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Un maestro octogenario y una perla secreta: el Kárate Kid del baloncesto español
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LA HISTORIA DE PEPE LASO Y TYSON pérez

Un maestro octogenario y una perla secreta: el Kárate Kid del baloncesto español

Con casi 60 años de baloncesto a sus espaldas, Pepe Laso sigue formando jugadores. El último al que ha acogido brilla en la LEB Oro y apunta a la ACB. Es Tyson Pérez

Foto: La actual es la segunda temporada de Tyson Pérez en el Real Canoe, la primera en LEB Oro. (Foto: Real Canoe)
La actual es la segunda temporada de Tyson Pérez en el Real Canoe, la primera en LEB Oro. (Foto: Real Canoe)

Es una mañana de invierno en el pabellón del Real Canoe. Los focos están apagados, pero no importa porque la luz que entra por las grandes ventanas del recinto es suficiente. Debajo de una de las canastas, sentado, Pepe Laso (Madrid, 1938) observa a tres jugadores que lanzan una y otra vez. De tres, de dos, a la media vuelta, tras bote. Se turnan siguiendo las instrucciones del veterano técnico, que se levanta y los arenga. "¡Arriba, arriba!", grita. "¡Tres seguidas! Bien, eso es". El trío lo componen Kedar Jamal Edwards, Daniel de la Rúa (compañero de Luka Doncic en el Real Madrid júnior que ganó el título europeo en 2015) y José Miguel Pérez Balbuena, Tyson (Santo Domingo, 1996), un jugador desconocido para el gran público. Él es la razón de la presencia de Laso en la cancha. Y al revés: Laso es el culpable de que Tyson juegue en el Canoe y se hayan fijado en él varios clubes de la Liga Endesa.

Retrocedamos tres años. Tyson jugaba en el Santo Domingo de Betanzos, un equipo de la Conferencia A-B de la EBA, la cuarta categoría del baloncesto español. Un día, el presidente del club, José María Valeiro, recibió una llamada. Era Laso. "Me dijo que estaba interesado en ver al chico, que creía que podía tener potencial para ser profesional", recuerda.

placeholder Tyson Pérez es el tercer máximo anotador de LEB Oro y el mejor reboteador. (Foto: Manu Márquez)
Tyson Pérez es el tercer máximo anotador de LEB Oro y el mejor reboteador. (Foto: Manu Márquez)

"Aquí hay un chico que puede jugar"

A Laso le había puesto sobre la pista Quique Fernández, un conocido suyo. "Me vio cuando jugamos contra el Chantada. Me siguió y le habló de mí a Pepe. 'Aquí hay un chico que puede jugar'. Vino Pepe a verme en un partido y más o menos fue así como me conoció", cuenta Tyson. Las referencias de Fernández bastaron para que Laso viajase a Galicia a verlo en un torneo sub-22 a final de temporada. "No fue su mejor partido, pero cuando acabó nos fuimos a tomar un café Pepe y yo", dice Valeiro. "Su idea era tratar de hablar con la familia sobre un posible traslado a Madrid. La relación con el chico era muy cercana y vimos claro que era una muy buena oportunidad para él",

"Le vi cierta gracia, sobre todo físico", dice Laso, que facilitó el traslado de Tyson al Casvi, equipo de EBA con el que colaboraba. Pero su labor no terminó ahí. No fue solo el intermediario, sino que se convirtió en su tutor deportivo, en su entrenador personal y consejero. "Quería que estuviese allí para entrenarme", dice Tyson, que en las tres últimas temporadas ha pasado de proyecto a realidad tras compartir muchísimas horas de entrenamiento y conversación en paralelo a su trayectoria primero con el Casvi y después con el Canoe.

"En su primera temporada trabajé con él, jugó muy bien y fue el mejor jugador de la competición. Al año siguiente yo no quería que siguiera en la misma categoría y fuimos al Canoe, que nos pidió al chico. Allí nos fuimos juntos. Jugó en LEB Plata y también fue el mejor jugador de la competición y el equipo subió con él de estrella. Y este año está en LEB Oro y está haciendo lo mismo", resume Laso. "Yo ante todo soy un entrenador individual. No soy un entrenador, ni mucho menos en esta etapa de mi vida, de conjunto. Si veo a un jugador que reúne unas características apropiadas, pues me dedico a él. No es la primera vez que lo hago, lo hice con Biyombo antes". "Lo hace porque quiere", dice Tyson. "Él ya ha ganado todo lo que tenía que ganar. Ahora mismo no gana nada conmigo, nadie le paga por entrenarme. Lo hace porque ve potencial en mí".

