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El vídeo viral de la rapera americana en Austin: cuando la F1 se pilla los dedos
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POLEMICA ACTITUD DE LOS VIPS

El vídeo viral de la rapera americana en Austin: cuando la F1 se pilla los dedos

En el pasado GP de Estados Unidos la F1 se enfrentó a algunas contradicciones con los mensajes que predica, con algunas celebrities que no merecían estar presentes por su actitud

Foto: Megan Thee Stallion escoltada por su guardaespaldas.
Megan Thee Stallion escoltada por su guardaespaldas.

En el pasado Gran Premio de Estados Unidos se vivió un capítulo más de la contradicción entre los mensajes que se predican en el deporte y lo que en realidad luego se lleva a la práctica.

Que el ambiente en la Fórmula 1 se ha politizado últimamente de forma extraordinaria salta a la vista. Sin entrar en el derecho de pilotos y equipos a expresar sus inquietudes extradeportivas y lo beneficioso o contraproducente que esto pueda resultar, en Austin se vivieron situaciones que ejemplifican cierta esquizofrenia cuando se viven situaciones opuestas a los valores que la Fórmula 1 quiere transmitir.

El incidente que se hizo viral globalmente, giró alrededor de la actitud vejatoria de los guardaespaldas de la rapera Meghan Thee Stallion con el expiloto y actual comentarista de la televisión británica Martin Brundle. Un trato humillante a una de las figuras más respetadas en la Fórmula 1 y que no merece quien estaba realizando su trabajo, como pudo verse en las cámaras de televisión.

Un conocido ex piloto que vivió de cerca el incidente pero que prefiere guardar el anonimato comentó a El Confidencial bastante indignado el tratamiento dado a uno de los suyos: “Está bien traer gente como Shaquille O’Neal, o incluso de fuera del deporte como Will Smith, son gente con historias de superación por detrás, pero traer personas bajo el único criterio de la fama acaba trayendo estas consecuencias. Permites que ciertos idiotas pisen la parrilla de salida, porque piensas que te va a conocer más gente, pero no piensas que esa gente que supuestamente traerán también serán unos idiotas”.

Un comportamiento inaceptable

Habría que recordar a Meghan Thee Stallion que por las parrillas de salida de la Fórmula 1 han pasado a lo largo de su historia Jefes de Estado, familias reales, grandes estrellas del mundo del espectáculo sin percibirse la presencia de los guardaespaldas (si es que los había). Precisamente lo que más chocó a un desconcertado Martin Brundle, que así lo reflejó en su cuenta de Twitter: “Me he sentido más veces anteriormente bajo presión en una parrilla de salida, pero fue por personas que se llamaban Senna, Prost, Schumacher, Mansell o Piquet. No tengo problemas por la presencia por primera vez de guardaespaldas visitando una parrilla, al final todo el mundo tiene un trabajo que hacer, pero como mínimo podrían aprender ciertos modales y respetar nuestro territorio”.

Más allá del trato inaceptable dado a Brundle por el entorno de la rapera, subyace una vez más la alarmante falta de criterio de la Fórmula 1 con sus decisiones deportivas o protocolarias, como en este caso. Rasgarse las vestiduras respecto a los valores a transmitir a la juventud, pero pasear por la parrilla a una rapera cuyas canciones encierran un contenido totalmente alejado de aquellos.

placeholder Shaquille O´Neal dio en el circuito de Austin una lección de saber estar. Estrellas así siempre serán mas que bienvenidas en la Fórmula 1.
Shaquille O´Neal dio en el circuito de Austin una lección de saber estar. Estrellas así siempre serán mas que bienvenidas en la Fórmula 1.

La necesidad de una criba

La credibilidad de la Fórmula 1 queda en entredicho cuando, por ejemplo, se eliminan las ‘Grid -Girls’ de la parrilla de salida bajo supuesta denigración o cosificación de la mujer para luego permitir una rapera con un vestido indescriptible que convertía el atuendo de las azafatas en algo casi cercano a hábitos de monja. Tanto por imagen pública como por su naturaleza como cantante, no es una carrera de Fórmula 1 su sitio si se busca la coherencia. Véase, por ejemplo, el enorme contraste en la actitud amable y colaborativa de Shaquille O´Neal con la desganada y altiva de Serena Williams. Ambos son leyendas del deporte, pero a la hora de tramitar unas invitaciones o hacer una selección de celebridades, resulta evidente que se hace necesaria una criba.

La lista de celebridades presentes en Austin fue enorme y saltaba a la vista el esfuerzo que había hecho Liberty Media como promotor del campeonato, para elevar el perfil de la Fórmula 1 en EE.UU. Sin embargo, situaciones como la vivida por Martin Brundle o la negativa de Max Verstappen a seguir participando en la serie de Netflix, ‘Drive to Survive’, deberían de servirles como serios avisos para entender que se les está yendo la mano en su afán de potenciar el flanco ‘showbusiness’ del deporte.

placeholder La actitud desganada y altiva de Serena Williams en su visita a la Fórmula 1, resaltó la necesidad de invitar sólo a aquellos que vengan de buena gana.
La actitud desganada y altiva de Serena Williams en su visita a la Fórmula 1, resaltó la necesidad de invitar sólo a aquellos que vengan de buena gana.

¿Reinventar la rueda? No gracias

Es habitual contrastar el supuesto inmovilismo de Bernie Ecclestone en el apartado promocional frente al dinamismo y valentía de Liberty Media para promocionar este deporte. Por ejemplo, hace más de dos décadas Ecclestone invirtió una fortuna en un sistema de producción televisiva digital que técnicamente hoy día sigue sin superarse así como otros aspectos que existían en la Fórmula 1 mucho antes de que el grupo americano adquiriera la competición.

Ecclestone, tenía sus razones para ser muy cauto a la hora de abrir la mano a nuevos modelos de comunicación por el fracaso de la emisión en pay-per-view. El británico salió escarmentado de aquellos ‘gurus’ que todo lo saben, pero desaparecen cuando sus ‘evidentes’ profecías de futuro fallan. Y por otro lado, el mundo post-Bernie ha cambiado a nivel comunicativo de forma radical.

Uno de los cambios más notorios del nuevo modelo de gestión es que la política y el activismo han entrado a saco en la Fórmula 1, pero todo ello exige coherencia. No hay nada peor que mezclar churras con merinas o dicho de otra forma, mezclar propaganda (Meghan Thee Stallion), con actitud (Shaquille O´Neal).

En el pasado Gran Premio de Estados Unidos se vivió un capítulo más de la contradicción entre los mensajes que se predican en el deporte y lo que en realidad luego se lleva a la práctica.

Fórmula 1 Bernie Ecclestone
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