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Santander se cansa de la película de Bollywood de Ali Syed
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DISPONE DE UN MES PARA PAGAR LO PACTADO

Santander se cansa de la película de Bollywood de Ali Syed

Santander, Cantabria y el Racing ya están hartos de la comedia protagonizada por un personaje con cierto parecido a un protagonista de una película de Bolliwood.

Foto: Santander se cansa de la película de Bollywood de Ali Syed
Santander se cansa de la película de Bollywood de Ali Syed

Santander, Cantabria y el Racing ya están hartos de la comedia protagonizada por un personaje con cierto parecido a un protagonista de una película de Bolliwood. Ali Syed aterrizó por el Cantábrico en los últimos días del mes de enero y además del show del barco, de los abrazos con Revilla y Pernía, poco más ha dejado en un club que lo que menos necesita es pantomima y actuaciones y sí mucho trabajo, dinero e imaginación para salir de la delicada situación en la que se encuentra. Los dos presidentes, el de Cantabria y el del Racing, deberían dar explicaciones de lo que está pasando con la presunta compra del club por parte de un magnate al que le cerraron las puertas en Italia e Inglaterra, país en el que mantiene un contencioso por el impago de un alquiler de un apartamento. El Gobierno cántabro, a través de la empresa Dumviro Ventures, vendió las acciones del Racing a la empresa WGA, propiedad de Ali Sayed. 

El prometido maná se ha quedado en el camino. El Gobierno de Cantabria dice que actuaron de la mejor manera posible aludiendo a que el momento del Racing es mejor que el que había días antes de la venta del pasado 29 de enero. "Tengo la impresión de que va a terminar pagando. Cara de tonto no tiene. Nadie pone seis millones a cambio de nada", comenta Miguel Ángel Revilla, inquieto ante lo que pueda hacer en los próximos días su amigo Ali, el de los millones, y el inicio de la campaña electoral. Eso sí, para salvar su cuota popular añadió. "Nunca ha habido un Gobierno que apoyara tanto al Racing". Está claro que algo falla. Menos mal que quería comprar la casa de Botín y había reservado media planta del hotel Real.

Si no paga en un mes, las acciones del club volverían al Gobierno

Ante los reiterados impagos del mencionado Ali, al Gobierno cántabro no le quedará otro remedio que ejecutar el aval de Credit Suisse el próximo 5 de mayo, recuperando 1,5 millones de euros de un crédito concedido al Racing. Si en un mes el dueño de WGA, al que se le ha requerido para que pague lo pactado, no deposita dinero alguno, las acciones del club volverán a manos del Gobierno. En ese momento se iniciará la búsqueda urgente de un nuevo comprador debido a los pagos que tiene que hacer frente antes del 30 de junio y que van hasta los ocho millones de euros. Y es que un segundo impago, según refleja el contrato, significará el adiós del indio al Racing, que en las últimas semanas se ha limitado a presentar documentos sin fondos a través de Francisco Pernía, negar la venta del club y pasear por Disneyworld.

La afición ya se toma la presencia de Ali Syed como una charlotada, como la aparición de alguien del que desconocen su intención, y apuntan a que el club ha sido víctima de intereses económicos de terceros y de algunos cercanos al club. Lo cierto es que, además de no pagar las deudas que los jugadores mantenían desde la pasada temporada, los únicos movimientos fueron la entrada en escena de Marcelino y de su agente Eugenio Botas y la cesión de Giovanni. Y es que Pernía, inmerso en conflictos urbanísticos relacionados con el caso del golf de Oyambre, tenía la maniobra preparada con el cese injustificado de Portugal (lo demuestra la actual clasificación del equipo). Nada más. 

"Uno de los grandes escándalos de Cantabria"

La plantilla se ha desinflado y el peligro del descenso amenaza de nuevo y ello podría suponer la desaparición del club si no surge un nuevo comprador. La deuda con Hacienda (9 millones) y con el Gobierno Cántabro a través de la empresa Cantur (4,8 millones de euros si se ejecuta el aval de 1,5 el próximo viernes). La AFE ya se ha puesto manos a la obra y recientemente ha visitado al equipo cántabro, Rubiales estuvo en un entrenamiento de los de Marcelino, con el fin de ayudar para alcanzar un punto de acuerdo. 

Iñigo de la Serna, alcalde de Santander, también ha saltado a la arena. "El Ayuntamiento no ha tenido nada que ver en la operación. Solo se nos solicitó permiso para unas mejoras en el estadio, que fueron permitidas, pero que nunca se han hecho. Estamos ante uno de los grandes escándalos vividos en Cantabria, en el que en medio está el Ejecutivo, con dinero público".

Por último, el que fue su jefe de seguridad, Claudio Liodice, desde su llegada a Santander, también ha denunciado a Ali por estafa e impago. En su carta de despedida, habla de las maneras del indio, niega cualquier relación con la casa real de Bahrein y afirma no entender la actuación del presidente del Racing. Además, defiende la postura de Revilla y De la Serna.

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Santander, Cantabria y el Racing ya están hartos de la comedia protagonizada por un personaje con cierto parecido a un protagonista de una película de Bolliwood. Ali Syed aterrizó por el Cantábrico en los últimos días del mes de enero y además del show del barco, de los abrazos con Revilla y Pernía, poco más ha dejado en un club que lo que menos necesita es pantomima y actuaciones y sí mucho trabajo, dinero e imaginación para salir de la delicada situación en la que se encuentra. Los dos presidentes, el de Cantabria y el del Racing, deberían dar explicaciones de lo que está pasando con la presunta compra del club por parte de un magnate al que le cerraron las puertas en Italia e Inglaterra, país en el que mantiene un contencioso por el impago de un alquiler de un apartamento. El Gobierno cántabro, a través de la empresa Dumviro Ventures, vendió las acciones del Racing a la empresa WGA, propiedad de Ali Sayed.