Por qué Carlos Sainz le va cogiendo el punto a su Ferrari, y también a Charles Leclerc

Carlos Sainz se quedó con sabor agridulce en los entrenamientos clasificatorios del GP de España. Cuando el monoplaza gemelo termina cuarto y uno sabe que ese tiempo está en el coche, no puede dejar de rumiar. Pero si uno de los grandes desafíos del español en su llegada a Ferrari es ponerse a la altura de Charles Leclerc los sábados, la última sesión clasificatoria confirma que está en el buen camino y se acerca con paso firmes al nivel de Leclerc.

“Creo que ha sido una de las clasificatorias más fuertes de las que he hecho en Ferrari hasta el Q3” resumía Sainz. Efectivamente, porque a pesar de que el monegasco terminó cuarto y Sainz sexto, la dinámica de las sesiones clasificatorias desde Imola no muestran un claro dominio de Leclerc, con un año más de experiencia en este monoplaza. Al contrario en las dos últimas carreras.

Si en Portimao el español batió nítidamente a su compañero durante todo el fin de semana, solo en la última vuelta in extremis cayó en el trazado catalán tras haberle batido en los bloques previos. "El paso adelante que he dado este fin de semana de estar delante y más cómodo con el coche es lo positivo” explicaba al terminar la jornada, "el enfoque sigue siendo parecido y sigo aprendiendo cosas nuevas, en la clasificación me funcionaron algunas de Portimao”.

"Me da rabia"

Sainz se mostraba satisfecho por “pasar de Q1 con un juego de neumáticos y al Q2 con dos juegos". Había superado a Leclerc en los diferentes tandas clasificatorias, pero fue Leclerc quien en el último giro mejoraba su crono mientras pocos su vuelta final. Nueva prueba de la habilidad del monegasco, pero también del conocimiento de su montura al límite en el momento crítico. “En el Q3 he hecho una primera vuelta muy buena, pero en el último sector, en la chicane, he perdido dos décimas. Ahora veo dónde me podrían poner esas dos décimas y me da bastante rabia”, explicaba sobre el desarrollo de la sesión clasificatoria a pesar de una última vuelta que tampoco fue completa. “He tenido un momento en la 7 y en la 10, con muchos problemas de equilibrio todo el día en esa curva. No conseguía hacerla bien, y perdía demasiado tiempo ahí en relación a las otras curvas del circuito”.

En Portimao, Sainz dio un salto cualitativo importante el sábado. Su enfoque y método para estudiar el monoplaza la semana previa y durante viernes y sábado le dieron una ventaja sobre Leclerc. Pero, como reconocería después, el español también se felicitaba por su capacidad para modificar su estilo de pilotaje sobre la marcha y adaptarse a las condiciones cambiantes del monoplaza y de la pista, viento incluido. De aquí también su rendimiento global durante toda la sesión en Montmeló, donde solo fue superado por su compañero en los compases finales. El monegasco le gana 3-1 en el parcial de los sábados, pero Sainz está cada vez más cerca y sin neto dominio de Leclerc.

"Es un circuito que todos conocemos muy bien, por lo que hay muy pocos errores. Cuando los hay son muy pequeños, de una o dos décimas, y eso hace que la parrilla esté muy junta”, explicaba Sainz al terminar, después de haber reconocido esos dos errores en cada vuelta que impidieron haber terminado en la posición de Leclerc o, cuando menos, haber superado a Esteban Ocon. “Hoy podía haber sido tranquilamente el mejor del resto”, rumiaba.

Menos optimismo en carrera

Sainz y Alonso repetían el mismo mantra para el domingo: la necesidad de una salida agresiva. Lo que firmará cualquier piloto, por supuesto, pero en el caso del de Ferrari, porque avanzaba una posible repetición del patrón de Bahrein y Portimao con peor ritmo de carrera en comparación a la jerarquía del sábado, aunque no tanto en Imola por la salida del coche de seguridad. "Vimos de nuevo en las tandas largas del viernes que todavía nos falta un poco pero, al mismo tiempo, estamos intentando solucionarlo", explicaba Sainz. "Lllevará tiempo, tenemos que mejorar en este coche. Veamos qué podemos hacer mañana, pero las carreras suelen ser más duras que los sábados para nosotros”. Aunque parece que Ferrari ya está centrado en el monoplaza de 2022. Tendrá que ser cuestión de puesta a punto y no de innovaciones aerodinámicas.

“Está complicado para mañana (el domingo). “El viernes vimos que nos cuesta porque este coche, en carrera, pone mucho estrés sobre el neumático delantero. Estamos intentando comprender por qué, pero todavía no tenemos solución. Será un día complicado, aunque intentaremos ir hacia adelante con la estrategia”.Según Sainz, la estrategia del equipo será a dos paradas, que dependerá también de otros rivales que consigan ir a una sola parada, algo que descarta en su caso. “También habrá gente que intente ir a una parada y si lo consiguen hacer, quienes vayamos a dos tendremos complicaciones. Nosotros no tenemos neumáticos para ir a una parada, y el duro es muy lento”.

Puede que Sainz se curara en saludl porque Leclerc se mostraba algo más optimista desde su segunda línea de parrilla. “Siento que podemos superar a McLaren mañana. Estamos en una buena posición, ambos comenzamos delante de los dos McLaren”, en referencia también a Sainz. “Es una pelea importante para nosotros, porque de manera realista estamos luchando contra ellos por el campeonato de constructores. con Alpine también, por lo que los puntos serán muy importantes para mañana ". Mientras nose repita la historia de Portimao el domingo…