El año de Sauber y Alfa Romeo o cómo tratar de disfrutar del último viaje con tu ex

Sauber también ha saltado a la palestra para la temporada 2023. Y fiel al pragmatismo y sobriedad helvética que siempre le ha caracterizado, en el acto de presentación de su nuevo coche no profetizaban resultados espectaculares. Nada de fanfarria ni titulares que el crono luego torna en desilusiones. Saben perfectamente el lugar que les corresponde en orden establecido de la parrilla y, en función de ello, tratan de aplicarse con el mayor esmero posible. Las lecciones aprendidas el año pasado, donde se quedaron lejos de sus expectativas iniciales, servirán de guía para lograr su objetivo prioritario como es ser el mejor equipo de la ‘clase media’.

Por clase media entendamos lo concerniente a historia o presupuestos y todo aquello que esté por detrás de los tres equipos punteros, Mercedes, Red Bull y Ferrari. Con este objetivo tampoco puede tildarse de absoluto fracaso que Sauber acabara sexto, detrás de Alpine y McLaren, pero no lo hizo no compitiendo contra ellos, sino quedando a 100 puntos de distancia de su inmediato antecesor. Aunque mostraran flashes puntuales de competitividad, las carencias del coche en las pistas rápidas y la falta de fiabilidad lastraron las posibilidades de los suizos en 2022.

La inversión de Audi, que ahora posee el 25% de Sauber, permitirá al equipo trabajar hasta el nivel de límite presupuestario a lo largo de la temporada, pero el desarrollo del coche actual se hizo en unas condiciones económicas mucho más restrictivas, por lo que tampoco pueden esperarse milagros. El impacto de Audi se notará más en el coche de la próxima temporada donde podrá evaluarse mejor si se logrará un coche dinámica y aerodinámicamente a la altura del mejor. Tienen tres años para lograrlo, que puede parecer mucho, pero los sufrimientos de Alpine y McLaren recuerdan que el escalón final hacia la cima es el más difícil de todos.

Rivales que acechan por detrás

Por otra parte, Sauber va a tener que vigilar muy de cerca que equipos en franca progresión como Aston Martin no les superen esta temporada. Su nuevo monoplaza coche tiene muy buen aspecto y hay que agradecer que haya sido el primero en mostrar la versión real. Quedan dudas sobre si se trata de un chasis del año pasado evolucionado, pero al menos proporciona suficientes pistas de por donde pueden ir los tiros en la nueva generación de monoplazas. Se aprecian soluciones interesantes, pero ninguna de especial riesgo. Parece claro, que en mente de Jan Monchaux, su director técnico, la prioridad es la de no hacer inventos que acaban lastrando el resto del año si no funcionan en el primer test.

“La fiabilidad, -explica el ingeniero francés en la presentación del equipo- es un asunto clave para nosotros, así que es el apartado que más ocupados nos ha mantenido tanto dentro del coche como en el ámbito de procesos internos, porque históricamente esto fue siempre una de nuestras fortalezas. Espero que los problemas de ‘efecto rebote’, no se reproduzcan este año, porque solo tenemos tres días de pruebas de invierno. Si estuviéramos atrapados en una situación similar a la del año pasado, sería una pesadilla”. Efectivamente, si surgen problemas importantes en los tres días de pretemporada, afectan a la primera carrera y sus consecuencias se notan a lo largo de la temporada por los límites presupuestarios.

El año pasado Sauber ilustró lo crítico de dar con la tecla adecuada desde que el coche pone una rueda en el asfalto. Entre los problemas derivados del efecto rebote y un sistema de refrigeración muy extremo, fue muy complicado enmendar unos errores de base que antaño, con dos semanas completas de tests invernales, sí había margen para solucionar imprevistos.

El C42 de 2022 era en realidad un buen coche, pero dado el miedo a que se repita lo vivido en febrero del año pasado, el trabajo se ha centrado en dirigido a lograr un coche más polivalente, competitivo en pistas rápidas y no sólo en circuitos lentos. Y por supuesto, mejoras en todo lo concerniente a la refrigeración, porque tal y como reconoce el propio Monchaux, la raíz de los numerosos abandonos fue del equipo, no del propulsor Ferrari. Para el equipo suizo, el 'shake down? (primer rodaje en pista con kilometraje limitado para poner a punto el funcionamiento de todos los sistemas) será crucial.

Sin margen para errores

“Por poco tiempo que sea, -explicó Monchaux-, el coche se ha desarrollado básicamente en computadoras, en sistemas de simulación y en el túnel de viento. Ese día de ‘shakedown’ es un hito fundamental para garantizar que los diseños de refrigeración, todas las canalizaciones hidráulicas, la electrónica, etc. funcionen. Créanme que es una pesadilla absoluta, pero es importante que salga bien al ser la primera medición que podemos hacer en la pista y saber si las expectativas están en línea con los datos". El ingeniero francés destacó la figura del gerundense Xevi Pujolar, su primer lugarteniente a nivel técnico, por la fe que tiene en sus capacidades de identificar rápidamente las bondades y carencias de un monoplaza, así como la solución rápida a los problemas que puedan surgir.

En el apartado comercial, pudo constatarse la desaparición del color blanco por la marcha de su patrocinador principal Orlen, que ahora ha saltado al barco de Alpha Tauri y, seguramente, al ahorro de peso que suponen esos gramos de pintura adicional. La razón oficial del cambio de color predominante es la intención de reforzar el rojo tradicional de Alfa Romeo, en el año de despedida de su asociación, pero no resultó demasiado convincente.

Finalmente, en el apartado de pilotos, se mantiene la continuidad de Valtteri Bottas como líder del equipo y del prometedor Guanyu Zhou, a quien con un año de experiencia a sus espaldas se le podrá evaluar mejor acerca de su verdadero potencial. Como piloto reserva se incorpora el francés Theo Pourchaire, que después de un paso brillante en la Fórmula 2, tendrá un año de aprendizaje en la trastienda del equipo para familiarizarse con la categoría reina en los viernes de entrenamientos libres que le sean asignados a lo largo de la temporada.

Sauber ya vive en la transición hacia Audi, con Andreas Seidl a los mandos y dando forma al futuro equipo del fabricante aleman. De momento, es clase media. Pero este no puede ser su destino en el futuro.