Vettel: lo que quiera, cuando quiera y como quiera

"¡El coche fue fantástico!". La alegría de Sebastian Vettel nada más cruzar la línea de meta fue compartida por su escudería, sus aficionados... y poco más. Como reconoció Fernando Alonso en la rueda de prensa posterior y salvo el primer cuarto de la prueba, el del GP de Bélgica fue un gran premio "muy aburrido". El alemán se llevó la emoción de un plumazo cuando a los pocos segundos de apagarse el semáforo adelantó al ‘poleman’ Hamilton. A partir de ahí, Vettel jugó con el RB9 y Alonso, su perseguidor. Hizo lo que quiso en cada momento dando muestras de su autoridad. Incluso realizó su ya típica vuelta rápida a falta de unos giros para concluir la carrera.

"Recuerda que debes permanecer dentro de los límites de la pista y los límites dentro de ti mismo", advirtió Rocky, el ingeniero de pista del alemán, por radio. Vettel se dio una alegría para el cuerpo en una de las 44 vueltas de cierta monotonía y dejó patente, nuevamente, su necesidad por demostrar su autoridad. "Hemos podido controlar muy bien la carrera, el coche estuvo mejor de lo que esperábamos. Los chicos lo han hecho muy bien, por suerte no hemos tenido lluvia y no ha habido de tomar decisiones arriesgadas". Vettel explicó lo confortable y seguro que ha pilotado, sabiendo que estaba todo bajo control.

Jugando con el crono y sus rivales

Finalizó 16 segundos por delante de Alonso aunque es una diferencia un tanto irreal ya que cada vez que el asturiano se le acercaba, Vettel respondía a la siguiente vuelta. ¿Cuánto se guardó el germano sin necesidad de ‘tirar’ a tope más allá de las primeras vueltas? Por mucho que el Ferrari del español hubiera salido cerca de Vettel, parece impensable que este domingo hubiera supuesto una amenaza seria. "Cuando eres el segundo más rápido, mereces acabar segundo", señaló Alonso al término del fin de semana. Poco más que añadir.

Quizás se pueda pensar que los sábados no son tan poderosos a tenor de las siete ‘poles’ que acumula Mercedes este año, pero hay que tener en cuenta que en Hungría Sebastian Vettel se relajó en su vuelta rápida -como así lo reconoció el propio alemán- y posibilitó el primer puesto de Hamilton; y en Bélgica, Ross Brawn también admitió que de no ser por una pista mojada, el vehículo de Lewis no hubiera salido primero. Vamos, que la lluvia impidió su tercer ‘grand chelem’ de su carrera. Por cierto, hablando de números, Vettel suma 31 victorias en Fórmula 1, las mismas que Nigel Mansell y a una de Alonso.

Tras Italia, terreno favorable a Red Bull

El estupendo estado de forma del coche y del piloto (su compañero Mark Webber finalizó quinto) sobre Spa-Francorchamps recordó al Red Bull de 2011 o el de la segunda mitad del pasado año. Intratable. Con 46 puntos de ventaja en la clasificación con respecto a su perseguidor, Fernando Alonso, y 58 sobre Hamilton, Vettel tiene opciones de liquidar el campeonato en Asia, en trazados como Singapur (dos victorias en las dos últimas campañas), Corea (dos victorias y una retirada en tres carreras), Japón (tres victorias en los últimos cuatro años, y el año que Vettel no ganó -2011- se proclamó campeón del Mundo) o India (dos victorias en dos pruebas), donde Red Bull tradicionalmente marcha bien.

Antes de pisar ‘terreno de Red Bull’ hay que visitar Italia, tierra de Ferrari -de largas rectas y mucha velocidad- donde teóricamente el RB9 "no irá tan bien", como afirmó este domingo Vettel. En este trazado la Scuderia tiene una de sus mejores oportunidades para tratar de recortar diferencia con respecto a Vettel aunque, por cómo han transcurrido las tres últimas temporadas, Alonso es consciente de que necesita la suerte de cara. Pese a que este domingo bromeara sobre el tema, el asturiano dio una clave: "Necesito que alguien le saque de la pista" porque o Ferrari mete una marcha más a su programa de evoluciones (lo visto en Spa era específico para dicho trazado), o será la única manera de acabar por delante de Vettel.