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Carlos Sainz o cuando su destino está unido al pulso de Charles Leclerc y Mattia Binotto
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TURBULECIAS EN FERRARI

Carlos Sainz o cuando su destino está unido al pulso de Charles Leclerc y Mattia Binotto

La posible sustitución de Binotto al frente de Ferrari sería una muy mala noticia para el español, pero si su actual jefe conserva el puesto su posición se reforzaría enormemente

Foto: Mattia Binotto con el resto del equipo Ferrari. (Reuters/Jennifer Lorenzini)
Mattia Binotto con el resto del equipo Ferrari. (Reuters/Jennifer Lorenzini)

Hay varias cuestiones que no encajan en la historia del presunto cese de Mattia Binotto como jefe de Ferrari. También resulta evidente que algo ha habido y no son rumores infundados, como rezaba el comunicado oficial del equipo ante las informaciones publicadas por La Gazzeta dello Sport y Leo Turrini, habitualmente las fuentes mejor informadas de todo lo que ocurre en la sede de Maranello. El último rumor es que el segundo puesto final de Charles Leclerc en el campeonato ha servido para que Binotto salve el match ball de su destitución. Algo así como que el gran jefe de Ferrari, John Elkann, ha dado marcha atrás en su plan inicial de prescindir del ingeniero suizo, al haber cumplido el equipo el objetivo del campeonato.

Quizá fueran las declaraciones del propio Binotto en Abu Dhabi las que dispararon la especulación: "El segundo lugar de Ferrari tanto en la clasificación de pilotos como en la de constructores significa que el equipo ha logrado los objetivos establecidos al comienzo de la temporada. Y confirma la mejora en comparación con el año anterior". El razonamiento del ingeniero suizo tiene todo el sentido, pero de ahí a que una decisión como el cambio en la jefatura del equipo dependa del resultado de una carrera...

Binotto también dio explicaciones acerca de los rumores de su posible cese en la última carrera de la temporada con una franqueza bastante inhabitual en el paddock. "Cuando hay una pasión tan grande como la que siempre hay alrededor de Ferrari, siempre hay muchas críticas y rumores. Al salir estas especulaciones, tuve una charla con mi presidente, John Elkann, y juntos discutimos abiertamente cuál era la mejor manera de avanzar. Decidimos publicar una declaración, porque así era la mejor manera de cerrar cualquier especulación. Para mí lo importante es que el equipo no se distraiga, porque los rumores siempre están ahí".

El gran jefe toma partido

Esta declaración es clave, porque de existir finalmente ese cese, Binotto dejaría en muy mal lugar a Elkann. Jamás habría pronunciado el nombre del gran jefe de no estar de acuerdo este con el mensaje. De haber tomado su nombre en vano, ahora mismo estaría con absoluta seguridad fuera del equipo. Es muy importante el detalle, porque la conversación se produce con John Elkann, el accionista mayoritario de la marca del Cavallino, no con Benedetto Vigna, el CEO de Ferrari. Y teóricamente la persona a la que primero tendría que haber recurrido Binotto, si respetara el conducto reglamentario. Esto es una clarísima señal de que la cabeza de Binotto se le ha pedido a Elkann y no a Vigna.

¿Quién tiene suficiente fuerza dentro de Ferrari, para alentar un golpe de estado interno de este calibre? Y sobre todo, ¿quién o quiénes sienten que Binotto es un estorbo para sus planes? Hay algo que surge de forma obvia sin irse muy lejos: Charles Leclerc y el núcleo duro de la prensa italiana, que considera al monegasco su elegido. En otras ocasiones resaltamos en El Confidencial que uno de los trabajos más importantes que tenía que hacer Carlos Sainz en Maranello era ganarse a los mecánicos y al sector duro de la prensa italiana. De nada sirvió que el año pasado el madrileño acabara en la tabla de puntos del mundial de pilotos por delante de Leclerc. En cuanto Charles ha demostrado más velocidad que Sainz, el management del monegasco y sus huestes periodísticas comenzaron su bombardeo incesante: "Leclerc tiene que ser el número uno del equipo".

Binotto, y esto hay que reconocerle el mérito, no cedió a las presiones y no permitió que hubiera una jefatura por parte de Leclerc y un rol de escudero por parte de Carlos. El tiempo demostró que Leclerc no ha sido campeón del mundo por esta decisión de Binotto, sino porque Verstappen y Red Bull de mitad de temporada en adelante fueron muy superiores. Y también porque el propio Leclerc cometió su cuota de errores. Por supuesto que cuentan los estratégicos de Ferrari, pero aparte de que estos se repartieron entre los dos pilotos, cualquiera que quiera ver la película de la temporada 2022 con algo de realismo, reconocerá que Ferrari ha mejorado mucho pero no lo suficiente como para ser campeones del mundo.

