Campeones por aplastamiento

España conquista títulos por duplicado. Lo hizo con la Absoluta en la pasada Eurocopa y lo ha repetido la selección sub-21 en Israel, donde firmó con una severa goleada (4-2) a Italia su segundo Europeo de manera consecutiva. Un dominio desconocido que sitúa a España en la cúspide del fútbol mundial. Los campeones del mundo tienen el relevo asegurado. No se conoce una generación inmediata más pujante que la española.

Es tal el paralelismo entre ‘mayores’ y ‘pequeños’ que hasta el  marcador en Jerusalén recordó al de la final de la Eurocopa absoluta. El rival era el mismo. Si España rubricó su título en Kiev con un rotundo 4-0, la sub-21 lo hizo con otros cuatro goles y dos tantos italianos para maquillar el marcador, que no el juego. La victoria, en cualquier caso, fue igual de aplastante. Italia tendrá que pasar por el diván y quién sabe si determinará que será mejor volver al Catenaccio y olvidarse del soplo de fútbol aperturista que recorre a la azurra.

Gran culpa de todo ello tuvo Thiago Alcántara. A la deriva a bordo del Barcelona, el centrocampista encuentra el norte cada vez que viste a la Roja. Su actuación fue tan brillante como rotunda firmando tres de los cuatro goles de la selección. Pocos pueden presumir de salir de una final con un hat-trick a las espaldas. Él, sí. Abrió el marcador con un remate de cabeza a pase de Morata en un ejercicio de papeles cambiados y fue el encargado de remontar el tanto del empate de Immobile con un golazo dentro del área. Antes de marchar camino de los vestuarios hizo el tercero transformando un penalti inapelable sobre Tello. Una exhibición insultante de un jugador que vuelve a confirmar que su cláusula de 18 millones es todo un chollo. Por si no lo sabía, el Barcelona tiene un problema.

Thiago, las cosas como son, se coló en la fiesta de Isco esperado protagonistas pero que no pudo estar a la altura del jugador del Barça, omnipresente el fútbol total desplegado por la selección. El futbolista por poco tiempo del Málaga tiene se limitó a encajar en la maquinaria perfecta que fue el equipo de Lopetegui. No tuvo problema y encontró su premio convirtiendo un penalti postrero sobre Montoya que elevó el marcador a goleada.

No sólo ellos, Morata, Illarramendi, Montoya, De Gea… el juego fue tan coral y preciso que pese a que Thiago capitalizara los goles nadie quedó deslucido. Italia, por más que en la recta final se encontrara con un segundo gol marcado por Borini (79’), no tuvo más que rendirse a la evidencia y alfombrar el camino a una España insultantemente superior. Los italianos fueron testigos de excepción del último recital de una selección que garantiza el futuro de España por muchos años. 

Ficha técnica: 

Italia: Bardi; Donati, Caldirola, Bianchetti, Regini; Verratti (Crimi, min.76), Florenzi (Saponara, min.58), Rossi, Insigne; Immobile (Gabbiadini, min.58) y Borini.

España: De Gea; Montoya, Bartra, Íñigo Martínez, Alberto Moreno; Illarramendi, Koke (Camacho, min.86), Thiago Alcántara, Isco; Tello (Muniain, min.70) y Morata (Rodrigo, min.80).

Árbitro: Matej Jug (ESL). Amonestó a Verratti (min.18), Regini (min.65), Caldirola (min.71) y Crimi (min.78) por parte de Italia. Y a Koke (min.12), Tello (min.27) y Íñigo Martínez (min.47) por parte de España

Estadio: Teddy Stadium (Jerusalén).