Williams,'show me the money', o cómo asegurar el dinero y los puntos

Puede que Felipe Massa lamentara no subirsubir al podio del Gran Premio de Austria, pero quizás no le dolió tanto tras ver el trofeo, pongamos que original para ser benignos, que recibió su compañero Valtteri Bottas.El brasileño no logró consolidar su posición de parrilla, ni tampoco Williams aspiróa la victoria en momento alguno de la carrera. Todos los datos aportados por el equipo tras la prueba confirmaban que sebuscó asegurar el tiro de los puntos disponibles. Y, dadas las circunstancias, lo consiguieron.“Vinimos aquí pensando que si había 27 puntos en la mesa, los queríamos”, explicó tras la carrera Rob Smedley, el director operativo del equipo, “no siempre hay 27 puntos, así que fuimos y los cogimos”.

Si fue una explicación que encajara a posteriori con los acontecimientos de la pista, tenía todo su sentido. En todo caso, lo tenía más si cabe tras el Gran Premio de Canadá. Allí, con el monoplaza más rápido en la segunda parte de la carrera en manos de Massa, el equipo británico se llevó un botín de puntos raquítico. El brasileño acabó estampado contra los raíles, y Bottas noveno y lastrado por problemas mecánicos.

En Williams no debieron creerseel espejismo del sábado. La vuelta de Massa fue fantástica –solo había que ver su cámara subjetiva-, pero también Mercedes se había pegado un tiro en el pie. Las simulaciones del viernes confirmaron el margen en carrera del W05. Con el neumático principal, el blando, Mercedes contaba conun mínimo de tres décimas de ventaja sobre Williams.

“Tendré un buen coche para la carrera, seguro”, repitió Rosberg el sábado hasta la saciedad”. Si a ello se le sumaba que Hamilton hizo un trompo en su última vuelta, y que por su causa Rosberg tuvo que levantar el pie en su giro final, en Williams no se hicieron ilusionesy fueron a lo pragmático el domingo: 'Show me the points', o lo que es lo mismo, 'show me the money'.

Sin reacción a los movimientos de Mercedes

La primera parada en boxes de sus pilotos fue reveladora. Ni intentaron anticiparse a los Mercedes para ‘levantarles’ la posición con la entrada, ni tampoco reaccionaron inmediatamente a la entrada de Rosberg y Hamilton. El primero entró en la vuelta once y el segundo, que venía por detrás,en la trece. Massa, fue llamado en la catorce y a continuación lo hizo Bottas. Williams, en definitiva, iba a su bola, aunque desde fuera extrañara lo que parecía falta de ambición ganadora.

El finlandés tuvo la suerte de disfrutar deuna maniobra meteórica de sus mecánicos, más rápida que la de Massa, y superó a su compañero de equipo con una gran vuelta de retorno a la pista. El brasileño quedó fuera del podio desde ese momento. Mientras tanto, el equipo instruía a sus pilotos convenientemente, como reconocería Smedley después de la prueba, “incluso con nuestra estrategia, queríamos controlar el neumático y su desgaste, tratado de reducir la pérdida de tracción y la aceleración lateral”. De cebarse con los Mercedes, nada. Se trataba de mirarse al ombligo del propio desgaste del neumático.

No parecer unos idiotas al final

En definitiva, Williams pretendía desde el principio no caer en la trampa de la liebre de Mercedes, conscientes de que nunca iban a alcanzarla y, por el contrario,corriendo el peligro de que a sus neumáticos les entrara la‘pájara”. “Si hubiéramos ido a tope(desde la primera parada), luego podrías haber quedado como un idiota si te cargas los neumáticos con cinco o seis vueltas para terminar, y los coches luego te pasan uno detrás de otro”, justificó Smedley tras la prueba.

Si la primera entrada anticipólas intenciones 'amarrategui' de Williams, también la segunda, cuando Hamilton adelantó a Bottas al volver a la pista. Porque así fue comocayeron los dos monoplazas británicos, en el cambio de gomas.Aunque Bottas podía optar a la segunda posición, su equipo no quiso anticipar la segundaparada en boxes, para alargar así el tiempo del neumático sobre la pista hasta el final, conel objetivo era no ‘despeñarse’ inesperadamente en los compases finales de la carrera.

Con los ases de la potencia guardadosen la manga

Al término de la carrera, Toto Wolff explicó los problemas mecánicos que su equipo hubo de manejar en ambos monoplazas con la refrigeración y el uso de los frenos. Quizás si Williams hubiera atacado con uno de sus pilotos, hubiera logrado una mejor posición. Pero la mentalidadestratégica de Williams estaba condicionado de antemano. Más valían27 puntos en la mano (los realmente obtenidos) que arriesgar por conseguir 30 volando (los equivalentes a la segunda posición). El ritmo final de Rosberg confirmó que nada había que hacer contra el piloto alemán. Y es sabidoque Mercedes tiene programas latentes de motor capaces de enviar al W05 a la Luna si es necesario, como Alonso pudo comprobar en su adelantamiento con Hamilton.

En el Red Bull RingWilliams logró casi un tercio de los puntos cosechados en los tres últimos años... Como para encima ponerse a 'jugar' a las carreras de coches.