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Fernando Alonso y su abandono en Monza: lo que mal empieza, mal acaba
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UN FIN DE SEMANA PARA OLVIDAR

Fernando Alonso y su abandono en Monza: lo que mal empieza, mal acaba

El piloto español ya tenía el sábado un mal presentimiento, cuando valoró si no habría sido un buena oportunidad para penalizar y estrenar motor nuevo. No iba desencaminado

Foto: Fernando Alonso, en el Gran Premio de Monza. (Reuters/Massimo Pinca)
Fernando Alonso, en el Gran Premio de Monza. (Reuters/Massimo Pinca)
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A toro pasado, es fácil siempre juzgar si una decisión es correcta o no. Es evidente que después del resultado del Gran Premio de Italia, donde ninguno de los dos Alpine acabó dentro de la zona donde se otorgan los puntos, lo conveniente es que Alpine hubiera penalizado a ambos coches. Sin embargo, hay que ser justos. El resultado de Esteban Ocon, que acabó fuera de los puntos a pesar de su motor nuevo, demuestra que había buenas razones para no cambiar la unidad de potencia del español y mantenerle en pista a ver si rascaban algo. Sabían perfectamente que se arriesgaban y salió mal.

Había muchos coches poderosos saliendo desde atrás. Eso significaba que la llegada a la zona de puntos iba a ponerse francamente difícil. Por mucho que lo intentara, Ocon se quedó a las puertas, justo por detrás de Guanyu Zhou y Nick de Vries en la décima y novena posición, respectivamente. Los Alpine están por delante en prestaciones de los Sauber o los Williams, pero la carrera de Monza demostró que la superioridad no es lo suficientemente grande, como para superarles si parten, como ocurrió en esta ocasión, en la parte alta de la parrilla. Todo esto lo sabía la escudería a través de sus programas de simulación. Conscientes de ello, prefirieron no tener a dos coches en la misma situación.

placeholder Esteban Ocon, a pesar de estrenar motor tampoco se mostró veloz en las rectas. (EFE/EPA/Matteo Bazzi)
Esteban Ocon, a pesar de estrenar motor tampoco se mostró veloz en las rectas. (EFE/EPA/Matteo Bazzi)

Falto de velocidad punta

Fernando Alonso luchó una buena parte de la carrera con Lando Norris, al que adelantó en la primera vuelta después de un error en la primera curva. Sin embargo, estaba claro que el McLaren tenía más velocidad. Una vez que Norris superó al asturiano, se alejó con relativa comodidad. Consciente de que el coche no daba más de sí, no opuso más resistencia de la precisa cuando Lewis Hamilton llegó a su altura. Era absurdo plantear batalla en un combate tan desigual.

En la vuelta 24, al sospechar que algo no iba bien, el bicampeón mundial pidió a su equipo que comprobara si había algún problema con la entrega de potencia, porque veía que claramente su coche no tiraba. Desde la radio le dijeron de forma lacónica que "no veían nada particular desde su base de datos", a lo que Fernando respondió "wow". Cuando bates el record de longevidad en la Fórmula 1, como fue el caso del ovetense este fin de semana, no es tan fácil que el equipo te la cuele. Seguramente, sabía que no estaban siendo sinceros, pero prefirió callarse. Y rezar para que el motor aguantara lo que quedaba de carrera.

Apenas siete vueltas después de ese "sin novedad en el frente" por parte del muro de boxes, el motor expiró y se acabaron las esperanzas de finalizar en los puntos por undécima vez consecutiva. "Hoy ha sido una carrera difícil", se lamentó Fernando. "Parecía que nos resultaba muy complicado seguir el ritmo de los coches que nos adelantaban en las rectas. Estábamos luchando dentro de los diez primeros y esperaba ver la bandera a cuadros dentro de los puntos, pero no pudo ser".

Si el motor del piloto español tiene arreglo, correrá en Singapur con él, porque es un muy mal sitio para penalizar. No obstante, estaba claro que algo iba mal cuando apenas podía superar los 310 kilómetros por hora, cuando sus rivales superaban casi todos con comodidad los 330. Fernando, tal y como reconoció posteriormente, a lo máximo que podría haber aspirado, de haber acabado la carrera, habría sido una décima o una novena plaza. "Esperábamos mucho más de este fin de semana", afirmó el piloto de Alpine con resignación. "No éramos lo suficientemente rápidos. Vamos a ver si en Singapur somos capaces de volver a nuestro mejor nivel".

Lo mejor: el magro botín de McLaren

La debacle para Alpine en el Gran Premio de Italia ha sido menos dolorosa de lo que podría haber sido porque su rival en el Mundial de constructores, McLaren, solo consiguió botín con la séptima plaza de Lando Norris. El coche de Daniel Ricciardo falló al final de la carrera y provocó la entrada del 'safety-car' hasta la bandera de cuadros. Lo que hay que averiguar es qué ha sucedido, aparte de esa posible avería en la presión de agua del radiador. Alpine se venía caracterizando por ser uno de los coches con mejor velocidad punta y esa ventaja misteriosamente desapareció en Monza. Es probable que la ausencia de una aerodinámica específica para el Gran Premio de Italia les haya penalizado más que a otros coches, pero fue un resultado muy por debajo de lo esperado para el equipo francés.

En tres semanas consecutivas con carreras, es posible que la carga aerodinámica diera el nivel más bajo de los posibles en Spa. Aunque allí se necesita mucha velocidad punta, en Monza se necesitara aún más. Ni logística ni presupuestariamente era razonable traer algo específico para la pista italiana y quizá esta circunstancia les haya penalizado en las rectas a ellos más que a otros. Para Singapur, Alpine si promete traer un buen paquete de evoluciones. Sin embargo,si Alonso tiene que irse al fondo de la parrilla, no servirá de mucho esa posible mejora.

Monza es uno de esos circuitos que se le dan especialmente bien a Fernando y, quizá mediatizado por esa caída de prestaciones que intuía, no se le veía con la agresividad y nivel de riesgo que acostumbra a gastar en la pista italiana. Mentalmente, no es descartable que le estuviera rondando desde el comienzo de la carrera, aquello de que lo que mal empieza, mal acaba.

A toro pasado, es fácil siempre juzgar si una decisión es correcta o no. Es evidente que después del resultado del Gran Premio de Italia, donde ninguno de los dos Alpine acabó dentro de la zona donde se otorgan los puntos, lo conveniente es que Alpine hubiera penalizado a ambos coches. Sin embargo, hay que ser justos. El resultado de Esteban Ocon, que acabó fuera de los puntos a pesar de su motor nuevo, demuestra que había buenas razones para no cambiar la unidad de potencia del español y mantenerle en pista a ver si rascaban algo. Sabían perfectamente que se arriesgaban y salió mal.

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