El noveno puesto de Fernando Alonso en México: lo difícil de 'prometer y cumplir'

El Gran Premio de México fue la prueba visible de que el final de temporada para Fernando Alonso y para Alpine se les va a hacer muy cuesta arriba, y el mero hecho de entrar en los puntos se va a tener que valorar como un gran logro. La falta de evoluciones en coche y propulsor, al concentrar todos los esfuerzos de cara a la próxima temporada, está motivando una distancia cada vez mayor respecto a muchos monoplazas de la parrilla, en una carrera que ganó Max Verstappen por delante de Lewis Hamilton.

Importa relativamente poco que esta circunstancia se produzca con los líderes Red Bull y Mercedes —o incluso con Ferrari y McLaren—, que en algún momento de la temporada han estado parejos al equipo francés en competitividad. El problema es que, en la lucha por la quinta plaza en el Mundial de Constructores, equipos como Sauber y, sobre todo, Alpha Tauri han dado un gran paso adelante en competitividad, al estar beneficiándose de las mejoras y evoluciones de sus 'hermanos mayores' Ferrari y Red Bull. Es el precio a pagar de correr en solitario, sin otros equipos que compartan tu propulsor, y de haber parado de forma total el desarrollo en el coche actual.

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Alberto Ramírez

En estas circunstancias, lograr una novena o décima plaza es un gran resultado, a pesar de que desde fuera pueda percibirse con un magro botín para un piloto de la categoría de Fernando Alonso y un constructor de glorioso pedigrí en Fórmula 1 como es Renault. Partiendo duodécimo y con una lista amplia de carencias, entrar en los puntos parecía una promesa demasiado optimista, pero el asturiano, cuando promete, cumple y de ahí su lógica alegría: "Estoy contento con una carrera bien ejecutada para nosotros. Noveno y en los puntos después de un día difícil en calificación es, en definitiva, un buen resultado. No estaba orgulloso de mi trabajo en clasificación, pero ahora sí lo estoy. Fue un comienzo bastante caótico y tuve que esquivar algunos coches en las primeras curvas. Estuvimos muy cerca de sufrir un golpe, pero lo hicimos bastante bien para evitar cualquier daño y luego, además, gané algunas posiciones con la salida del 'safety car".

Jugando con la estrategia

Sabedores en Alpine de que prácticamente toda la parrilla de salida iba a ir a una única parada, optaron por mantener a Fernando en pista el mayor tiempo posible, de tal modo que pudiera circular sin tráfico y defenderse bien a final de carrera, con neumáticos duros más frescos que los de sus rivales. Eran muchos coches competitivos los que el piloto español tenía por detrás con opciones de remontada y a ellos se unieron Vatteri Bottas y Daniel Ricciardo, después de su encontronazo de la primera vuelta. Luego, mayores razones aún tuvieron para ser fieles a la estrategia.

El hecho de que Lando Norris con McLaren acabara a espaldas de Fernando al término de la prueba demostró lo acertado del planteamiento: "Teníamos que improvisar —explicaba el piloto de Alpine—. No sabíamos muy bien cómo iba a ser la degradación, pues no habíamos dado suficientes vueltas el viernes. Por tanto, muy contentos porque fueron unos puntos muy trabajados. El objetivo era volver a entrar en los puntos y hay que estar contentos por ser novenos al final".

Y tiene razón Fernando, pues piloto y equipo hicieron una carrera impecable de principio a fin si se compara el tope de competitividad de su coche sobre todo respecto al Alpha Tauri, que con su excelente cuarta plaza ha dado un buen bocado de puntos a Alpine en la clasificación de Constructores. Está claro que el equipo filial de Red Bull está en un nivel de competitividad muy superior al del equipo francés, pero, a pesar de ello, Fernando mantiene la esperanza de acabar por delante a final de temporada, por la solidez con la que está funcionando el equipo: "Es bueno ver que el coche puede luchar por los puntos de forma consistente, a pesar de comenzar más abajo en la parrilla. Perdimos un poco ante Alpha Tauri en la batalla por el quinto lugar, pero esperamos que los puntos que sumamos ayuden al equipo para el final de la temporada", destacó el asturiano, tratando siempre de ver el vaso medio lleno.

Un final de año extenuante

No es baladí la importancia que da Fernando al rendimiento de su equipo y, de hecho, va a ser un factor clave en el agotador esprint final de temporada que tienen todos los equipos por delante, con cuatro carreras en apenas un mes en puntos muy alejados del planeta. El piloto español también acusa los efectos de la que está siendo la temporada más larga de la historia y coincide en la opinión generalizada del 'paddock', en que hay que dotar de mayor racionalidad al calendario.

"Quizá no sea lo más conveniente, todas estas carreras en semanas consecutivas con 12 horas de avión entre medias —argumentó el bicampeón mundial—. Mira, por ejemplo, los mecánicos lo han desmontado todo al acabar la carrera y, sin descanso, tomarán el avión para salir para Brasil. Al llegar allí, a montarlo otra vez todo de nuevo. Es llevar todo muy al límite y hay que encontrar mejores soluciones al calendario".

Y, efectivamente, tiene razón Fernando, pues es llevar las cosas innecesariamente al límite. Tal y como bien continuó explicando, no tiene mucho sentido tener una semana y media de espacio respecto a Austin, que está a hora y media escasa de avión desde Ciudad de México, y meter esa presión brutal de carreras consecutivas en continentes distintos.

La fortaleza mental y física de pilotos y equipos va a ser, sin duda, uno de los factores claves de este final de temporada, y el asturiano confía en que esta pueda ser su principal baza para defenderse de la progresión de AlphaTauri: "Es verdad que a nivel de rendimiento del coche están muy fuertes, pero también es verdad que, cuando no hemos estado a su nivel de competitividad, hemos rendido mejor que ellos como equipo con carreras mejor ejecutadas", concluyó Fernando.

La siguiente carrera en Brasil, en un circuito que siempre suele ofrecer escenarios imprevisibles, puede ser una nueva prueba para mostrar la solidez del binomio piloto-equipo, a falta de velocidad en su coche. De momento, se sigue viendo que, a pesar de la dificultad, cuando prometen, cumplen.