Frederic Vasseur y Carlos Sainz: el arte de defender lo obvio en su estreno en Ferrari

Por mucho que intentaran tirarle de la lengua, Frederic Vasseur es una persona muy bregada en el paddock de Fórmula 1 y sabe perfectamente cómo comunicar. En su primera comparecencia pública desde que comenzara su mandato, la misión fundamental era evitar incendios innecesarios. No es que el manager francés hiciera nada excepcional ni desplegado ningún alarde de inteligencia. Bastaba preparar bien con su equipo por dónde irían los tiros con un buen catálogo Q&A (Preguntas y respuestas potenciales) para desactivar cualquier polémica. Y a fe que lo hizo.

Era previsible que preguntara por las órdenes de equipo y la posible relación privilegiada con Charles Leclerc respecto a Carlos Sainz. Vasseur tiene una relación especial con el monegasco, no sólo en lo deportivo sino incluso en lo empresarial. Nicolas Todt, manager de Charles Leclerc, ha sido socio durante muchos años en diversos emprendimientos con Vasseur y por eso es lógico pensar que ni su llegada a Ferrari es casual, ni que sea fruto de presiones del propio Leclerc. Aunque así fuera, como persona inteligente que es trató de desactivar desde el primer momento cualquier suspicacia que pudiera haber respecto a Sainz

Desactivando la polémica

"Algunas personas conocen esta historia, pero no todas. -explicaba Vasseur- Cuando estaba en Renault, fui el primero en poner a Carlos en contacto con el equipo. Incluso cuando me cambié a Sauber traté de tenerlo con nosotros. Creo que esto es suficiente para confirmar la confianza que tengo en sus cualidades. Estoy convencido de que es muy fuerte". Un completo cerrojazo a cualquier polémica. Y probablemente sea cierto porque, ¿qué gana un jefe de equipo priorizando a un piloto sobre otro antes de que haya comenzado la temporada? Absolutamente nada

En El Confidencial ya advertimos que el privilegio impuesto de ser el número 1 de Ferrari también es una peligrosa arma de doble filo. En Italia, los mismos tifosi y sector duro de la prensa que claman por órdenes de equipo y que Leclerc sea ‘el elegido’, serán los primeros en ir a degüello contra él si no demuestra una diferencia clara respecto a Sainz. Y si comete errores en carrera que cuesten victorias, como en el pasado Premio de Francia. En Italia, la presión adquiere una dimensión especial con todo lo concerniente a Ferrari y tan pronto pueden defender las órdenes de equipo como clamar que dejen a los pilotos correr en libertad. En la atmósfera de Maranello, un piloto puede acostarse como héroe y despertase como villano. Algo que Vasseur sabe muy bien.

"Creo que Ferrari tiene la capacidad de proporcionar exactamente el mismo coche a ambos pilotos", -advierte el nuevo jefe de Ferrari-. "El objetivo es ganar, no es ganar con Charles, Carlos o cualquiera. El objetivo es simplemente imponerse a los rivales. Mi política sobre este aspecto es clara: presionaremos con ambos pilotos, y si en algún momento de la temporada está claro que tenemos que centrarnos más en uno de los dos, entonces el equipo girará a su alrededor. Pero no tenemos un piloto número uno o número dos. El número uno es el equipo". Unas palabras que, especialmente en su cierre, habría firmado el mismísimo Commendatore Enzo Ferrari.

Un jefe de equipo debe desactivar la polémica, nunca encenderla. En la primera comparecencia de Carlos Sainz y Charles Leclerc se les preguntará por el tema, se referirán a Vasseur. Porqu Ferrari no gana absolutamente nada dictando una jerarquía de entrada. Los galones de líder se ganan ante el crono y la bandera a cuadros. Sólo a través de una feroz competencia interna los pilotos van a correr buscando siempre el límite y más allá.

Sin reproches a la herencia

Ese pragmatismo se reflejò en otro punto caliente: la transición entre la salida de Mattia Binotto y la llegada del francés al equipo. Todo fueron elogios hacia el anterior jefe, tanto como para alabar y atribuir a Binotto la decisió de de parar la evolución del coche a mitad de la temporada pasada para centrar los recursos en del presente año. Si sale mal el coche, será culpa del trabajo liderado por Binotto desde el pasado mes de julio. Si sale bueno , se alabará a Vasseur por el pragmatismo de haber sabido no tocar lo que funciona.

Cuando se intentó meter el dedo en el ojo a Vasseur sobre alguna guadaña que pudiera sacar respecto al personal de Ferrari, de nuevo apareció el frontón que devolvía todas las pelotas por peligrosas que fueran lanzadas. El ingeniero francés admite que hubo errores la pasada temporada, la falta de fiabilidad del motor o los errores estratégicos, pero ni un reproche salió de su boca. En cambio, Vasseur insistió que, con los límites presupuestarios, el personal del equipo debe de ser más multidisciplinar. Evitó, por supuesto, señalar a Iñaki Rueda como jefe de estrategia, y se limitó a decir, que se estaba trabajando para evitar regalar puntos. Nada gana un nuevo general ante sus tropas si empiezas a señalar soldados.

En definitiva, sin recurrir a perogrulladas o lugares comunes, Vasseur despachó con notable éxito su primera rueda de prensa. A veces se dice que el sentido común es el menos común de los sentidos, y quizás a muchos pueda sorprender las palabras del nuevo jefe de Ferrari. Pero hoy día, defender lo obvio acaba siendo un verdadero arte.