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El Panathinaikos le aplica al Real Madrid su propia medicina y los deja sin la Euroliga (80-95)
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LE DIERON LA VUELTA

El Panathinaikos le aplica al Real Madrid su propia medicina y los deja sin la Euroliga (80-95)

Los griegos, que empezaron por detrás en el marcador, remontaron a los blancos para ganar el torneo continental. Muy mala gestión de los españoles en el tercer y el último cuarto

Foto: Poirier intenta penetrar en la zona. (EFE/Ronald Wittek)
Poirier intenta penetrar en la zona. (EFE/Ronald Wittek)

El Real Madrid ha perdido la final de la Euroliga ante Panathinaikos (80-95), en un duro encuentro que se decidió en un apretado último cuarto. Aunque los blancos se marcharon al descanso con ventaja, los griegos tiraron de orgullo para poner el partido en el alambre. Y obraron una remontada que les ha permitido proclamarse campeones continentales.

Eli John fue la sorpresa de Chus Mateo de nuevo, como ocurrió el año pasado en la Final Four. Su inicio de partido fue brutal, con triples y canastas importantes para que los blancos terminaran el primer cuarto con 11 puntos de ventaja. Panathinaikos estaba a merced del Madrid, inflexible en la defensa de su aro.

Los blancos, dirigidos por Campazzo, estaban castigando muchísimo a los griegos desde la línea de tres. El Madrid consiguió 36 puntos en el primer cuarto, dejando en insuficientes los 25 de los griegos. El nivel anotador era brutal en el inicio del encuentro.

Lessort, sin embargo, se empeñó en darle problemas al Madrid, en impedir que consiguieran una victoria plácida. Esto es la Euroliga y había que sufrir para ganarla, porque el deporte no entiende de facilidades. Grant y Vildoza acercaron, con sendos triples consecutivos, al Panathinaikos en el marcador. La ventaja se había disipado y fue el Madrid el que sufrió en el segundo cuarto.

placeholder Tavares capta un rebote. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Tavares capta un rebote. (EFE/Rodrigo Jiménez)

El tsunami del Panathinaikos

El mérito del Madrid fue sortear el tsunami que le llegó antes del descanso. Se activaron Lessort, Sloukas y Juancho Hernangómez para que los blancos sólo tuvieran una ventaja de cinco puntos previa al paso por los vestuarios.

El ritmo anotador de ambos equipos se vio totalmente reducido en el tercer cuarto. Los fallos desde la línea de tres, e incluso desde la pintura, se extendieron y el marcador estaba estático. Los blancos acumularon nueve errores consecutivos desde el triple, unos datos que desesperaron a Chus Mateo.

Una derrota palpable

Los jugadores del Madrid hablaron entre ellos, al final del tercer cuarto, para ver qué soluciones podían dar. La derrota se palpaba, porque el Panathinaikos se fue por delante en el marcador antes del cuarto final. Todo pendía de un hilo.

El Madrid no mejoró su acierto en el último cuarto, seguían erráticos, con una puntuación inaudita en la segunda parte. Panathinaikos le había dado la vuelta a la tortilla. Con Campazzo y Poirier eliminados, con caras de pocos amigos en el banquillo, el epílogo estaba claro. La copa viajará a Grecia.

El Real Madrid ha perdido la final de la Euroliga ante Panathinaikos (80-95), en un duro encuentro que se decidió en un apretado último cuarto. Aunque los blancos se marcharon al descanso con ventaja, los griegos tiraron de orgullo para poner el partido en el alambre. Y obraron una remontada que les ha permitido proclamarse campeones continentales.

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