El curioso momento de Jokic tras ganar el anillo de la NBA: "Voy a ver si me ha felicitado Djokovic"

Nikola Jokic ya tiene su merecido anillo de campeón de la NBA. El pívot serbio volvió a liderar a los Nuggets para asestar el golpe definitivo a Miami y consumar el triunfo en las Finales. Este año sí, Denver ha hecho historia al lograr el primer título de la franquicia y todo ello fue debido a un grandullón que lee el baloncesto como nadie en toda la liga.

Con unas condiciones físicas muy alejadas de lo deportistas que suelen acaparar los focos, Jokic logró lo que tanto se esperaba de él: ser dominante en los playoffs después de que en las dos temporadas anteriores ya fuera premiado con el MVP de la temporada regular. Era el momento de dar un paso más, de demostrar que los Nuggets de Mike Malone estaban preparados para bailar sobre la pista al ritmo del serbio. Y este no defraudó.

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Agencias

Con 28 puntos, 16 rebotes, 4 asistencias y, aunque no se contabilice, una influencia en el juego como muy pocos han logrado en la historia al tener semejante envergadura, Jokic llevó a Denver al triunfo para finiquitar por 4-1 a los Heat de Jimmy Butler. Por el camino quedaron los Timberwolves, los Suns y los Lakers, perdiendo solo cuatro encuentros entre las cuatro series, con el serbio liderando en los apartados de anotación, capturas y pases de canasta totales en los playoffs por primera vez en la historia.

Los curiosos momentos de Jokic tras ganar el anillo

Una vez se consumó el triunfo de Denver, y como no podía ser de otra forma, Jokic recibió el premio Bill Russell como mejor jugador de las Finales, un MVP que se une a los de la NBA de las temporadas 20-21 y 21-22. El pívot no se escondió cuando le preguntaron cómo se sentía. "Está bien, está bien. El trabajo está hecho. Ahora ya podemos irnos a casa", dijo con una sonrisa.

Además, ya en la rueda de prensa posterior, Jokic bromeó sobre si había recibido un mensaje de felicitación de Djokovic, compatriota suyo y reciente ganador de Roland Garros. Pero al sacar su móvil vio los cientos de mensajes que tenía en el teléfono tras ganar la NBA y decidió volver a guardalo en el bolsillo.

A sus 28 años y en pleno declive de la figura del pívot en un baloncesto moderno en el que se abusa cada vez más de los triples, Nikola Jokic ha logrado dar un paso más y dotar a la figura del center de una capacidad para controlar el partido que va mucho más allá a la zona y estar debajo de los aros. Tardó en llegar, pero los Denver Nuggets ya tienen su campeonato de la NBA.