El español Juan Espino gana The Ultimate Fighter 28 y entra en UFC

Empecemos por el principio. Para poder entrar en The Ultimate Fighter, Juan Espino le dijo a los organizadores que si no era el mejor en todo “le mandaran para casa”. Pues bien, ya no hay nadie que pueda mandar de vuelta al español, porque es un luchador de UFC por derecho propio. Ha ganado a todo el que se le ha puesto por delante, y lo ha hecho con solvencia. Se impuso a Ben Sosoli en la que, a la postre, quizás ha sido su pelea más complicada. Ganó a Maurice Greene después de tener que aguantar sus faltas de respeto durante semanas. Y, finalmente, ha ganado a al estadounidense Justin Fraizer en la final de The Ultimate Fighter 28 en Las Vegas.

Como en pasados combates, Espino tuvo el control de la pelea en todo momento. El luchador español tenía un plan, como siempre, y lo ejecutó a la perfección: “Justin pensó que yo me iba a mover más. Cuando me quedé parado y con la guardia zurda se quedó descolocado. Y cuando él ve algo que no le gusta se te viene encima". Por ahí pudo Juan llevarse la pelea a su terreno. No tardó en derribar a su rival y empezar a golpearle. Fraizer, que no es cualquier luchador, consiguió salir de la situación y ponerse de pie. Pero la alegría del estadounidense duró poco, Espino volvió a derribarle y, trabajando desde su costado, le bloqueó el brazo izquierdo y le colocó el cepo en el derecho. Con el codo luxado el estadounidense solo pudo palmear. Ojo con el brazilian jiu-jitsu del canario.

Fraizer, que esperaba una guerra de 15 minutos en la que poder desarrollar su golpeo, se quedó a las puertas del cielo en el minuto 3:36. Espino sabía que no podía dar ninguna opción al estadounidense y que tenía que irse a por la pelea desde el inicio “Decidí no arriesgar con Justin porque es un tipo muy fuerte. Pero bueno, salió bien la estrategia de meterle presión desde el principio”, dijo tras acabar la pelea con una sonrisa exultante. No podía estar más feliz. Se fue persiguiendo un sueño bien difícil de alcanzar y lo ha conseguido. El español ha llegado para quedarse.

Pesos pesados

Ahora bien, el lugar al que llega no es un lugar fácil (por no decir que es un infierno). La categoría de los pesos pesados es muy complicada. En ella habitan tipos de la talla de Francis Ngannou, Stipe Miocic o Daniel Cormier. El luchador canario es muy consciente de ello: “Cuando llevas dos meses entrenando con luchadores como Junior Dos Santos o Alexander Gustafsson y ves que no les alcanzas ni una, te das cuenta del nivel que hay”. Espino, que no se dejó llevar por el frenesí de la victoria, no quiso retar a nadie en concreto: “Sé que es una división muy complicada. En este peso una mano lo cambia todo. Pero habrá que ver. Estaría bien poder luchar con alguien del top 15”. Arlovski quizás podría ser una opción.

En cualquier caso, Juan, a quien apodan “el guapo” porque siempre es último en salir de los vestuarios (sí, es ese amigo al que siempre tienes que esperar porque se está arreglando), compartió cartelera con Dos Anjos y Usman, que se enfrentaron por ver quién será el siguiente en medirse Woodley. Usman salió vencedor después de una pelea muy completa que dejó impresionado a casi todo el mundo. Nadie se esperaba semejante despliegue del nigeriano:

Después de la velada, Dana White, presidente de UFC, atendió a los medios para alabar el trabajo de Usman, de quien dijo que se merece pelear por el título. Pero, además, lanzó un mensaje a la comisión que ha de evaluar la posible sanción de Khabib Nurmagomedov después del lío que montó tras ganar a McGregor: “Espero que la sanción a Khabib no vaya más allá de un año. No sería justo. Todo acabó en 40 segundos y nadie salió herido”. Habrá que esperar a ver qué deciden las autoridades pero lo que empieza a quedar claro es que no habrá Khabib-McGregor en un futuro inmediato, sino que será Tony Ferguson el que aspire al cinturón.