Es difícil encontrar a alguien que lleve más tiempo entrenando que Laso, que en los 60 fue el técnico de Aíto García Reneses en la selección española júnior. ¡De Aíto! Más de 50 años ayudando a jugadores a desarrollarse le confieren cierta autoridad. "En el crecimiento de un jugador, el 80 % es lo que es él. Eso quiero dejarlo bien claro", dice antes de hablar del caso de Tyson. "Ninguno de los que hemos trabajado con él hemos aportado más de un 20 %. El jugador se hace a sí mismo, también desde su cabeza. Cuando lo conocí tenía un agente y lo primero que le dije es que debía dejarlo. Se lo dijo también el presidente del Betanzos. Y desde el primer momento el chico lo asumió con naturalidad".

placeholder Tyson Pérez realiza un mate durante un partido del Real Canoe. (Foto: Real Canoe)
Tyson Pérez realiza un mate durante un partido del Real Canoe. (Foto: Real Canoe)

"A muerte con Laso"

Laso es el maestro sabio y Tyson el joven alumno que sigue sus consejos. Hace un año pensaba que ya estaba listo para jugar en la ACB, pero Pepe creía que le vendría bien una temporada más en LEB Oro (ese año jugó en LEB Plata). Y Tyson le hizo caso. "Tampoco me comí mucho la cabeza. Simplemente confié en Pepe. Él es el veterano en esto, sabe más que nadie. Y si dice que me viene mejor un año más, yo con él a muerte. Confío plenamente en él. Si cree que es lo mejor, lo voy a hacer sin problema", dice. Lo mejor era entrenar y jugar. Tan importante es lo primero, que ha hecho con Laso, como lo segundo, culpa de sus entrenadores en el Casvi y el Canoe. "Ha jugado en tres años el doble lo que algunos jugadores de elite de su edad. El jugador se hace jugando. Eso le ha ayudado al crecimiento. Porque los jóvenes juegan poco", señala Laso.

"Yo siempre he estado convencido de que, independientemente de las ofertas que sí ha habido, algunas incluso directamente al chico, al final esto es como cuando estás fabricando un producto: hasta que no lo terminas, no está listo para el consumidor", apunta Valeiro, que habla con regularidad con Tyson. "Siempre le he dicho que estaba en las mejores manos posibles a nivel técnico. Las características físicas de José Miguel son extraordinarias, pero además tiene talento. Si a eso le unimos el trabajo, puede hacer lo que hace cada semana. Era mejor para su carrera estar en un club no tan de relumbrón, cobrando poco, con un entrenador que tecnificando es muy bueno, que se ha preocupado de su progresión individual. Era mejor eso que hacerle caso a una oferta suculenta desde el punto de vista económico. A lo mejor eso era pan para hoy y hambre para mañana. El primer año, además, Pepe me convenció con hechos. Y al propio chico también. Vio que con el trabajo mejoraba. Y eso es un arma fundamental".

Tyson lo confirma. "El primer verano estuve con él dos de los tres meses y con gente incluso de ACB, como Juanjo García y Alberto Abalde. Mejoré bastante. Durante el año, más de lo mismo. Entrenando mañana y tarde dos horas, todo lo que podíamos. Cada año igual. Al final, básicamente ha sido eso. Todos estos años (Laso) me ha ayudado a mejorar. Nos entendemos a la perfección tanto entrenando como fuera, congeniamos bien y no hay ningún problema".

"Vas a haciendo sobre él un trabajo de 'coaching', pero el mérito siempre es del jugador, que te va siguiendo porque cree en ti, porque el resultado le va saliendo bien. No es tan difícil si el que hace el 'coaching' le pone dedicación y cariño", explica Laso sobre el proceso de entrenamiento mental, tan básico como el técnico. "Hay un factor fundamental: levantarles el techo. Sentarse con ellos y decirles: '¿Tú dónde crees que puedes jugar? ¿Crees que puedes jugar en ACB? En tres años puedes ser un jugador importante en ACB, y para serlo tienes que hacer esto'. Hay que exigir y plantear retos. Eso mantiene el fuego encendido. Y en un momento dado te enfadas y le dices: 'No vamos por el camino por esto y por esto".

"Hay que levantarles el techo. Sentarse con ellos y decirles: '¿Crees que puedes jugar en ACB? En tres años puedes ser un jugador importante en ACB, y para serlo tienes que hacer esto", dice Laso

Hora de jugar en ACB (o en el extranjero)

El caso de Tyson es singular. Comenzó a jugar tarde, despuntó en EBA jugando en Galicia y se fue a Madrid, pero no cambió de categoría. Ha sido el mejor de su equipo en tres categorías diferentes en tres años consecutivos, cada uno de ellos con más nivel que el anterior. Esta temporada es su primera en LEB Oro y es el tercer máximo anotador de la competición (16,9) y el que más rebotes coge (10,5).

