Carlos Sainz y Ferrari: para la próxima vez, vísteme despacio que tengo prisa

Carlos Sainz obtuvo un resultado decepcionante en el GP de Portugal tras su mejor clasificación el sábado en lo que va de año. Errores de juicio de equipo y piloto que provocaron quedar fuera de los 10 primeros y de los puntos.

La forma en que se desarrolló la carrera para Sainz ejemplifica una vez más lo caros que se pagan los errores en la Fórmula 1 actual. Pudo resultar decepcionante esa undécima plaza tras partir quinto y hasta ser cuarto, pero fue comprensible a tenor de las decisiones que tanto Ferrari como el propio Sainz fueron tomando según avanzaba la carrera. Más doloroso resultaba aún el golpe de salir de Portugal sin puntos cuando Daniel Ricciardo o Fernando Alonso le superaron a pesar de arrancar muy por detrás gracias a su mejor planteamiento de carrera.

Una combinación de errores

Sainz llegó a rodar cuarto, y se desplomó fuera de los puntos. Es el resumen de una carrera con diferentes factores para semejante resultado, fruto de una combinación de los errores cometidos por ambos. Uno de ellos, y prueba de lo caros que se pagan los errores, fue perder lo ganado en una magnífica arrancada una vez retirado el coche de seguridad tras el incidente de Raikkonen. Pérdida de temperatura de neumáticos o despiste tras la resalida, la pérdida de posiciones frente a Pérez y Norris, y el desgaste del compuesto blando quizás, también desencadenaron los problemas que llegaron a continuación después de la parada de Sainz en boxes.

Ferrari tenía datos suficientes antes de que su piloto hiciera su parada para saber que el compuesto medio que montó era una mala decisión. Por el lado de Sainz, tras no superar a Norris tras salir de boxes, se lanzó al ataque y los dejó tocados para el resto de la carrera. Si el español hubiera corrido con la calculadora y menos corazón, quizás hubiera salvado uno o dos puntos al final de la prueba.

"No hemos estado perfectos"

Mattia Binotto, ‘team principal’ de Ferrari, reflexionaba acerca de estos problemas al término de la prueba: "Estamos sin duda decepcionados, pues queríamos irnos de Portugal con un resultado mucho mejor. Sobre el papel, Portimao debería favorecernos respecto a nuestros adversarios directos, pero lo cierto es que no ha sido así. No hemos estado perfectos —recalcó Binotto—, ni ayer con Leclerc ni hoy con Carlos. Hemos intentado hacer ‘undercut’ con Norris, que no ha funcionado, y esto ha supuesto ponerlo en dificultad por el resto de la carrera. Al tener que forzar mucho el neumático medio nada más salir de boxes, esto supuso que se degradaran muy rápidamente".

El jefe del equipo Ferrari reconocía que el resultado conjunto no estuvo muy lejos de lo que ambicionaban, un sentimiento que tuvo idéntico eco en las palabras de Carlos Sainz al término de la prueba: “Desde el momento que no pudimos superar a Norris adelantando la parada, sufrimos mucha degradación, sobre todo por parte del tren trasero. La verdad, no esperábamos estas prestaciones del compuesto medio. En definitiva, no fue una buena carrera para nosotros, pues teníamos todos los ingredientes para acabar entre los cinco primeros, pero fallamos en los momentos cruciales. Debo entender mejor los neumáticos, el equipo y el coche, un proceso que seguro me permitirá crecer”, concluyó el madrileño. En línea con el español, Charles Leclerc confirmaba estos problemas y quizá diera con una de las claves para entender el problema, pues si bien defendía que aunque "los Ferrari no teníamos ningún problema para aguantar el ritmo de McLaren, en cuanto nos acercábamos a menos de un segundo de ellos o de cualquier otro coche, la fatiga del neumático se percibía inmediatamente".

La mala noticia para Ferrari es que el rendimiento mostrado por Alpine podría significar que la lucha por el tercer puesto podría incluir a más rivales que McLaren, como inicialmente se había previsto. La buena noticia, sin embargo, es que otros equipos como AlphaTauri y Aston Martin tendrán muchas dificultades en seguir el mismo ritmo de evolución. Llega ahora el desafío de un circuito no menos exigente como es el de Barcelona-Catalunya, donde será bueno, que como bien dijo Carlos Sainz a sus ingenieros por la radio al término de la carrera, "no nos pasemos de ambiciosos".