España se lame las heridas, pero se juega un Mundial contra Rusia: "Es un partido vital"

Un tiro libre. Un solo tiro libre separó, por primera vez desde hace ocho años, a la Selección española de baloncesto femenina del medallero en un gran torneo. Desde el 2013, España había tocado metal en cada Eurobasket, Mundial o Juegos Olímpicos que había disputado. El desenlace no pudo ser más cruel para las jugadoras entrenadas por Lucas Mondelo. Especialmente dura fue la noche de Cristina Ouviña, la encargada de ejecutar esos dos tiros libres a falta de un segundo de partido contra la poderosa selección de Serbia. El primero lo metió, asegurando la prórroga de los cuartos de final. El segundo se escapó. Amargo trago para la jugadora maña, sin duda una de las grandes referencias del equipo nacional durante todo el torneo. Precisamente a ella le quiso dedicar unas palabras Jorge Garbajosa, admitiendo su predilección por todo lo que representa la base. “Ouviña es mi ojito derecho por su compromiso, por su calidad, por su capacidad de trabajo... Su tiro libre no entró y eso es algo que puede pasar”, afirmó el presidente de la Federación Española de Baloncesto en un encuentro con la prensa este jueves. La afición de Valencia, totalmente volcada con su estrella, mimó a la base tanto al finalizar el partido como a la salida de las jugadoras camino al hotel.

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Alberto Ramírez. Valencia

“Cuando te dedicas a esto, sabes qué pasa. Los detalles marcan la diferencia. Esa noche le dimos mil vueltas a qué podíamos haber hecho mejor, en qué nos podíamos haber equivocado. Ese punto de azar, suerte, que nos ha acompañado muchos años, no lo hizo”, alcanzó a decir Garbajosa. El presidente no pudo pegar demasiado ojo durante aquella madrugada.

El palo fue duro, el equipo era anfitrión y, aunque se conocía que había selecciones como Francia que llegaban mejor, se confiaba en poder alcanzar la medalla. Pero no hay tiempo para las lamentaciones. “Hoy toca llorar, pero mañana empezamos a preparar la mente para el partido del sábado”, fueron las palabras que, todavía en caliente, pronunció Laia Palau tras el partido contra las serbias, en el que España cayó en la prórroga 71-64. Una demostración de como ser capitana dentro y fuera de la pista.

Objetivo Mundial 2022 con Rusia como rival

El Eurobasket no se acabó frente a Serbia. España se jugará mañana sábado (15:00) mucho más que el honor. Los cambios del sistema FIBA estiman que con el nuevo formato la Selección deberá alcanzar el quinto puesto para tener acceso al Premundial del próximo año, torneo que a su vez permitiría la entrada al Mundial de Australia del 2022. No hay medias tintas, para no quedarse sin la aventura internacional del próximo verano el equipo de Lucas Mondelo tendrá que ganar a la siempre complicada Rusia, en un encuentro de armas tomar. “El futuro más cercano pasa por el sábado. Es un partido de una trascendencia vital”, avisó Garbajosa, antes de hacer un llamamiento a los espectadores de Valencia para que acudan a apoyar a las jugadoras: “Es duro, no es fácil. Nos jugamos un Premundial y hay que pensar en ellas, que todo lo que han hecho tenga una continuidad el año que viene”.

Rusia, que a punto estuvo de dejar a Bélgica sin alcanzar las semifinales, será un complicado rival para España, que necesita reencontrarse con la confianza tras el varapalo de la eliminación. El estado físico del equipo -no hay que olvidar que los positivos de Alba Torrens y Tamara Abalde a cinco días de iniciarse el Eurobasket dejaron a las jugadoras sin poder entrenar en condiciones y aisladas en sus habitaciones- preocupa, aunque se espera que los dos días de descanso permitan que las piernas lleguen frescas a la cita.

La pívot Maria Vadeeva, quien está registrando unos números de 19,4 puntos, 7,4 rebotes y 3,6 asistencias por partido, será la referencia ofensiva de las rusas. “Ver una Fonteta llena, con todas las dificultades que hay para organizar este campeonato, las jugadoras volcadas, con una comunión con la afición espectacular... Invito a los aficionados a seguir disfrutando de esto porque el sábado es un día muy grande para el baloncesto femenino español”, insistió Garbajosa.

Alba Torrens, “un león enjaulado” con ganas de Juegos Olímpicos

El pabellón de La Fonteta de Saint Lluís, que rugió con casi 2.900 espectadores para apoyar España, “parecían 29.000 por lo que se vivió”, tuvo una asistente muy especial, Alba Torrens. La escolta pudo estar en la grada para apoyar a sus compañeras después de recibir los resultados que confirmaban que había superado el coronavirus. Garbajosa confirmó que había podido cenar con ella la noche del martes, destacando el esfuerzo que realizó la gran estrella española durante su contagio. “Alba ha estado 12 días metida en un hotel, con una elíptica y unas cintas para hacer algo de ejercicio de cara a los Juegos. Tenía esa sensación de león enjaulado y es duro. Ella se podía haber ido a su casa a recuperarse y se ha quedado aquí, siguiendo al equipo, comprometida con la FEB y preparándose para la siguiente competición. Suena lejos, pero Tokio está ahí y esto no para”, aseguró el presidente de la Federación.