Aún quedaba en juego el subcampeonato. No sentó nada bien que, cuando Leclerc pidió por la emisora que Carlos le cediera el puesto para sumar la mayor cantidad de puntos posibles, el muro de boxes de Ferrari lo denegó. Además, ni siquiera se lo sugirió al piloto español por la emisora. Debió de ser ya la gota que colmó el vaso a Nicholas Todt, el manager de Charles Leclerc, que a resultas de esa negativa de Binotto a atender los deseos de su pupilo, más que probablemente decidió tirar adelante con el presunto golpe de estado interno. Todt, además de hijo de Jean Todt, el anterior presidente de la FIA y a su vez también exjefe del equipo Ferrari, tiene una de las más poderosas agendas de contactos del paddock. Para pocos les resultará más factible llegar a John Elkann respaldado por la artillería mediática italiana más poderosa, que para él.

placeholder Son muchos los que ven detrás de todos los últimos movimientos en Ferrari la mano de Nicholas Todt, el manager de Charles Lecler.  (Reuters/Hamad I Mohammed)
Son muchos los que ven detrás de todos los últimos movimientos en Ferrari la mano de Nicholas Todt, el manager de Charles Lecler. (Reuters/Hamad I Mohammed)

Unos movimientos difícilmente casuales

Algunos pensarán que es simplemente casual el hecho de que el rumor de que Frederic Vasseur, amigo personal y socio de aventuras empresariales de Nicholas Todt, era la persona elegida para sustituir a Binotto. También muchos verán casual que todo esto surja de forma inmediata a la negativa del propio Binotto de atender los intereses de Leclerc en su lucha por el subcampeonato. Pero hay una razón de fondo. El triunvirato Leclerc-Todt-Vasseur podrían haberse pasado de listos en este posible asalto al poder de la escudería. Al igual que la posición de Sainz se habría quedado enormemente debilitada de triunfar la conspiración, de fracasar lo que han intentado, Binotto va a ser el primer interesado en que Sainz le demuestre a Leclerc que nadie es imprescindible. Y que, como decía siempre Ferrari, "nadie está por encima del equipo".

Ningún jefe quiere que un piloto adquiera un poder excesivo dentro de su equipo. Con Schumacher funcionó porque realmente no era un piloto, sino un triunvirato compuesto por el Káiser, Jean Todt como jefe y por Ross Brawn como director técnico. Si Luca de Montezemolo, el anterior presidente de Ferrari, atacaba a uno, atacaba a los tres y así tuvo que recoger velas en muchas ocasiones. Quizá para evitar verse de nuevo ninguneado, fichó a un Kimi Raikkonen que había despedido tres años antes con el único objetivo de bajarle los humos a Fernando Alonso. No funcion, porque el asturiano barrió al finlandés, pero ejemplifica perfectamente la necesidad de que un subordinado no se le suba a las barbas al jefe. Si Leclerc es capaz de vueltones mágicos, Sainz es el que tira del carro en la puesta a punto del coche y en la visión de carrera.

Toto Wolff, el jefe de Mercedes, está muy contento de haber encontrado en George Russell el antídoto necesario para que Lewis Hamilton no se sienta imprescindible. Este dominaba a su equipo como actualmente Max Verstappen domina Red Bull. ¿Creen que Helmut Marko y Christian Horner no estarían felices de encontrar a un piloto que le demostrara a Verstappen que no es imprescindible? Si Leclerc sale tocado del golpe de estado, no descarten que Red Bull lo reciba algun día feliz como la soñada némesis del piloto estrella que todo jefe de equipo desea.

Hay varias cuestiones que no encajan en la historia del presunto cese de Mattia Binotto como jefe de Ferrari. También resulta evidente que algo ha habido y no son rumores infundados, como rezaba el comunicado oficial del equipo ante las informaciones publicadas por La Gazzeta dello Sport y Leo Turrini, habitualmente las fuentes mejor informadas de todo lo que ocurre en la sede de Maranello. El último rumor es que el segundo puesto final de Charles Leclerc en el campeonato ha servido para que Binotto salve el match ball de su destitución. Algo así como que el gran jefe de Ferrari, John Elkann, ha dado marcha atrás en su plan inicial de prescindir del ingeniero suizo, al haber cumplido el equipo el objetivo del campeonato.

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