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Toda la vida esperando este día: Palencia se estrena en casa en la ACB cayendo ante el campeón
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PRIMER CONTACTO CON LA ÉLITE

Toda la vida esperando este día: Palencia se estrena en casa en la ACB cayendo ante el campeón

En un partido que la afición morada tardará en olvidar, un espléndido Zunder puso al Barça contra las cuerdas y sólo cayó ante los azulgranas en la prórroga

Foto: Palencia tuvo en su mano su primera victoria en la ACB
Palencia tuvo en su mano su primera victoria en la ACB

El pasado sábado 23, el Zunder Palencia hacía historia en la ACB. Se convertía en el 79º equipo en debutar en la máxima categoría del baloncesto español, pero era mucho más que eso. Era la primera vez que un equipo palentino militaba en la primera división de cualquier deporte nacional, algo que se había enquistado en la ciudad y que llegó a parecer en algún momento incluso una maldición. Ahora, Palencia, por fin, ha llegado a la élite.

Ese debut llevó a los palentinos hasta Santiago, donde pagaron la novatada cayendo ante el Obradoiro por 20 puntos (84-64). Pero el destino había querido que su debut en casa en la máxima categoría fuera especial: en la jornada 2 iban a recibir en su coqueto Pabellón Municipal de los Deportes al vigente campeón, el Barcelona. Toda la vida esperando a que llegara este día en Palencia y los aficionados morados lo disfrutaron a lo grande.

Las pocas entradas que había a la venta volaron, el Pabellón (famoso en toda la LEB Oro con el sobrenombre de "la caldera de Castilla") vistió sus mejores galas y todo se tiñó de morado. El colegio Maristas, el eje sobre el que se edificó este Zunder Palencia allá por el año 1979, podía sentirse más que orgulloso: aquellos alumnos que comenzaron el camino y que llevaron el nombre del colegio primero por la provincia, después por la región y, finalmente, por toda España, podían presumir de que su equipo formaba parte de la élite del baloncesto español.

La caldera de Castilla

El partido comenzó mucho antes de la hora marcada para los aficionados morados, que llenaron los aledaños del pabellón disfrutando de una fiesta que se les negó en 2016, cuando el prohibitivo canon de la ACB les privó de debutar en la élite. Ahora, con todo el derecho del mundo, Palencia quiso que su día más grande, el día en el que el mejor baloncesto europeo llegaba a su casa, fuera una auténtica fiesta.

El tifo con el que los 5.000 aficionados que llenaban el Pabellón Municipal recibieron a su equipo fue sólo el inicio de la altísima temperatura, emocional y física, que se vivió durante todo el partido. Los aficionados morados vivieron cada minuto del encuentro como si fuera el último, aunque la sociedad formada por Laprovitola y Willy Hernángomez se encargó desde el comienzo de enfriar el ambiente, abriendo las primeras ventajas azulgranas en el marcador (9-17, minuto 4). Sin embargo, Marco Justo dio entrada a Franke y el equipo palentino apretó en defensa, recortando toda la desventaja en el marcador para llegar al final del primer cuarto con un apretadísimo 18-19.

El aro se cerró en el segundo cuarto para los locales, que sólo fueron capaces de anotar 4 puntos en 7 minutos, dejando de nuevo que la diferencia en el marcador se fuera a los 9 puntos (23-32, minuto 17). La distancia se mantuvo hasta el descanso (25-34), con un Zunder Palencia que sólo anotó 7 puntos en este cuarto, pero dejando el partido abierto para la segunda mitad, con los morados queriendo demostrar a su afición que pueden competir con los grandes de la Liga Endesa.

Sí se puede

La situación se tornó tras el descanso. Palencia apretó en defensa y un estelar Brandon Brown tomó las riendas del ataque morado, completando unos formidables minutos y logrando un parcial de 18-6 para los locales que les puso por delante 43-41. El Pabellón Municipal se vino abajo, con gritos de "sí, se puede", y Roger Grimau tuvo que pedir un tiempo muerto para frenar el ímpetu morado. Los azulgranas recuperaron la iniciativa y un triple sobre la bocina de Matt Haarms, el techo de la liga con sus 2,21 metros, cerró el tercer cuarto con un apretadísimo 48-50.

El último cuarto fue un calco del tercero. Palencia apretó de lo lindo en defensa y el Barça tuvo muchísimos problemas para anotar. A poco más de 3 minutos para el final, entre Vitor Benite, Haarms y Brown habían puesto a los locales 7 arriba (65-58), para que el Pabellón Municipal se viniera abajo. Roger Grimau pidió un tiempo muerto con 67-60 y menos de dos minutos de juego, pero Palencia no estaba dispuesto a que nadie les estropeara su fiesta y siguió a lo suyo.

Final de infarto

El final fue de infarto: los triples del Barcelona y los errores en los momentos decisivos llevaron a que Laprovitola empatara sobre la bocina después de lanzar a fallar el segundo tiro libre y que él mismo recogiera el rebote y anotara el empate a 72 que llevó a la prórroga.

La prórroga no iba a ser menos emocionante. Un intercambio de triples en el último minuto dejó el electrónico en 81-82 y la posesión para Palencia con solo 26 segundos por delante. Franke anotó dos tiros libres para Palencia y Laprovitola respondió con otros dos a falta de sólo 4 segundos. Zunder Palencia aún tuvo tiempo de lanzar un tiro que les hubiera dado la victoria, pero el aro repelió el lanzamiento de Franke y la victoria, mucho más sufrida de lo esperado, se fue para los azulgranas.

El pasado sábado 23, el Zunder Palencia hacía historia en la ACB. Se convertía en el 79º equipo en debutar en la máxima categoría del baloncesto español, pero era mucho más que eso. Era la primera vez que un equipo palentino militaba en la primera división de cualquier deporte nacional, algo que se había enquistado en la ciudad y que llegó a parecer en algún momento incluso una maldición. Ahora, Palencia, por fin, ha llegado a la élite.

Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) Palencia
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