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Purito resiste a la nieve y a la niebla y se mantiene como líder de la Volta
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Purito resiste a la nieve y a la niebla y se mantiene como líder de la Volta

La lluvia,la nieve y la niebla del marzo pirenaico hizo acto de presencia en una épica etapa reina de la Volta, en una etapa ganada por Van Garderen

Foto: Froome en un instante de la etapa (Efe).
Froome en un instante de la etapa (Efe).

Si el miércoles la meteorología respetó al pelotón en su paso por La Molina, la lluvia la nieve y la niebla del marzo pirenaico hizo acto de presencia en una épica etapa reina de la Volta a Cataluña, en la que el español Joaquim 'Purito' Rodríguez mantuvo el liderato y el estadounidense Tejay Van Garderen (BMC) besó la gloria en meta.

Después de la primera toma de contacto con la montaña, los favoritos volvieron a verse las caras en una etapa corta, pero exigente, con cinco puertos, el último de ellos es el de Vallter 2.000 -de categoría especial- con unas rampas del 7,8 % durante 12 kilómetros y con la niebla, la nieve y el frío como testigo de excepción.

Unas credenciales más que suficientes que auguraban, de nuevo, un duelo entre Froome, Contador, 'Purito' y Quintana, los gallos del pelotón, a la que se unió el estadounidense Tejay Van Garderen, que ha escalado hasta la tercera posición en la general, situándose a siete segundos del líder y a cuatro de Alberto Contador, segundo.

El estadounidense atacó, a 2 kilómetros de meta, junto al francés Romain Bardet (AG2R), y le sacó tres segundos a Contador, quien tan sólo pudo arrancarle un segundo al líder del Katusha que, a pesar del esfuerzo en la etapa que se llevó el miércoles, aguantó el tirón final. El colombiano Nairo Quintana (Movistar), por su parte, no pudo repetir la victoria de la pasada edición y cae a la quinta posición de la general, después de entrar a cinco segundos de Van Garderen y Bardet, mientras que Chris Froome -séptimo hoy- ocupa la sexta plaza, a 17 segundos del líder. El mal tiempo añadió aún más épica a la gesta de un gran grupo que perdió a notables como Betancur (Ag2R La Mondiale) y Christopher Horner (Lampre-Merida), vigente campeón de la Vuelta España.

Quizás porque aún notaban el desgaste, la etapa tardó en animarse. La primera fuga del día no se completó hasta el kilómetro 50. Clement (Belkin), De Gendt (OmegaPharma), Mederel (Europcar) y el español Rubén Plaza (Movistar) llegaron a tener hasta cerca de 4 minutos de ventaja en la ascensión al alto de Canes. El colombiano José Serpa (Lampre-Merida) se unió a los escapados que claudicaron a 6 kilómetros de la meta, con los gregarios de Saxo-Tinkoff y el Sky tirando del gran grupo.

La carrera volvía a empezar y toda la carne estaba en el asador. La niebla persistía y los primeros espadas se controlaban con la mirada, a la espera de ver quién imprimía el primer hachazo. Lo probó, a 3,5 kilómetros de meta, el francés Warren Barguil (Giant-Shimano). Su ataque quedó contrarrestado por Bardet que se desenganchó de Froome, Quintana, 'Purito' y Contador, menos de Van Garderen.

Designado mejor joven del Tour de Francia de 2012, el estadounidense mantuvo la batalla con el francés hasta el final, mientras que tras la gris neblina los 'cuatro fantásticos' del pelotón les seguían, ansiosos, para poner fin a la épica pelea de Vallter 2.000.

La batalla de los Pirineos terminó con los cuatro mejores ciclistas del Tour de 2013 en las seis primeras posiciones. La Volta está en un puño y se decidirá en la etapa final de Barcelona con las ocho ascensiones a la montaña de Montjuïc. Mañana etapa larga, de 218 kilómetros, entre Llanars y Valls con el Alt de l'Illa, situado a 10 kilómetros de meta, como principal escollo, en una jornada en la que no se prevén muchos cambios después de la pesadez muscular acumulada en los Pirineos.

Si el miércoles la meteorología respetó al pelotón en su paso por La Molina, la lluvia la nieve y la niebla del marzo pirenaico hizo acto de presencia en una épica etapa reina de la Volta a Cataluña, en la que el español Joaquim 'Purito' Rodríguez mantuvo el liderato y el estadounidense Tejay Van Garderen (BMC) besó la gloria en meta.

Después de la primera toma de contacto con la montaña, los favoritos volvieron a verse las caras en una etapa corta, pero exigente, con cinco puertos, el último de ellos es el de Vallter 2.000 -de categoría especial- con unas rampas del 7,8 % durante 12 kilómetros y con la niebla, la nieve y el frío como testigo de excepción.

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