Carlos Sainz, el depredador silencioso que tanta 'allegria' da a los italianos

Carlos Sainz logró un excelente quinto puesto después de una carrera de las de pico y pala, trabajando una dura faena para lograr una impresionante estocada final. Tal y como anticipábamos ayer, la opción estratégica de partir con neumáticos duros para entrar a boxes más tarde que el resto era la más probable. Se sabía de la dificultad de gestionar los neumáticos con tal estrategia ante el exquisito mimo necesario para tratar las ruedas y que duren lo previsto ante la facilidad para ser adelantado en las vueltas iniciales. Pero Sainz estuvo extraordinario en su desempeño de principio a fin.

El madrileño perdió nada más comenzar tres posiciones en el lío de las primeras vueltas. A pesar de ello, nunca perdió la compostura y se centró en cumplir la estrategia programada, y puede decirse que cumplió el difícil examen con nota. Fue una de esas carreras de poco brillo durante una gran parte, pero de un gran resultado si el piloto corre con cabeza y a la velocidad prevista a cada momento. Ni más rápido de lo que se debe ni una décima más lento de lo necesario. Orfebrería al volante, podría denominarse.

Estrategia diferenciada

No olvidemos que Charles Leclerc partió justo detrás del madrileño y le superó en el tumulto de las primeras vueltas. Pocos hubieran apostado en esos momentos iniciales de la prueba que el español acabaría quinto cuando Sainz además iba perdiendo comba respecto a su compañero de equipo. Sin embargo, ese fue el mejor ejemplo del grado de madurez adquirido por el piloto español y, al mismo tiempo, la confirmación para Leclerc de que, lejos de ser ese escudero competitivo que tanto él como los jefes de Ferrari esperaban, Sainz es un formidable carrerista que precisa un pilotaje de muchos quilates para ser superado. Dos grandes premios en el mismo circuito, y en ambos ventaja para el español, la semana pasada por una plaza y en esta por tres. Difícil apelar a la suerte o la casualidad respecto a lo parejo que anda siempre Sainz respecto de Leclerc, uno de los pilotos más rápidos del mundo y una de las pocas pesadillas de Max Verstappen.

"¡Qué gran piloto es Lando Norris!", exclamaba Lewis Hamilton por la radio cuando superó a su compatriota después de no poca dificultad. Y desde luego que el actual líder de McLaren es un piloto extraordinario, pero recordemos que en el pasado no fue superior a Sainz cuando compartieron equipo. Combinados, este hecho y esa igualdad con Leclerc están abriendo los ojos a todo ese ‘establishment’ que consideraba al español un gran piloto, pero nunca incluido con ‘los extraterrestres’. Parece que va siendo hora de revisar esas listas que tanto gustan, especialmente al sector ‘british’ de la Fórmula, y vayan incorporando al madrileño en el territorio de los superclase.

Un trabajo de mucha paciencia

"Estoy contento, porque luché al principio y pensé que no iba a ninguna parte con la goma dura —comentó Sainz al acabar la carrera—. Terminar quinto te demuestra que las carreras son largas y hay que tener paciencia. Fue difícil de gestionar el inicio de la carrera, pude ver a los otros que tenían más agarre mientras Raikkonen y yo patinábamos sin parar con el duro. Después de 10 vueltas, los demás empezaron a tener degradación y en ese momento me di cuenta de que podía hacerlo bien".

No resultaba nada fácil ese objetivo de ‘hacerlo bien’, pues aunque el Ferrari demostró tener un magnífico ritmo de carrera y paso por curva, adelantar con el motor italiano en el RedBull Ring a los coches propulsados por motores Honda o Mercedes no era tarea nada fácil y, como se vio en muchas fases de la carrera con Charles Leclerc, una receta ideal para cargarse los neumáticos en unas pocas vueltas.

Uno de esos momentos clave fue precisamente el adelantamiento al McLaren de Daniel Ricciardo y esprintar hasta el fin para superar al penalizado Sergio Pérez. “Fue sin duda difícil adelantar al McLaren, pues en las rectas iba muy fuerte. Arriesgué mucho en la curva tres, puede salir con mejor tracción y al final lo superé. Somos rápidos en las curvas, no tenemos nada que envidiar a McLaren y ni siquiera estamos lejos de Mercedes y Red Bull en esto, pero en estos circuitos sufrimos un poco porque hay poca curva y muchas rectas. Sabíamos que Austria era una pista favorable para McLaren y no para nosotros y cerramos este doble viaje con un retraso de tres puntos en total. No es un balance dramático”, dijo el madrileño.

Prioridad al trabajo de equipo

Sainz no da mayor importancia al hecho de estar apenas dos puntos por detrás de Leclerc, al sumar actualmente 60 puntos respecto a los 62 del monegasco. Tampoco quiso ver nada especial con que Leclerc le cediera el paso, y si aprovechó para lanzar el mensaje que tiene grabado a fuego: trabajar juntos para devolver a Ferrari a la cumbre: "Mi posición, con Charles en la clasificación es anecdótica. Trabajamos como equipo con todo nuestro empeño para ir hacia adelante, con carreras como esta en las que uno está por delante y el otro por detrás y otras como la de Portimao en las que es justo al revés. Lo importante es que hoy mostramos de nuevo un buen ritmo de carrera y que cada carrera somos más fuertes, entendemos mejor los neumáticos y en la dos o tres últimas carreras hemos desarrollado estrategias muy buenas. Queremos seguir en esa dirección, porque el ambiente del equipo es muy bueno", concluyó el piloto español.

Efectivamente, parece que Ferrari cada carrera va a más. Mattia Binotto valoraba muy bien la gestión de la carrera de Sainz, y compartía su optimismo por la buena progresión del equipo: “La estrategia con Carlos ha resultado correcta. Carlos manejó muy bien los duros al inicio de la carrera y volvimos a la pista con neumáticos más frescos para atacar a Ricciardo en el final. Respecto a nuestro potencial, sabemos que Silverstone será muy difícil para nosotros, con un alto desgaste de los neumáticos delanteros, similar en cierto sentido al Paul Ricard donde tanto sufrimos. Vamos a tratar por tanto de arreglar algunas cosas y luego está la novedad de la Sprint Race, aunque tampoco eso vaya a cambiar nuestra valoración porque los coches son los que son. Sin embargo, para la siguiente carrera en Hungría sí que creo que podremos hacerlo mejor, sobre todo en la clasificación".

"Fue muy divertido, no lo voy a negar, siempre lo es cuando puedes atacar. Poco a poco, soy el Carlos Sainz que es capaz de hacer esto los domingos” Qué mejores palabras para resumir el fin de semana del piloto español, ese ‘depredador silencioso’ que encandila cada día más a los italianos.