, que no fue capaz de ganar en Villarreal después de un desastroso primer tiempo y a pesar del ímpetu del segundo. El mal cuerpo de los azulgrana tras dejarse empatar un encuentro que iba ganando por 2-0, cambió tras enterarse de que los madridistas tampoco habían hecho sus deberes. El Atlético sí cumplió, pero en el Barça suelen ensimismarse con los blancos y el otro equipo de la capital no les inquieta... por ahora. Y debería. Ya son colíderes.

Luis Enrique
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