Torres, un tanto para reivindicar su titularidad y la de su amigo Juan Mata

Contra todo pronóstico, Fernando Torres formaba parte de la alineación titular. Mourinho eligió al español como su delantero para enfrentarse al Bayern de Múnich. Chocó la decisión porque si por algo se han caracterizado los últimos onces titulares del luso ha sido por la ausencia de un 'nueve'. Era la técnica elegida por Mourinho para presionar a la directiva del Chelsea. Al parecer, no le valían los delanteros que tiene en su plantilla. El viernes apostó por Torres y éste se reivindicó con un tanto que tenía una dedicatoria especial: Juan Mata.

Mourinho aterrizó en Stamford Bridge y una de las primeras tareas de su lista fue charlar con los jugadores españoles: Torres, Mata y Azpilicueta. El técnico portugués les aseguró que contaba con ellos y que dispondrían de minutos. La promesa ha ido perdiendo fuerza con el paso del tiempo. El lateral españolsabía que Ivanovic era el dueño del carril derecho, mientras que Mata ha tenido que ver cómo llegaba William, un jugador de su mismo estilo, y Torres ve aumentada la competencia existente con el fichaje de Samuel Eto'o.

Precisamente, el camerunés entraba en los planes de Mourinho para la Supercopa. Su idea era alinear al africano, pero finalmente el peso del ataque lo llevó Fernando Torres. Y no tardó en aprovechar la ocasión para reivindicarse: su media volea inauguraba el marcador. El español no dudó ni un segundo: formó con sus manos el número diez. Su tanto estaba dedicado a Juan Mata que veía el encuentro desde el banquillo. El que fuera jugador de Atlético y Liverpool no olvida que el asturiano fue su principal apoyo cuando todos cuestionaban y criticaban su acierto frente a las porterías rivales.

Lo cierto es que no corren buenos tiempos para Juan Mata. El internacional español se convirtió en la referencia del juego del Chelsea. Era su líder, de sus botas nacía el juego y el ritmo de los 'blues', tanto que fue elegido mejor jugador del equipo la temporada pasada. Es uno de los ídolos de Stamford Bridge, pero Mourinho ha debido pasar por alto todos estos méritos. En el Eden Stadium pasó cuarenta minutos calentando hasta que Azpilicueta le llamó. Juan Mata pensó que sería el siguiente en entrar al campo. No fue así. Mourinho había dado orden de que recuperase su sitio en el banquillo. La cara del asturiano era un poema. Ni el gol de su amigo Fernando logró paliar el amargo sabor de la derrota frente al Bayern.

La fama que acompaña a Mourinho habla de su escasa predilección por los jugadores españoles. En los últimos encuentros, éstos han visto cómo el banquillo se convertía en su lugar habitual. Sólo el tiempo desvelará si la titularidad de Torres fue consecuencia de la imposibilidad de contar con Eto'o o una oportunidad, bien aprovechada por el jugador, para presentar su candidatura al equipo inicial. Lo que es cierto es que los integrantes del 'Spanish Chelsea' van a tener que trabajar duro para regresar a la primera línea. Incluso el mejor jugador de la temporada pasada.