Simeone eleva al máximo la exigencia dentro y fuera del vestuario

Son detalles, pero están muy presentes en el día a día del Atlético de Madrid. Con la llegada de la parte decisiva de la temporada, el equipo está introducido en un túnel de concentración colectiva constante, donde Simeone vigila absolutamente todo lo que pasa.

Deportivamente, el técnico gestiona obsesivamente todos los pormenores para que el rendimiento de sus hombres no decaiga. No es nada fácil pese a los buenos resultados. La situación de Villa, de quien reconoció Simeone que “siento y sé que está molesto” tras no jugar ni un minuto en la eliminatoria ante el Milan, la readaptación de Diego Ribas, el acomodo de Sosa o el ostracismo casi crónico de Adrián son algunos de los casos individuales que debe capear en estos momentos.

En este sentido, como hemos explicado aquí varias veces, el Cholo lo tiene clarísimo, ‘más madera’ y quien no soporte el ritmo de competencia y trabajo, que se baje del tren. “Vamos a tener dos partidos más de Champions y quizá podamos rotar.Eso alienta a seguir todos vivos, sobre todo los que se den cuenta, claro. Los que no se den cuenta van a tener menos minutos", soltó con contundencia en la rueda de prensa tras pasar a cuartos de final de la máxima competición continental. Es el aviso a navegantes que sus jugadores oyen multitud de veces en privado y que de vez en cuando Simeone repite en público para que quede lo más nítido posible.

El entrenador argentino suele comentar que en su cargo siempre se está preocupado por algo. Con el buen hacer del equipo, sus jugadores han comenzado a estar en boca de la mayoría de equipos grandes, y las especulaciones acerca de una ‘operación salida’ importante a final de temporada es un motivo de distracción relevante que rodea al equipo. El control sobre las informaciones y el trabajo de la prensa próxima al club se ha aumentado. Digamos que cuando el Atlético todavía no peleaba por la Liga o la Champions, había más cercanía en el trabajo informativo, siendo éste bastante más cómodo.

El jefe del vestuario rojiblanco, al que siempre acompaña su jefe de prensa personal, ve bien que el club sea cada vez más estricto en ese tipo de cuestiones. Y persigue que el mensaje que se lance desde el equipo sea siempre uniforme, que no haya hueco para más de una interpretación diferente. Algo de eso es lo que se hizo tras el derbi de Liga ante el Real Madrid, como informó El Confidencial.

Por las oficinas del Manzanares se habla del nivel de tensión que se nota con la llegada de la parte del curso donde todo está en juego. Ha aumentado bastante, y más allá de los muros del vestuario de Majadahonda. Los futbolistas están demostrando, tal y como se vio el martes, que se han acostumbrado con normalidad a tanta exigencia. El resto de profesionales de la entidad, sobre todo los más próximos a la plantilla, han captado el mensaje y tratan de dar lo mejor de sí en sus labores.

Desde que llegó, Simeone ha puesto a todos firmes en el Atlético, hecho que simboliza la gran trascendencia de su liderazgo. Lo hace sin grandes aspavientos, tratando de influir como él considera que mejor sienta a una entidad que conoce a la perfección. Su obsesión por mejorar y ganar le hace no entender de otra manera la forma de desenvolverse en su trabajo. Y los que le rodean le siguen de cerca sin rechistar.