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El paraíso está en Gelsenkirchen
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RAÚL GONZÁLEZ HA ENCONTRADO LA FELICIDAD EN ALEMANIA, DONDE ESTÁ TRIUNFANDO CON EL SCHALKE 04

El paraíso está en Gelsenkirchen

Toda la vida buscando el paraíso, generaciones preguntando dónde se podía encontrar y nadie había caído en buscar en Alemania, en Gelsenkirchen más concretamente. Ha tenido

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El paraíso está en Gelsenkirchen

Toda la vida buscando el paraíso, generaciones preguntando dónde se podía encontrar y nadie había caído en buscar en Alemania, en Gelsenkirchen más concretamente. Ha tenido que ser Raúl el que llegara hasta la cuenca del Rurh y encontrara la felicidad, ese ansiado y buscado paraíso. Y es que el ex madridista ha conseguido alcanzar el nirvana ochos meses después de aparecer por una ciudad de la que muy pocos hablaban con anterioridad y que el delantero ha conseguido poner en el mapa futbolístico llevando al Schalke 04 en las semifinales de la Champions y a la final de la Copa alemana. 

El 'siete de Europa' es feliz y lo es porque ha hallado en la dura y complicada cuenca del Rurh la tranquilidad personal y profesional que no tuvo en sus últimos dos años en el Real Madrid. Es curioso, pero Raúl se marchó del Real Madrid cuando mucha gente, empezando por muchos sectores de la prensa, ponía en entredicho su continuidad como jugador de fútbol. Muchas voces cuestionaban si su fútbol estaba o no para continuar en la elite. Incluso la afición murmuró en alguna ocasión en sus últimas apariciones en el Bernabéu. Ya saben que el fútbol en España es un deporte en el que la memoria no existe. 

Veinte goles y unos cuantos meses después, el 'siete de Europa' como ya se le conoce, ha recuperado su estatus de héroe entre la afición madridista sin haber pisado la capital de España, sin acercarse al estadio que le vio crecer como futbolista más allá de su paso por Mestalla con motivo de los octavos de final de la Champions ante el Valencia. Dentro de unos años, su caso bien podría ser llevado a Harvard como fenómeno social, como el de aquel deportista héroe y aclamado en dos sitios a la vez, en dos estadios distintos y con divergentes aficiones, la del Real Madrid y la del Schalke 04. Hasta el Real Madrid, en pleno conflicto del fichaje del 'nueve' tras la lesión de Higuaín, se planteó su regreso. 

Florentino Pérez habló de ello en alguna reunión, pero sabían que Raúl, el mismo que no había querido homenaje de ningún tipo hasta su retirada, iba a decir que no. Ginés Carvajal, su agente, sabe de estos movimientos o, mejor dicho, de esos pensamientos en voz alta del presidente y de lo que dimos cumplida información en El Confidencial. En las últimas semanas no han sido los dirigentes del Real Madrid los que han pensado en él, eso sí le han mandado mensajes de todo tipo, ha sido Del Bosque, Hierro y todo el cuerpo técnico de la Federación, los que han hablado de una posible vuelta. Ahí queda. De momento no es más que una opción, complicada, pero su nombre ha salido en diferentes reuniones.

Un comienzo duro, pero recompensado con goles

 

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Raúl aterrizó en Gelsenkirchen (260.000 habitantes) el pasado mes de julio y su primer propósito fue que tanto él como su familia se adaptara a la vida alemana. Nada de estar viajando a Madrid aprovechando una tarde libre. 

Vida germánica cien por cien, lo que quedó ratificado en la primera nevada del pasado invierno. Pala en mano y desafiando al intenso frío, Raúl despejó el camino de nieve de su domicilio. Tanto es así, que todavía no ha vuelto a la capital de España desde que el 24 de julio se subió a un avión con destino a Dusseldorf, ciudad en la que ha establecido su residencia y que apenas dista 30 kilómetros de la ciudad del Schalke 04 y en la que Raúl se ha vuelto a sentir respetado, querido y admirado por igual. 

 

El inicio fue duro, complicado. El equipo dirigido en su momento por Felix Magath no terminaba de arrancar, pero prensa y afición nunca desesperaron. Nadie cuestionaba el trabajo de Raúl. Se sentía querido. Hasta los compañeros le trataban con ese tacto que reciben las grandes estrellas. La intensidad de los entrenamientos nada tenía que ver a la de España. Unos y otros arriesgaban al máximo. Patadas, entradas duras a todos menos a él. Sus compañeros le veían como la franquicia del equipo y le respetaban al máximo y lo hacían y siguen haciendo porque llega el primero y se marcha el último en cada entrenamiento. Marca de la casa. El '7' es un hombre de costumbres: así, se retirará vistiendo Adidas, marca con la que firmara allá por 2002.

Raúl se volvió a sentir importante. Su fútbol necesitaba minutos, confianza, de ahí que tardara en arrancar, que los goles no terminaran de llegar, pero el tiempo le ha colocado en el sitio de los grandes, en el del máximo goleador de la Champions con 71 tantos. En la noche del miércoles a Raúl se le amontonaron los recuerdos, esos que acumuló durante su etapa madridista. Su reacción mezclándose con los aficionados de Schalke es comparable a aquella que le llevó a hacerse con una muleta y ponerse a torear tras la conquista de su primera Copa de Europa. 

Y su reacción no fue más que una muestra de cariño a esa gente que le hace la vida más fácil desde que llegó a Gelsenkirchen. ¿Se imaginan a Raúl comprando el pan, montando en bici por Madrid, yendo a ver a sus hijos jugar al fútbol al colegio o saliendo a tomar algo tras una cena con su mujer? Pues si viajan hasta Alemania y se acercan a Dusseldorf, le encontraran. Quién iba a decir que la felicidad se encontraba a dos pedaladas. Y es que Raúl sólo busca la felicidad, esa que encuentra jugando al fútbol y disfrutando de su familia.

 

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Toda la vida buscando el paraíso, generaciones preguntando dónde se podía encontrar y nadie había caído en buscar en Alemania, en Gelsenkirchen más concretamente. Ha tenido que ser Raúl el que llegara hasta la cuenca del Rurh y encontrara la felicidad, ese ansiado y buscado paraíso. Y es que el ex madridista ha conseguido alcanzar el nirvana ochos meses después de aparecer por una ciudad de la que muy pocos hablaban con anterioridad y que el delantero ha conseguido poner en el mapa futbolístico llevando al Schalke 04 en las semifinales de la Champions y a la final de la Copa alemana. 

Raúl González Blanco