Facundo Campazzo, el dueño de las llaves del Real Madrid

A Facundo Campazzo le costó un año en el banquillo y otros dos más en Murcia hacerse un hueco en el Real Madrid, pero la espera y su mejora como jugador han dado sus frutos. En poco más de un año, el jugador argentino ha pasado de ser el tercer base (sobre el papel) del equipo a su director de juego más importante. Cuando fue repescado en el verano de 2017 tenía por delante de él a un Luka Doncic que ya había explotado y a un Sergio Llull en plenitud. Si Pablo Laso lo recuperó era porque le iba a hacer jugar bastante, pero partía como el más débil de ese tridente.

La lesión de Llull cambió los planes y Campazzo se convirtió en una de las piezas más importantes en una temporada que acabó con los títulos de la Euroliga y la Liga Endesa. Y la marcha de Doncic a la NBA, unida a la apuesta por Melwin Pantzar, que en la práctica ha sido como no reforzar la posición de base (Prepelic ha jugado más que él ahí), le ha permitido mantener esa importancia en el equipo. Incluso la ha aumentado, pues Llull no ha recuperado aún el nivel previo a su lesión.

Sea porque aún no está al 100 % o porque simplemente no le están saliendo las cosas, el menorquín está realizando una temporada irregular. Sus números son buenos, pero da la sensación de estar lejos de su mejor versión. Alterna buenos partidos con otros de poco acierto, sobre todo en la Euroliga, donde su media de anotación (10,3 puntos) es muy inferior a la que consiguió en el curso 2016-2017 (16,5). Si se ajusta la anotación de esta temporada a 28 minutos (que fue lo que promedió hace dos años; en este está jugando 20,5), el bajón es menor: de 16,5 a 14.

Con el partido de este domingo en Vitoria, en el que firmó un 0/7 en el tiro (0/5 en triples), en lo que va de temporada ya ha habido cinco encuentros en los que ha fallado todos los triples que ha lanzado. Llull, además, sufrió una lesión que le mantuvo de baja unas semanas, lo que le dio más importancia a Campazzo. El base argentino está tirando del carro como hizo el curso pasado, lo que llevó al Madrid a ofrecerle una renovación por tres años y a él a renunciar a corto plazo al sueño de la NBA. La mejor versión del Madrid no suele verse hasta la Copa del Rey. Es a partir de ahí cuando el equipo necesita que todos estén muy enchufados, incluido Llull, al que Laso está cuidando más que en otras temporadas: no jugaba tan pocos minutos desde la 2008-2009.

Ante el Kirolbet Baskonia, último partido del año para el equipo madridista, Facundo Campazzo anotó 15 puntos y repartió 10 asistencias, su tope de la temporada en la Liga Endesa. En una cancha donde suele pasarlo mal, el Real Madrid pasó por encima de un rival directo (74-91) al ritmo que marcó el base cordobés. Como él, los otros cuatro integrantes del quinteto titular (Causeur, Yusta, Thompkins y Tavares) anotaron al menos 12 puntos.

Junto al pívot caboverdiano, Campazzo está siendo de lo más regular del Madrid en lo que va de temporada. Le une a Tavares su influencia en defensa. El Facu no solo dirige y anota cuando tiene que hacerlo, y da espectáculo con sus canastas lejanas, también marca el nivel atrás. Su defensa exterior es de lo mejor de Europa, como demostró el pasado viernes en la pista del Fenerbahçe. Campazzo lidera las clasificaciones de robos tanto en la Liga Endesa como en la Euroliga.

En un intento por robar un balón cometió falta a Tornike Shengelia, que se lesionó al intentar evitar con él. El argentino se cruzó por delante del jugador baskonista, que cayó al suelo. Los árbitros señalaron antideportiva. Campazzo se disculpó con el georgiano, que no volvió a jugar.