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Por qué Fernando Alonso y Marc Coma deben aprender a perdonarse el uno al otro
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LA OPINIÓN DE UN VETERANO DEL DAKAR

Por qué Fernando Alonso y Marc Coma deben aprender a perdonarse el uno al otro

El dakariano Nacho Salvador explica a El Confidencial aspectos que solo pueden conocerse desde dentro del habitáculo, como será la relación de dos exitosos "machos alfa" del deporte

Foto: Fernando Alonso junto a sus compañeros en Toyota. (@Alo_oficial)
Fernando Alonso junto a sus compañeros en Toyota. (@Alo_oficial)

¿Cuál será uno de los mayores desafíos para Fernando Alonso en su nueva etapa en la singular disciplina de los raids? “Se ha metido en un mundo completamente diferente del que viene, pero es un mundo que tiene muchas carambolas, y si estás ahí, puede ganar. Sin embargo, con la poca experiencia que tiene, si quiere medirse con los Peterhansel, Sainz y compañía, lo normal es que le pase como en Sudáfrica (donde volcó)”.

Quién así habla a El Confidencial es Nacho Salvador, uno de los clásicos ‘dakarianos’ españoles. Además de periodista, es campeón del mundo de Bajas, con cinco dakares en su haber, ex copiloto del equipo oficial de Nissan… Y copiloto también en la única participación de Marc Coma a los mandos de un coche. Algo sabe del tema, y algo tiene que decir sobre la aventura de Alonso en el Dakar y el mundo de los raids.

Un cigarrito, y campeones

“Fernando es alguien que en todo lo que se pone un casco quiere ganar. Pero esta es una especialidad en la que hay que saber nadar y guardar la ropa”, explica Salvador, que tira de experiencias personales para ilustrar su afirmación. “Cuando corría con Marc Blazquez en la Copa del Mundo en Qatar, en la última prueba, llegó un momento en que estábamos totalmente perdidos, nos salía todo mal. Pues paramos el coche, nos sentamos en una duna y nos fumamos un cigarrito. Nos volvimos a poner el casco, subimos al coche, terminamos aquella prueba segundos, y fuimos campeones del mundo. Esto en un circuito es impensable. Este chip es el que tiene que cambiar Alonso, y darse cuenta en que hay momentos en los que yendo un poco más despacio, vas mucho más deprisa. La navegación es fundamental, y si vas muy deprisa, no das tiempo al que va al lado te lea el recorrido. Son cosas que tienes que aprender”.

A pesar de la confianza en la competitividad de Alonso, en los detalles notará la falta de experiencia. “Por ejemplo, en Sudáfrica, en el prólogo de unos 25 km. Lo hizo muy bien, quedó cerca de los de delante, pero volvió a pasar por los mismos sitios que al comienzo de la carrera, y no era consciente de que ya había roderas, de que el coche se podía enganchar, y era más fácil volcarlo. Fue lo que ocurrió. Esas cosas solo te las da la experiencia”. El propio Alonso refleja en sus experiencias su obsesión por la atención propia de los circuitos, y su obsesión por acumular información. “Se tiene que relajar 100%, porque en un rally todo terreno puede pasar de todo. En un momento dado aparece una tormenta de arena que pilla a los diez primeros y te cambia las dunas y tú, que llegas una hora después les adelantas. Es que pueden pasar miles de cosas, es todo improvisación. Esto es lo bonito que tienen los raids todo terreno, que puede pasar de todo, que un día pierdes media hora y al día siguiente te has puesto primero”.

A pesar de su capacidad de adaptación y habilidad al volante, Alonso también reconoce que los niveles de concentración que exigen las largas etapas de un raid le han sorprendido como una experiencia totalmente nueva. “Intentar mantener en una etapa de 300 o 400 kilómetros ese nivel que tienes en un circuito es imposible. Es otro nivel. En los raids, como el Dakar, se habla mucho en el coche para tener algo en la cabeza y no se te haga pesado, porque son muchísimas horas al volante. Hablas de tonterías, de la cena de ayer, de cualquier cosa. Porque hay zonas de largas rectas y, si no, te vuelves loco, todo es para mantener la concentración.

La experiencia con Coma

Alonso vivirá la experiencia de otro aspecto crucial en los raids: la dependencia de un copiloto y la convivencia durante infinidad de horas, además del estrés propio de la competición bajo el crono en entornos de incertidumbre. “Para mí, la elección de Marc Coma es genial. Ha elegido a alguien que ha ganado el Dakar cinco veces, pero si hubiera cogido al mejor copiloto del Dakar, si él lo hace mal, se le señala a él. Ahora está montando con alguien que tiene la mayor de las experiencias porque ha navegado solo un montón de años, pero también es un poco novato, con lo cual se camuflaría un poco el no ganar directamente”.

La elección de Coma fue un inesperado golpe de efecto. “Con Marc tiene una ventaja, que tiene muchísima experiencia. Lo único de Marc es que hasta ahora, al margen de las motos, solo tenía una experiencia en coche, que hicimos juntos él y yo, en la Baja Aragón del 2006. Y en coche navegar es un poco más complicado, porque vas en una caja, en una moto tienes visión 360 y ves todo alrededor, pero en un coche solo ves a través de parabrisas. Pero la capacidad que tiene Marc para ver sobre el terreno no la tiene nadie”.

"Los dos son machos alfa"

¿Y cómo espera Salvador que sea la relación entre ambos? “Son muchas, muchas, muchas horas juntos dentro del coche, es como un matrimonio durante muchos años. Es verdad que ellos tienen una ventaja, porque los dos son muy buenos, pero también les veo una desventaja, los dos son ‘machos alfa’, entonces tienen que aprender a gestionar ese aspecto. Los dos han sido grandes ganadores individuales. En este deporte sin equipo no haces nada, pero luego, a la hora de la verdad, cuando han competido han sido solos. Tienen que acostumbrarse a trabajar en equipo, y a perdonarse muchos errores uno al otro porque... a ver, el organizador mete trampas para que se equivoque el piloto, pero también las meten para que se equivoque el copiloto. Hay que aprender a jugar con ello, a perdonarse cuando el tu compañero no lo hace bien, porque lo organizadores buscan que te pierdas y tengas que encontrar dónde estás”.

Si a Nacho Salvador le pusieran junto a Fernando Alonso como copiloto, ¿qué consejos le daría? “Pues, lo primero, que disfrute de la carrera. Porque además creo que este año va a ser muy bonita. Que aprenda a esperar su momento, porque la ventaja que tiene este año es que la carrera es nueva para todos. Sudamérica se quedó pequeña y al final se pasaba por los mismos sitios, los que tenían experiencia se lo sabían todo ya, por navegar había perdido la gracia. Ahora es nuevo para todos, por lo que debería aprender a esperar su momento, que llegará. Hay una máxima en esta especialidad: “Hay que saber ir lo suficientemente despacio para poder ir deprisa”. Pasar las dunas despacio, por ejemplo, porque si lo haces deprisa acabas en una poza. Hay que estar ahí para en su momento dar el hachazo”.

¿Cuál será uno de los mayores desafíos para Fernando Alonso en su nueva etapa en la singular disciplina de los raids? “Se ha metido en un mundo completamente diferente del que viene, pero es un mundo que tiene muchas carambolas, y si estás ahí, puede ganar. Sin embargo, con la poca experiencia que tiene, si quiere medirse con los Peterhansel, Sainz y compañía, lo normal es que le pase como en Sudáfrica (donde volcó)”.

Fernando Alonso