Randolph, la estrella fichada por el Madrid que tiene que pensar en el equipo

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Las comparaciones son odiosas, pero forman parte del deporte. Ocurren, fundamentalmente, cuando los jugadores son jóvenes y buscan un futuro. Para explicar qué se puede esperar de ellos se intenta trazar modelos, cuál es el recorrido si todo sale como es soñado. Eso, por supuesto, se ve aumentado en el draft de la NBA, que es un mercado de expectativas. Las semanas previas es un constante venir de nombres y potenciales. De Anthony Randolph, fichado por el Real Madrid este verano, se decía que en un futuro podría ser Lamar Odom o Tyshaun Prince.

Hoy es evidente que no satisfizo las expectativas. De haber sido Odom o Prince hubiese tenido una carrera larga, sólida y brillante en la NBA. Así que se quedó por el camino. Lo cual no quiere decir que la comparativa no fuese acertada, las herramientas están ahí y su problema es que nunca supo utilizarlas. Se convirtió en nómada en la NBA, primero en Golden State, después Nueva York, Minnesota y Denver. Pocos minutos de juego y estadísticas muy exiguas. Así que en la temporada 2014-2015, cuando se vio sin contrato, decidió marcharse a Europa.

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Se podría pensar que, con ese potencial, en Europa se rifaron al ala-pívot. Nada más lejos de la realidad. El estadounidense tuvo que irse hasta Krasnodar, en el sur de Rusia, para encontrar un contrato en el Lokomotiv Kuban. No era, en aquellos días, ni siquiera un equipo de Euroliga, aunque había dinero y proyecto. Era una manera como otra cualquiera de volver, de recuperar sensaciones.

Y vaya si lo hizo. Aquel equipo que hace dos años no estaba en la primera competición continental un año más tarde se colaba en la Final a cuatro de la misma. Era una evolución rotunda de un equipo fuerte que pivotaba alrededor de Randolph. Mide 2.11, es muy versátil, puede jugar de espaldas y no es cojo en defensa. En el concierto europeo es prácticamente imparable, como bien sabe el Barcelona, que le sufrió en los cuartos de final donde Randolph les desplumó y les dejó fuera de la fiesta final del baloncesto.

No fue solo esa exhibición lo que hizo que el Real Madrid pusiese sus ojos en Randolph, claro, aunque todo suma. En realidad toda Europa empezó a pujar por el jugador, que estaba brillando en rusa y quería mejores opciones para su futuro. Entre los que querían que el jugador recalara en su plantilla estaba el Barcelona, que le había sufrido y, además, acababa de fichar a su entrenador en el equipo ruso, Bartzokas. No fue suficiente para el jugador, que decidió irse a su eterno rival.

La renovación de Ayón

Randolph cuadraba en el Madrid porque es un enorme jugador, de los más dominantes en el contexto europeo. Los blancos pensaron al final de temporada que probablemente no podrían retener a Gustavo Ayón, su estrella interior, y se encaminaron a buscar otro jugador capaz de sustituirle. Aunque el mexicano decidió renovar, los esfuerzos por Randolph no cejaron y este terminó incluido en la plantilla del campeón de la ACB.

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El Real Madrid fichó una estrella, eso es sabido en toda Europa. Ahora el problema está en cuadrar a ese jugador dentro de una de las mejores plantillas del continente. En el Lokomotiv Kuban coincidió con buenos jugadores, pero no había duda de la jerarquías. En el Madrid las cosas son diferentes, existe una columna vertebral de estrellas que requieren de balón. Llull, Rudy Fernández o el propio Ayón son jugadores testados en el máximo nivel y que han demostrado sobradamente que tienen el talento para llevar un ataque.

Ese puede ser el talón de aquiles de Randolph, que en su pasado tiene algunos problemas de carácter que pueden preocupar al aficionado blanco. No es un caso aislado, es bastante común el jugador estadounidense de pasado universitario glorioso que plantea su salto a Europa como el descubrimiento de un lugar en el que tienen que jugar para ellos. Si es así, no funcionará. Pero el Madrid ha comprado talento, uno de los grandes jugadores de la Euroliga. si consigue entrar en la dinámica de equipo tendrá mucho que aportar. La ilusión en el equipo blanco es grande, el propio Pablo Laso lo comentaba estos días en una entrevista con 'Marca'. "Yo también estoy muy ilusionado con el Madrid". Palabra de campeón de Europa.