Veintitrés años pueden parecer demasiados para un jugador que aún aspira a debutar en la ACB, pero los caminos a la elite son variados y el más corto es también el menos transitado. Lo contaba a este períodico Pierre Oriola hace año y medio. "La gente quiere correr demasiado, pero cada jugador tiene su proceso. Yo tuve el mío, otros son unos superdotados, como Ricky (Rubio), que a los 14 ya había debutado. Pero Ricky solo hay uno. Yo tuve que bajar a la LEB, dar un paso atrás para dar dos adelante". Tyson no ha tenido que retroceder para después avanzar, pero tampoco se ha apresurado.

El primer contacto de Tyson con el baloncesto fue en edad infantil. Llegó al Santo Domingo recomendado por su profesor de educación física, pero a los dos meses lo dejó. "No encajó, pero se le veían muchas maneras. Nunca había jugado federado, pero hacía cosas que compañeros suyos que sí llevaban tiempos federados no hacían. Ya se le veía talento y posibilidades. Pero el tema disciplinario no lo llevaba demasiado bien y dejó de jugar", recuerda Valeiro. Un par de años más tarde, el equipo retomó el contacto aprovechando que una de sus hermanas era la pareja de un entrenador del club. "Se integró mucho mejor y fue cuando empezó a entrenar con regularidad. Como el equipo andaba escaso de efectivos, pudo disfrutar de muchos minutos. A partir de ahí fue pasando de categoría".

Foto: Rafa Nadal, durante el pasado Open de Australia. (EFE)
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"Llevo poco tiempo jugando, por eso necesito entrenar", dice Tyson. "La gente normal empieza a los ocho años y yo empecé a los 15. Tengo que recuperar el tiempo perdido". Tantas horas de entrenamiento (raro es el día sin doble sesión) puede que le estén perjudicando. En las últimas semanas, unos problemas físicos le han impedido jugar. "Creo que a lo mejor me está pasando un poco de factura, pero no me arrepiento. Me ha venido muy bien para mejorar muchos aspectos", dice seguro. "Mi mentalidad ha cambiado. Me sacrifico más".

El siguiente paso es la ACB. "Creo que ya es el momento de una aspiración superior, tiene virtudes para ello. El secreto es qué encontrar para él el año que viene", dice Laso. "Estoy preparado para dar el salto", afirma Tyson. "Obviamente prefiero quedarme en España, no voy a mentir, pero si me tengo que ir fuera lo haré". La Selección española lo sigue de cerca y el verano pasado lo convocó para una concentración sub-22.

Su llegada a la elite será celebrada en Betanzos, donde presumen de haberlo formado y recuerdan el esfuerzo del club para que pudiera ir a entrenar desde Sada (a unos 10 km), donde vivía. "Si algún día lo vemos por la televisión jugar en ACB, que es lo que deseamos, será un retorno a nivel personal. No deja de ser una publicidad muy positiva para nuestro club", dice Valeiro.

También habrá un retorno económico, porque Tyson sigue siendo jugador del Santo Domingo, que lo ha cedido al Casvi y al Canoe. El equipo que quiera ficharlo tendrá que llamar a Betanzos. "Se trata de conseguir que el chico el año que viene pueda jugar lo más arriba posible, y el resto ya se tratará. Cuando llegue el momento, tendremos que hablar. Otra forma de haberlo hecho es que Casvi nos hubiera pagado los derechos de formación. O el Canoe. Pero son clubes modestos. Lo que se ha hecho es facilitarle al chico poder evolucionar", dice Valeiro.

Es una mañana de invierno en el pabellón del Real Canoe. Los focos están apagados, pero no importa porque la luz que entra por las grandes ventanas del recinto es suficiente. Debajo de una de las canastas, sentado, Pepe Laso (Madrid, 1938) observa a tres jugadores que lanzan una y otra vez. De tres, de dos, a la media vuelta, tras bote. Se turnan siguiendo las instrucciones del veterano técnico, que se levanta y los arenga. "¡Arriba, arriba!", grita. "¡Tres seguidas! Bien, eso es". El trío lo componen Kedar Jamal Edwards, Daniel de la Rúa (compañero de Luka Doncic en el Real Madrid júnior que ganó el título europeo en 2015) y José Miguel Pérez Balbuena, Tyson (Santo Domingo, 1996), un jugador desconocido para el gran público. Él es la razón de la presencia de Laso en la cancha. Y al revés: Laso es el culpable de que Tyson juegue en el Canoe y se hayan fijado en él varios clubes de la Liga Endesa.

Pepe Laso
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