Las nuevas alternativas para cubrir la baja de Modric reducen el miedo a otro desastre

El Real Madrid ha tenido históricamente tan buenas plantillas que es osado decir que un jugador haya sido en cualquier época insustituible, que sin él, el rendimiento colectivo bajase de manera exagerada. Algunos casos ha habido, por supuesto, pero son difíciles de ver. Si no estaba Di Stéfano, Puskas, Gento y Kopa se apañaban para sacar el partido adelante. Sin Butragueño había un grupo de canteranos sensacional y Hugo Sánchez para finiquitar. Sin Raúl había gente como Zidane y Figo para que no se notase. Y en la actualidad, no deberíamos ni darnos cuenta en absoluto de que no está Modric a partir de ahora. Pero el año pasado se notó su ausencia, pero mucho.

No ha pasado ni un año, pero han pasado tantas cosas desde entonces que parece que el Real Madrid nunca estableció la mejor racha de victorias oficiales de la historia de Europa. Es evidente que el Madrid es una máquina de ganar y está construida para ello, pero aun así, acumular 22 victorias consecutivas en el fútbol de hoy es un logro inapelable, histórico. Y lo mejor es que en muchos de esos 22 partidos ganados, el Madrid acumuló momentos de un fútbol excelso, con goleadas, recibiendo muy pocos goles. Y de repente, fue Croacia a jugar a San Siro y además de dar su afición un pobre espectáculo, Modric se lesionó y echó por tierra buena parte de las opciones blancas en todas las competiciones.

Hay una cosa curiosa con las lesiones de Modric producidas con Croacia: siempre resultan ser más de lo que en principio parecía. En noviembre del año pasado, su lesión parecía un pinchazo en los isquiotibiales, pero finalmente estuvo fuera de juego durante casi cuatro meses. En la última convocatoria con la selección ajedrezada, también se lesionó, pero no parecía revestir gravedad. Cuando llegó a Madrid, resultó que se iba a perder como mínimo dos semanas, siendo demasiado optimistas. Lo más probable es que no juegue hasta dentro de tres, en el partido de vuelta contra el Paris Saint-Germain en el Bernabéu.

Visto lo que sucedió la campaña pasada, Modric es el jugador al que más miedo daba perder en el seno del Real Madrid. Tan relevante fue perderlo esos cuatro meses intermedios y el último final (y decisivo, realmente) que el Madrid fue eliminado por el Atlético en Copa, cayó en Champions League y perdió las opciones en la Liga, cuando era claro favorito en los tres torneos. Y este año, el equipo de Benítez ha empezado con resultados aceptables con él... así que sin Modric da pánico pensar cómo pueden acabar estas tres semanas.

¿Por qué resultó ser tan relevante la ausencia de Modric? Por un motivo muy sencillo pero de imposible arreglo: a Ancelotti no le gustaban ni Illarramendi, ni Lucas Silva, y Khedira estaba en la rampa de salida para firmar con la Juventus. Es decir, en realidad no tenía un reemplazo directo y fiable del croata. Si jugaban alguno de los dos era porque no había más remedio. De hecho, la alternativa a Modric acabó siendo Isco, pero no es interior, no tiene la capacidad de organizar a todo un equipo que tiene Modric. Isco tiene otras virtudes, pero entre ellas no se encuentra esa.

Y para eso, Benítez le dijo a Florentino que quería a Casemiro de vuelta, porque el Madrid no tenía ningún mediocentro defensivo de ese corte. Kroos jugaba el año pasado como pivote único, posición que no es la suya, tampoco la de Modric, e Illarra y Silva no parecían servir para ello. Casemiro se antojaba imprescindible, más aún después de despuntar enormemente en el Porto. Es decir, Casemiro viene a desahogar a Kroos, para que llegue más fresco al final de temporada.

La última incorporación del Real Madrid fue Mateo Kovacic. Al principio sorprendió que se contratase a un jugador con perfil de suplente por 35 millones de euros, pero al final su función va a ser muy destacada a partir de ahora. Kovacic es un futbolista relativamente similar a Modric en cuanto que es un centrocampista cuya función primaria es el juego ofensivo, pero con una capacidad de trabajo altísima desarrollada posteriormente. Teóricamente, debería ser el indicado para ocupar ahora su lugar, aunque esto depende de Benítez, claro. Es cierto que no hay muchas más opciones, al estar James lesionado y con Marcos Llorente muy lejos todavía de poder formar parte del primer equipo.

El año pasado el Madrid tenía a tres suplentes que no servían para cubrir la baja de Modric. Este año tiene sólo dos que sí cumplirán esa función.