Braida firma hoy, Bartomeu declara mañana y los jugadores sostienen al club

El Barça de Luis Enrique sigue sin aflojar y ayer sumó su décimo partido consecutivo venciendo. Es el equipo el que está sosteniendo ahora a una entidad que verá mañana a su presidente, Josep María Bartomeu, hacer el ‘paseíllo’ en la Audiencia Nacional para declarar como imputado ante el juez Ruz. El aficionado culé se ha refugiado en el primer equipo de fútbol (en el filial Eusebio acaba de ser destituido) y sigue confiando en que ésta puede ser una buena temporada. En cuatro días, el conjunto azulgrana ha aprovechado la debacle del Madrid en el Calderón para ponerse a un solo punto en la Liga y tiene casi un pie en la final de Copa tras el 3-1 de ayer.

El Barça suma y sigue y ahora el único ruido proviene de los despachos y no del campo. Bartomeu declarará mañana ante el juez Ruz en plan Gary Cooper en ‘Solo ante el peligro’. Denunció el presidente a los poderes del Estado y sus vicepresidentes, Faus y Vilarrubí, le llevaron la contraria. Anoche, en el palco del Camp Nou, Ariedo Braida se sentó junto a Charlie Rexach y hoy será presentado oficialmente. Será el responsable de fútbol internacional, un cargo a su medida puesto que del nacional debe andar pez. Ya ni digamos de la cantera. El fichaje del ex director deportivo del Milan deja frío a una afición que sabe que no habrá fichajes hasta enero y sí elecciones en verano, así que el paso de Braida por el club puede ser un visto y no visto. De aquí a que el socio vote tampoco le va a dar mucho tiempo, ni las circunstancias con el castigo de la FIFA son las más adecuadas, como para que el socio culé se entusiasme por el fichaje de una vieja gloria del Milan.

Al club, en fin, le sostiene un equipo que se ha puesto las pilas y está serio. Ayer ante el Villarreal certificó la mejor racha de la temporada y Leo Messi marcó por novena vez consecutiva. No fue un Barça brillante, pero sí formal y cumplidor. Luis Enrique decidió hacer cambios y fue el centro del campo la línea elegida. Alineó a Mascherano, Iniesta y Rafinha y dejó en el banquillo a los tres que jugaron en San Mamés: Busquets, Xavi y Rakitic y el equipo no se descompuso. El técnico ha pasado de volver locos a los jugadores con sus cambios de esquema a dar retoques a las alineaciones y ser aplaudido por su reparto de minutos y descansos pensando en lo que queda de temporada. El equipo funciona. El club va a remolque.