El Rayo, un lobo con piel de cordero, listo para comprar una franquicia en EEUU

Quién te ha visto y quién te ve. “El Rayito sigue siendo un equipo de barrio pero se ha sacudido las pulgas y ahora está cerca de ser un pionero abriendo mercado en Norteamérica”. Las paredes del Campo de Vallecas rezuman ilusión porque a la vez que apuntalan su casa en La Liga están con los planos para levantar otra en Estados Unidos, concretamente en Oklahoma City. La próxima semana, el Rayo Vallecano podría culminar la compra de la mayoría de acciones de una franquicia para disputar la NASL, la considerada segunda competición de EEUU, donde compite el Cosmos de Raúl, el Fort Lauderdale de Ronaldo y lo hará en la próxima temporada el Miami FC de Paolo Maldini. El Rayito puso un pie en China en el año pasado con su patrocinador Qbao y ahora pondrá otro, más firme, en las Grandes Llanuras. Del Valle del Kas a la Tierra Prometida. Del fútbol al soccer.

“El Rayo es el mejor escaparate para un futbolista”. En 2012, durante una charla con El Confidencial, el presidente Raúl Martín Presa no escondió que las necesidades económicas obligaban a tener una filosofía de compraventa atractiva para un jugador. La propuesta hacia ella era -y sigue siendo-: vivirás en Madrid, jugarás contra los mejores equipos y te verán en todo el mundo porque lo harás dentro de la considerada mejor liga del mundo. Una inversión para ambas partes que sigue funcionando. Aquella conversación se dio un año y medio antes de que el máximo mandatario rayista saliera del Juzgado Mercantil número 3 de Madrid con una amplia sonrisa en la boca: el club salía de la Ley Concursal tras más de dos años de “duro trabajo”.

Los malabares en la secretaría técnica de Felipe Miñambres los ha hecho buenos Paco Jémez sobre el césped (como hizo en su momento Sandoval) para en las últimas temporadas haber realizado tres de las mejores en la historia del club. Aún así, este año el mensaje era el mismo: “Raúl Jiménez era una de nuestras primeras opciones y no llegamos. Por la cesión piden dos millones, luego al jugador hay que pagarle la ficha entera, que es otro tanto... Y Michu está complicado. Tiene una ficha alta en el Nápoles, cuesta un dinero y nosotros no nos podemos equivocar en este tipo de operaciones ”. Económicamente, al Rayo no le da para estos futbolistas, pero sí para adquirir una franquicia en la considerada segunda liga norteamericana…

“¡Odio eterno al fútbol moderno!”

“Gracias a una inversión como esta en Estados Unidos, quizás dentro de dos o tres años el Rayo pueda retener a jugadores importantes”. Donde unos ven gasto, en Vallecas ven inversión. Porque en esta aventura van con dinero de su bolsillo... no hay 'chinos' detrás. Han ampliado el escaparate del que hablaba Martín Presa hace más de tres años. La pequeña tienda de barrio se ha lanzado al emergente mercado Norteamericano. “Nadie pensaba que el Rayito pudiera establecerse en China o Estados Unidos, y mira.”, susurra con orgullo el hormigón del estadio de la Albufera. Mientras en el fondo de Vallecas la peña de los Bukaneros grita en cada partido “¡odio eterno al fútbol moderno!”, en los despachos franjirrojos son unos humildes abanderados de este estilo liberal, como también los son sus 'colegas' alemanes del St Pauli, quienes tienen en su calavera antifascista al mejor reclamo para subsistir económicamente en este “fútbol moderno”.

De los 350.000 vecinos de Vallecas los 600.000 de la Ciudad de Oklahoma -1,3 millones de residentes en su zona metropolitana-, donde habitualmente están acostumbrados a los 'truenos' de los Oklahoma City Thunder de Kevin Durant, Westbrook y Serge Ibaka (no tiene equipo en la NFL, MLB ni NHL). Y si hay truenos, ¿por qué no rayos? Este sería un segundo paso a definir una vez se resuelvan los flecos que restan para estampar la firma: diseño del escudo, camiseta, cuál es el mejor estadio para jugar...

Con alma obrera, el Rayo Vallecano de Madrid se está convirtiendo potencialmente en un lobo con piel de cordero: “Somos un equipo pequeño, humilde, y necesitamos dar esa imagen. El Rayo tiene que pelear año a año y esperar que se dé todo muy bien para seguir en Primera. El día que dejemos de pensar eso, se acabó el Rayo. Somos el segundo presupuesto más bajo de la categoría y el día que se nos olvide eso nos vamos a tomar por culo”. Paco Jémez mamó la filosofía rayista como jugador en los 90 y desde 2012 como entrenador.

Descender y 'perder' cerca de 30 millones fijos

Las anteriores palabras son de esta misma temporada, exponiendo en pocas líneas el significado del Rayo: un pequeño club que juega en una gran liga. Al menos, como dijo el entrenador rayista, es la “imagen” que da y que continuará inculcando a quien venga porque si el conjunto vallecano desciende el globo podría pincharse. Por televisión y tras la centralización de los derechos de televisión de La Liga, la estimación es que en los próximos años pase de ingresar los 20 millones de euros actuales a los 30 o 50 por temporada, según prevén desde La Liga. Si baja, el ingreso será notablemente menor.

De hacerse real esta 'expansión' a Norteamérica (la NASL tiene dos equipos de Canadá), en el club creen que el atractivo para un jugador de fichar por el Rayo crecerá porque su proyección se amplía. “Actualmente, los niños estadounidenses consideran el fútbol como su deporte preferido o lo sitúan al mismo nivel que cualquier otro tradicional en cuestión de popularidad. Existe una gran potencial y por eso decidimos crear un equipo”, explicó a El Confidencial hace un par de meses Riccardo Silva, copropietario junto a Maldini del Miami FC. En esta necesidad de crecimiento el nuevo ensanche de Vallecas llega hasta Oklahoma. Quizás, dentro de poco separe sólo una parada a Portazgo y la Reno Avenue y el padre obrero de Vallecas cante con orgullo los goles de su 'hijo', el Rayo de Oklahoma.