Mourinho no se atreve a sentenciar al Bayern y los penaltis dejan sin final al Real Madrid

Mourinho quería ritmo desde el primer minuto. Se sentía confiado ante la respuesta de sus jugadores. Y así salieron, enchufados, conectados. El Bayern se limitaba a ver correr a los jugadores blancos y a perder el balón una y otra vez. El primer aviso llegó a los tres minutos. Khedira fue el que se la quitó a Benzema cuando el francés lo tenía más fácil para batir a Neuer. Susto para Heynckes que se puso aún más rojo en el banquillo. Color que subió una tonalidad más cuando dos minutos después comprobó que ya perdía por un gol a cero gracias al penalti transformado por Ronaldo, tras mano de Alaba a tiro de Di María.

El problema es que el gol hizo que el Bayern se levantara y lograra pasar del centro del campo, algo que no logró en los cinco primeros minutos del choque. A la primera. clara ocasión de Robben. Primer susto para Casillas, que no paró de padecer durante toda la noche. La siguiente llegó cuatro minutos después, tras un rechace del portero madridista. El partido se empezaba a teñir de rojo de manera sorprendente, pero los alemanes no contaban con la claridad mental y futbolística de su compatriota Özil, que una vez más decidió inventar y asistir a Ronaldo. Segundo del portugués que no falló ante la timorata salida de Neuer. Dos a cero en trece minutos. Otra gran noticia, no tanto ante la reacción del Bayern y el paso atrás de Mourinho y los suyos.

El alemán no es un equipo cualquiera y cuando todo el Bernabéu festejaba la final diez años después, el Bayern despertó. Mal hecho, porque el Bayern es capaz de perder una Champions en dos minutos, pero también de dar un paso al frente y plantar cara al Real Madrid en el Bernabéu y con todo a favor de los blancos. Cuestión de genes y, en esta ocasión, de fútbol, el que tienen jugadores como Robben, Ribery, Schweinsteiger, Kroos o Mario Gómez. No podían permitirse el lujo de desperdiciar 75 minutos que quedaban por delante.

Ante este panorama decidieron ponerse a jugar, apretar a un Real Madrid que dio dos pasos atrás, buscando descaradamente una contra de esas que en tantas ocasiones han dibujado a la perfección durante la temporada. Mucho riesgo blanco. Demasiado. El Bayern iba acercándose poco a poco, amenazando la virginidad de Casillas. En una de esas llegadas, Kroos vio el desmarque de Mario Gómez, que ganó la posición a Sergio Ramos y Pepe con demasiada facilidad. El portugués no tuvo otra que empujar al tanque y cometer penalti, transformado por Robben en el minuto 27. Todo igualado.

Esfuerzos vanos, hasta llegar a los penaltis

A partir de ese momento, y cuando todo hacía pensar que el Real Madrid retomaría el mando, nada de eso sucedió. El Bayern estaba crecido, se sentía con fuerza y fútbol suficientes. Salvo una aparición de Benzema en solitario, el resto solo fueron sustos alemanes a Casillas. Mario Gómez y en dos ocasiones Robben se encontraron con el de casi siempre, con el capitán blanco. En las últimas paradas resultó providencial, al límite del descanso, lo que hubiera supuesto la obligación de marcar dos goles al Real Madrid. Ritmo frenético. 

Los optimistas pensaban que el Real Madrid iba regresar a la imagen mostrada en los primeros minutos del choque. Nada de eso. Demasiado miedo y más si tenemos en cuenta que jugaba en un Bernabéu entregado. Los de Mourinho decidieron vivir más cerca de Casillas que de Neuer. Volvían a esperar para salir a la contra. Se sentían más cómodos y el Bayern también. No había intercambio de golpes y sí dominio alemán. En el equipo blanco tan solo Özil era capaz de aguantar la pelota y poner criterio al juego. Di María continuaba con su aceleración habitual desde su vuelta tras la lesión, mientras que Ronaldo no tenía la frescura de otras ocasiones y se limitó a tres lanzamientos de falta como todo argumento ofensivo.

El juego era controlado por la línea media alemana, con un Kroos imperial y con la continua amenaza de Ribery y Robben en las bandas y Mario Gómez en el centro. Y es que el tanque fue el encargado de probar una y otra vez a Casillas. Tuvo varias ocasiones, pero tardará en olvidar la que tuvo en el minuto 86 cuando se plantó solo en el punto de penalti y no supo qué hacer con la pelota. Ya saben que el delantero centro alemán solo sabe tocarla una vez. Si la toca dos, duda y falla. Fue la última oportunidad de los noventa minutos. 

Kaká, Higuaín y Granero se convirtieron en las últimas bazas de un Real Madrid que se mostró incapaz de llevar peligro de manera clara desde que Ronaldo lograra el segundo gol, el que le mandaba a Múnich, en el primer cuarto de hora. 15 minutos por delante no fueron suficientes. El Bayern fue a los suyo, a marcar y a seguir jugando, creando peligro. Ganó en los penaltis, pero mostró más fe en la victoria que el Real Madrid, tanto en el Allianz Arena como en el Bernabéu.

Ficha técnica:

2 - Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Di María, Özil (Granero, m.111), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Benzema, m.106).

1 - Bayern de Múnich: Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba; Luiz Gustavo, Schweinsteiger; Robben, Kroos, Ribery (Müller, m.95); y Mario Gómez.

Goles: 1-0, m.6: Cristiano Ronaldo de penalti. 2-0, m.14: Cristiano Ronaldo. 2-1, m.27: Robben de penalti.

Tanda de penaltis: 0-1: Alaba. 0-1: Cristiano, para Neuer. 0-2: Mario Gómez. 0-2: Kaká, para Neuer. 0-2: Kroos, para Casillas. 1-2: Xabi Alonso. 1-2: Lahm, para Casillas. 1-2: Sergio Ramos, alto. 1-3: Schweinsteiger.

Árbitro: Viktor Kassai (HUN). Amonestó a Pepe (26), Arbeloa (59) y Granero (115) por el Real Madrid; y a Alaba (5), Robben (89), Luiz Gustavo (101) y Badstuber (105) por el Bayern.

Incidencias: partido de vuelta de semifinales de Liga de Campeones, disputado en el estadio Santiago Bernabéu, lleno, ante la presencia de 82.000 espectadores.