El final del Mundial no cambiará la vida a Sainz, pero a él y a Ferrari podría mejorársela

A falta de la última carrera de la temporada 2023 que se disputará este fin de semana en el circuito de Abu Dabi, la clasificación nos dice que Carlos Sainz y Fernando Alonso están empatados a 200 puntos (Sainz por delante por el coeficiente extra de su victoria en Singapur). Lando Norris viene justo detrás con 195 y Charles Leclerc con 188 puntos respectivamente. La igualdad que hemos visto de forma reciente es tal, que es sumamente difícil hacer pronósticos.

Habrá que ver como se adaptan los coches al circuito de Yas Marina y por supuesto no olvidar que los Mercedes de Lewis Hamilton y de George Russell también es más que probable que peleen por posición con los cuatro contendientes. Incluso Sergio Pérez y Oscar Piastri, que no se juegan nada particular cuentan con un Red Bull y un McLaren, que puede restar o agrandar ventajas si se inmiscuyen en la clasificación. Resumiendo, si te va muy bien puedes acabar en el podio, pero a la que se te tuerza algo lo mínimo puedes descender a la octava y novena plaza.

Ferrari viene de un fin de semana muy positivo en Las Vegas, en un circuito de los acelero-paro, muy al estilo de Singapur donde Carlos Sainz logró la que de momento es la única victoria de la temporada de un piloto no Red Bull. Sin embargo, ni el piloto español ni el propio director del equipo, Frédéric Vasseur, esperan un nivel similar de competitividad. Hay esas zonas de largas rectas y frenadas fuerte de ángulo recto que tanto gusta al SF-23, pero también hay un par de secciones de curva enlazada rápida donde el coche rinde peor y devora los neumáticos.

"Hay aspectos del SF-23 que me gustaría ver en el coche del año que viene.- expresaba Sainz en la rueda de prensa oficial previa al Gran Premio-. Sin duda (que mantenga) su velocidad máxima, rendimiento de frenado, giros de 90 grados o de corta duración. También creo que el manejo en bordillos es un punto fuerte. Así que el coche tiene puntos muy, muy fuertes. Pero si queremos tener un coche para todo el año, quizá haya que renunciar a algo”.

Estabilidad para ganar en 2024

El monoplaza de la temporada 2023, está claro que ha sido un fracaso, pues en términos globales ha dado un pequeño paso atrás sobre la situación anterior del equipo. Sin duda, el despido a finales de 2022 de Mattia Binotto y la tardía llegada de Frederic Vasseur contribuyó a que el coche no se rematara bien en las fases finales de su construcción. Con mayor estabilidad organizacional, los cimientos parecen más sólido para plantar cara a Red Bull con todas las de la ley en 2024.

Esa estabilidad, incluiría la renovación de los contratos de Charles Leclerc y Carlos Sainz, que según el siempre bien informado periodista italiano Leo Turrini, es simplemente una cuestión de tiempo que sea anunciado oficialmente. Tiene sentido tanto para los pilotos como para el equipo. El monegasco y el español son la pareja mas compensada en términos de velocidad y puntuación en el campeonato. Si algo funciona mejor no tocarlo.

Leclerc parece haber reencontrado su mejor versión y Sainz además de veloz y consistente, es clave en el trabajo técnico del coche. El madrileño reconoce que es fundamental descubrir que provoca que los neumáticos no permitan competir en Texas y Brasil, igual que hicieron en Las Vegas. El feedback de piloto a ingeniero es vital. Y más aún en las últimas carreras al hacerse en semanas consecutivas sin modificaciones de importancia al monoplaza.

"Tendremos que esperar para saber más sobre nuestras posibilidades. -advería Sainz-. Es increíblemente difícil saberlo, porque el coche en el simulador seguro que se comporta de manera diferente. Sólo lo sabremos en Bahréin (en marzo de 2024) cuando lo pongamos en la pista con 100 kilos de peso (de combustible) y neumáticos usados. Ahí veremos la influencia en el ritmo de carrera”

Sainz cree de todos modos que luchar con Red Bull desde principios de 2024 es un objetivo realista: “Solo el tiempo lo dirá, pero quiero que el equipo piense que es posible porque yo creo que lo es. Si McLaren fue capaz de dar grandes pasos durante la temporada, estoy convencido de que Ferrari puede hacerlo durante el parón invernal".

En todo caso, el trabajo de la escuadra transalpina para la próxima temporada empieza desde este mismo fin de semana. Mas allá de los valiosos datos que se obtengan en la pista emiratí, no hay que olvidar que el mismo lunes hay un test de final de temporada donde participarán el propio Carlos, Charles Leclerc y el piloto reserva Robert Schwartzmann.

Hace falta poder político

Ojalá que los ingenieros de Maranello consigan dar con la tecla, pero si Ferrari quiere aspirar a todo en 2024, tiene que recuperar también peso político. Jean Alesi, expiloto de la Scuderia alertaba recientemente de esta pérdida de poder del equipo italiano: Me gustaría que se hubiera protegido el peso y el valor del equipo con una decisión muy diferente a la que tomaron (con la injusta sanción a Sainz en Las Vegas). La política importa y es esencial hacerte valer con firmeza”. No le falta razón al piloto francés. Toto Wolff y Christian Horner son ejemplo claro de hacer valer ese peso específico que hace tiempo perdieron los del Cavallino.

No es justo cargar las culpas de esta pérdida de poder político en Frederic Vasseur. El jefe de equipo francés acaba de llegar como quien dice y esto ya viene de años atrás. La FIA, (Federación Internacional de Automovilismo) de forma quizá no sorprendente ha llamado a capítulo al propio Vasseur y a Toto Wolff para valorar si sus declaraciones el pasado Gran Premio se pasaron de la raya. La verdad tiene narices la cosa. La víctima en lugar de recibir apoyo por el mal hecho recibe amenazas por protestar.

A pesar de su contundencia, al declarar la situación de una tapa de alcantarilla volando como ‘inaceptable’ bastante poco dijo Vasseur. En un entorno límites presupuestarios, es una absoluta sinrazón meter en tu contabilidad 2 millones de euros de gasto por un fallo del organizador. Pero claro, resulta que, en este caso concreto, el organizador es Liberty media, el mismo que actúa como promotor del campeonato. Suena un poco a esa típica situación de enviar unos matones, para que no se te ocurra criticar en público al organizador de la fiesta. Pero es justo en estos momentos cuando hay que dar puñetazos en la mesa. Y razones hay.

Hay precedentes como el de Haas hace unos años en Malasia que logró indemnizaciones importantes a cargo del organizador y por eso no quizá no sea casual esta maniobra de una FIA, últimamente demasiado servil a Liberty media. Se entiende que el ente regulador del deporte se financie en gran medida de lo que genera la Fórmula 1. Se entiende también que el presidente Mohammed Ben Sulayem les baile el agua a los promotores del campeonato para que rebajen la presión para moverle de su silla. Pero si Ferrari no se hace respetar, no será suficiente un coche ganador como el que espera Carlos Sainz para 2024.