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Varane llega a tiempo para salvar a un Real Madrid que plantó cara al Barcelona
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DIEGO LÓPEZ SE ESTRENA Y CUMPLE CON NOTA ANTE UN EQUIPO AZULGRANA QUE PERDONÓ EN EXCESO

Varane llega a tiempo para salvar a un Real Madrid que plantó cara al Barcelona

Un gol de Varane cuando restaban siete minutos para el término del partido hizo justicia al dominio blanco de la primera mitad y al mejor juego

Foto: Varane llega a tiempo para salvar a un Real Madrid que plantó cara al Barcelona
Varane llega a tiempo para salvar a un Real Madrid que plantó cara al Barcelona

Un gol de Varane cuando restaban siete minutos para el término del partido hizo justicia al dominio blanco de la primera mitad y al mejor juego azulgrana tras el descanso. El francés, junto a Piqué, se convirtió en el salvador del Real Madrid en las dos áreas. Su descomunal partido se vio refrendado con el tanto de la igualada que deja todo pendiente del partido de vuelta del Camp Nou que se celebrará en un mes.

El Barcelona quiso dejar con vida a un Real Madrid al que estuvo a punto de condenar un robo de balón de Messi, que terminó con el gol de Cesc. A partir de ese momento, la película cambió el guión y pasó a ser como muchos de los últimos clásicos, es decir, de dominio azulgrana, que pudo sentenciar, pero no acertó a hacerlo, dando margen a la reacción final del Real Madrid, que tras estar contra las cuerdas hasta pudo ganar el partido al final.

El Real Madrid buscó y encontró un panorama nada habitual en estos clásicos que con tanta reiteración aparecen en nuestras vidas. Mourinho se olvidó de su libreto, del objetivo prioritario de dejar la puerta a cero y salió a por el partido desde el minuto uno. No era una pose del primer empujón ni nada por el estilo. Jugó al ataque con el empate a cero y con el marcador en contra. Quería que el Barcelona se sintiera incómodo, que cuando tuviera la pelota levantara la cabeza y se diera cuenta que lo hacía a  pocos metros de Pinto, panorama insólito en el equipo azulgrana de los últimos años. Los Messi, Xavi, Iniesta y compañía sufrían. No lo pasaban bien. No costaba a superar la adelantada línea de presión ordenada por el portugués. Mou y los suyos lo consiguieron durante la primera mitad. Después, el físico y la exigencia dejaron paso a la iniciativa azulgrana. 

Los madridistas eran felices con lo que estaba pasando. No llegaban con excesivo peligro más allá de una arrancada de Ronaldo en el minuto dos y otra de Benzema mediado el primer tiempo, que el francés no acertó a transformar en gol cuando lo más fácil parecía batir a Pinto. El Barcelona tardó quince minutos en ponerse en marcha, en empezar a tocar como saben, pero como lo hacían tan lejos de la portería del debutante Diego López los arranques morían al poco de nacer. Messi ni acertaba a ver al portero gallego cuando se ponía en marcha a sesenta metros de la portería madridista. El ex del Sevilla tuvo un gran estreno, salvando a su equipo con una buena mano a dos minutos del final a tiro de Messi.

Sin hacer nada del otro mundo, el equipo dirigido por Roura la tuvo en los pies de Jordi Alba en el minuto trece, en el veintidós estrelló un golpe franco en el larguero y dos minutos después Varane enmendó un incomprensible fallo de Carvalho, salvando un gol de Xavi sobre la línea, con Diego López batido. Y es que el Real Madrid sufrió más cuando el balón estaba en poder de sus defensas que cuando Messi, Pedro o Iniesta eran los dueños de la pelota.

El blanco panorama de los primeros cuarenta y cinco minutos pasó a ser de color azulgrana a los cinco minutos de la reanudación. Un robo de balón de Messi, una mala cobertura defensiva de Callejón que se quedó y no recuperó el sitio rompiendo el fuera de juego, bastaron para que el castillo construido por Mourinho se viniera abajo. Cesc apareció como el que no quiere la cosa, con el suficiente espacio alrededor para pensar en la mejor solución para batir a Diego López. Y la encontró. No le tembló el pulso.

A partir de ese momento la historia del partido cambió por completo. El Real Madrid ya no presionaba como antes y la pelota  pesaba una enormidad a los madridistas, que la perdían una y otra vez. El Barcelona se sentía más cómodo, con espacio para pensar, templar y mandar. Ya era el jefe del partido. El control pasó a ser suyo, empezando a aparecer las ocasiones, curiosamente, la mayoría en los pies de Cesc. En el 56 un oportuno cruce de Varane impidió el segundo, para en el 70 lanzar alto. Mientras, Alves, Pedro y Messi, flojo su partido, se empeñaron en dejar algo de emoción para la vuelta, fallando lo más fácil, aunque ninguno contaba con la aparición del francés de 19 años. 

El Real Madrid estaba perdido, aturdido hasta la aparición de Varane. Solo un gran Özil ponía algo de sentido al juego. Ni la presencia de Modric e Higuaín consiguieron cambiar el panorama. Todo giraba alrededor de las contras de Ronaldo como único argumento a la clarividencia del alemán. El problema para CR7 es que se encontró al mejor Piqué en tiempo. Todas sus oportunidades terminaban a los pies del campeón del mundo, que nada pudo hacer para frenar el remate del central a la salida de un córner y que significó el empate final con noventa minutos en juego por delante.

. Ficha técnica:

1 - Real Madrid:
Diego López; Essien, Varane, Carvalho, Arbeloa; Khedira, Xabi Alonso; Özil, Callejón (Modric, m.58), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Higuaín, m.63).

1 - Barcelona: Pinto, Dani Alves, Piqué, Puyol, Jordi Alba, Busquets, Xavi, Cesc (Thiago, m.85), Pedro (Alexis, m.76), Iniesta y Messi

Goles: 0-1, m.50: Cesc. 1-1, m.81: Varane.

Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés). Amonestó a Carvalho (16), Callejón (41) y Xabi Alonso (89) por el Real Madrid, y a Piqué (1), Alves (72) y Puyol (81) por el Barcelona.

Incidencias: encuentro de ida de las semifinales de Copa del Rey, disputado en el estadio Santiago Bernabéu, con 83.000 espectadores en las gradas. 

Un gol de Varane cuando restaban siete minutos para el término del partido hizo justicia al dominio blanco de la primera mitad y al mejor juego azulgrana tras el descanso. El francés, junto a Piqué, se convirtió en el salvador del Real Madrid en las dos áreas. Su descomunal partido se vio refrendado con el tanto de la igualada que deja todo pendiente del partido de vuelta del Camp Nou que se celebrará en un mes.