A Iker Casillas le gustaría jugar de blanco hasta los 40 "pero no será posible"

Un día después de haber sido testigo del derbi desde el banquillo, el capitán de la Selección y antes de unirse a sus compañeros en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, Iker Casillas pasó por los micrófonos de ‘Lo mejor que te puede pasar’ enMelodía FM donde desveló su deseo de jugar hasta los 40 en el Real Madrid al mismo tiempo que era realista: “Habrá un momento en que no será posible”. Además, el portero madrileño espera poder estar este miércoles en el Calderón frente a Italia: “Espero jugar. Estar en la Selección es muy importante para mí y estoy agradecido por la confianza del entrenador”.

El guardameta del Real Madrid alterna la protección de la portería blanca con Diego López y explicó la pelea por la titularidad absoluta: “Intentas luchar para aspirar a querer más. Yo soy muy ambicioso y siempre quiero jugar siempre respetando a los compañeros”. Al hilo de estas declaraciones, confesó cuáles son sus actuaciones preferidas bajo palos: “La parada que hice a Perotti, la de la final de la Champions en 2002 y la que le hice a Robben en la final del Mundial de Sudáfrica. Recuerdo todas ellas”.

Casillas aseguró que espera tener una carrera deportiva larga ya que se ve con posibilidades de “jugar hasta los 40; si un portero se cuida puede llegar a esa edad. Ojalá pudiera jugar hasta los 40 en el Real Madrid, pero habrá un momento en que no será posible. Cuando acabe mi contrato, me plantearé si sigo o no en el Real Madrid”. En este sentido, expresó su deseo de seguir añadiendo trofeos a su palmarés porque “es maravilloso tener la oportunidad de ganar títulos y salir a la calle para disfrutarlo con todos los aficionados; eso es un privilegio” y asegura que con el paso del tiempo “cada vez piensas más qué hacer cuando dejes el fútbol. Me gustaría seguir vinculado al mundo del fútbol y ayudar a mi club si se presta a ello”.

Finalmente habló de la fortuna que los porteros pueden tener bajo palos: “Creo que eso es un poco un cuento que tenemos para disimular algo. Recuerdo que cuando debuté contra el Athletic las cosas no salieron del todo bien, bajé de nuevo al filial, se lesionó Illgner y volví al primer equipo. Pasó algo parecido en el Mundial de Corea y Japón. Es verdad que hay momentos que nunca piensas que pueden suceder... y suceden. Nunca quieres que le pase nada a un compañero, pero aproveché la oportunidad”.