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Alexey Shved o la fiebre del triple en el baloncesto (y del que se libra el Real Madrid)
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lanza 13 triples por partido en euroliga

Alexey Shved o la fiebre del triple en el baloncesto (y del que se libra el Real Madrid)

Shved, estrella del Khimki y uno de los jugadores mejores pagados de Europa, no jugará este jueves contra el Real Madrid por lesión. El equipo ruso pierde a su mejor jugador

Foto: Alexey Shved lanza 13 triples por partido en la Euroliga. (Euroleague)
Alexey Shved lanza 13 triples por partido en la Euroliga. (Euroleague)

Si el baloncesto fuera la música española, el triple sería Rosalía. Si alguien necesita argumentos para convencerse de que el tiro de tres se ha convertido en el santo grial, las primeras semanas de competición en la NBA le han dado varios. Ahí está Klay Thompson y su récord de más triples anotados (14) en un partido. Pero más revelador que esa exhibición del alero de los Warriors es el caso de Brook Lopez, un pívot de 2,13 metros que juega en los Bucks. En sus primeras seis temporadas en la liga lanzó siete triples, uno menos de los que metió el domingo. Pocos ejemplos mejores de la revolución que vive la liga norteamericana, porque su transformación no es una exepción.

En Europa, donde la línea de tres puntos está casi medio metro más cerca del aro, la tendencia también es muy acentuada aunque no reciba tanta atención. En la Liga Endesa se han lanzado un 40 % de triples en las dos últimas temporadas y en la actual el porcentaje es del 41,27 %, según datos de 'Mundo Deportivo' (en la NBA, la media esta temporada está en el 35,2 %.). El Iberostar Canarias lleva la delantera con un 52,3 % de triples.

Muy por encima está el Khimki, rival del Real Madrid este jueves en la séptima jornada de la Euroliga. En competición europea lanza un 56,7 % de triples. En cada partido, sus jugadores tiran 35,2 triples. Y más de un tercio salen de las manos de Alexey Shved, su gran estrella, que será baja por lesión contra el equipo madridista. El jugador ruso promedia 13 triples por partido. Casi los mismos que todo el Zalgiris Kaunas, el equipo que menos utiliza el triple en la Euroliga.

No es extraño encontrar a jugadores que tiran mucho más de tres que de dos. Rudy Fernández, por ejemplo, lleva un par de temporadas lanzando dos tercios de sus tiros desde más allá del 6,75. Hay casos más extremos, como el de Alberto Corbacho, ahora en en el Delteco GBC. Desde el comienzo de la temporada 2015-2016, el mallorquín ha lanzado 289 tiros en la Liga Endesa y solo el 8,3 % han sido de dos puntos.

La distribución de Shved está más equilibrada (69,6 % de triples), pero en cambio su volumen de triples no tiene comparación. No hay en la Euroliga otro jugador que lance tantos por partido. El ruso es el líder destacado de esa clasificación: lleva 78 en seis partidos, 26 más que Mike James, base del Olimpia Milán. Tercero es el jugador del Kirolbet Baskonia Matt Janning con 38, menos de la mitad que Shved, que combina su gran volumen con un muy buen porcentaje de acierto (41 %).

Vale más una canasta de tres que uno de dos y es más sencillo anotar cuanto más cerca se está del aro. Combinadas, ambas certezas están arrinconando el lanzamiento de media distancia

En la NBA no hay jugadores que lancen tanto de tres como el base del Khimki. El que más es James Harden, con 11,1 intentos por partido. Le sigue Stephen Curry con 10,5. Y cierra el podio Kemba Walker con 10 lanzamientos. Y eso que los tres juegan más que Shved y allí el ritmo es más alto y por tanto hay más opciones de lanzar. El triple siempre ha sido un pilar del juego de Shved, pero ahora lanza mucho más que antes. En la temporada 2015-2016, la primera tras su vuelta de la NBA, tiró 6,8 triples de media.

La distribución de los tiros de Shved es un reflejo del análisis estadístico que cada vez tiene más peso en el baloncesto: o tira de tres o cerca del aro, pero casi nunca de media distancia, según datos de Overbasket. La idea es que se deben potenciar los lanzamientos más eficientes en detrimento de aquellos que no lo son. Vale más una canasta de tres que uno de dos y es más sencillo anotar cuanto más cerca se está del aro. Combinadas, ambas certezas están arrinconando el lanzamiento de media distancia.

Ningún equipo lo ejemplifica mejor que los Houston Rockets, que la temporada pasada se convirtieron en el primero en la historia de la NBA en lanzar más de tres que dos durante una temporada. El 50,2 %, para ser exactos. No por casualidad esa filosofía de juego guiada por el análisis estadístico, que está llevando a la NBA a un frenesí ofensivo, es conocida como 'Moreyball', en referencia a Daryl Morey, mánager general de la franquicia (el mismo que insiste en fichar a Sergio Llull). El tiro de media distancia es casi un anatema en los Rockets. Y es residual en el juego de Shved y el Khimki.

Pero no hay que ser extremistas y desdeñar cualquier tiro de dos por muy bueno que sea. El Zalgiris es un buen ejemplo: la temporada pasada ya fue el que menos triples lanzó de la Euroliga y jugó la Final Four. "El tiro de tres puntos tiene mucha importancia, pero lo vital es que las jugadas acaben en un buen tiro independientemente de que sea de tres, de dos o una penetración", dijo este miércoles Pablo Laso.

Él no es sospechoso de ser un nostálgico de un baloncesto anterior. Desde su llegada al banquillo, el Real Madrid es un equipo que juega rápido y que tiene en el tiro de tres una de sus grandes amenazas. Esta temporada es el segundo equipo que más triples lanza en la Euroliga, solo por detrás del Khimki (el curso pasado ocuparon también las dos primeras posiciones en ese orden).

"No contemplo que el partido sea un concurso de triples. Si los tiramos porque están bien tirados, me da igual que sean 30 o 40. Ellos juegan muy abiertos y tiran muchísimos. Tiran más de tres que de dos, ya hemos avisado a los chicos", dijo. Sin Shved, lo normal es que la cantidad de triples lanzados disminuya. Como lo hará el potencial ofensivo del Khimki, que pierde a un jugador que promedia 25,8 puntos y 7 asistencias. Shved tiene un porcentaje de uso ofensivo del 39,9 %, según Overbasket, lo que quiere decir que de cada 100 posesiones de su equipo, 39,9 las finaliza él para bien o para mal. Que no pueda jugar es un gran alivio para el Real Madrid.

Si el baloncesto fuera la música española, el triple sería Rosalía. Si alguien necesita argumentos para convencerse de que el tiro de tres se ha convertido en el santo grial, las primeras semanas de competición en la NBA le han dado varios. Ahí está Klay Thompson y su récord de más triples anotados (14) en un partido. Pero más revelador que esa exhibición del alero de los Warriors es el caso de Brook Lopez, un pívot de 2,13 metros que juega en los Bucks. En sus primeras seis temporadas en la liga lanzó siete triples, uno menos de los que metió el domingo. Pocos ejemplos mejores de la revolución que vive la liga norteamericana, porque su transformación no es una exepción.

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