Felipe Reyes, el perfecto capitán que acepta rebajarse el sueldo en dos ocasiones

Felipe Reyes es el vivo retrato del fiel capitán. Su perfil discreto, nada amigo de los focos tal y como demostró ayer sufriendo en el discurso en el Ayuntamiento, encaja a la perfección en ese papel que toda entidad deportiva pretende tener para su hombre más representativo. Discreto, callado, efectivo, y sobre todo, comprometido. El pívot se ha convertido en toda una leyenda del Real Madrid y del baloncesto. Lo ha hecho sin hacer ruido, levantando copas, luchando por cada balón, aportando puntos, rebotes y sudor por igual. Lejos de la cancha aporta valores intangibles que son tan importantes como esos triples que derrotaron la pasada Navidad al Barcelona o los diez rebotes de la pasada final.

Con la del pasado domingo, Felipe Reyes suma su tercera Copa. La primera la logró con Estudiantes en el año 2000 y desde ese momento no se ha perdido ninguna cita de ese inigualable torneo que todo el mundo envidia, pero que nadie acierta a copiar. "Ahora llega lo bueno. Lo importante se juega a partir de este momento. Este título nos llena de alegría, pero esperamos poder repetir alguno más este temporada", señala el capitán blanco cuando se le pregunta por el renacer de una sección que parecía tocada y casi hundida.

Esos problemas económicos fueron los que llevaron hace años a replantear el futuro del equipo. La entidad quería reducir gastos, empezando por el sueldo del capitán. Felipe dio el paso y aceptó una primera bajada de sus emolumentos en 2010 y una segunda el pasado verano, justo cuando renovó hasta 2015. De cobrar casi dos millones de euros ha pasado a percibir un millón, pero su entrega y dedicación han seguido al mismo nivel. Eso sí que no lo ha tocado. Su dignidad se lo impediría.

"Me gustaría pedir perdón a los aficionados por hacerles sufrir tanto como el pasado domingo. Ganar así es duro, pero luego lo disfrutas más", afirma el capitán como disculpa ante los doscientos aficionados que, desafiando el frío de Madrid, estuvieron esperando al equipo en la sede de la Comunidad de Madrid de la Puerta del Sol. Y es que el cordobés se quiso acordar de la afición del Real Madrid, que por primera vez en la última década fue mayoría en una fase final de la Copa. "Lo hemos notado. Sabemos que el equipo no está solo ni durante la Copa ni en el resto de partidos. Ganar así es lo más bonito que te puede pasar".

Con su aportación en la final del domingo, Felipe Reyes se ha convertido en el jugador más valorado de la Copa, superando a Arlauckas. Además, es el segundo en partidos jugados con 32 y sólo por detrás de Navarro. Es sexto en anotación, cuarto en tiros de dos anotados, segundo en tiros libres, primero en rebotes defensivos y ofensivos, tercero en robos y primero en faltas recibidas.

El pívot sabe que a su historial (3 Ligas, otras tantas Copas, una Copa ULEB y dos Supercopas de España) le falta la Euroliga: "Es el gran objetivo, pero mientras sigamos ganando, todo perfecto". Este grupo al que Laso ha dado forma tras el destrozo causado por Messina, suma tres títulos consecutivos con Liga, Supercopa y Copa, pero ya no vale llegar a la Final Four, quieren hacer historia y conseguir la Copa de Europa. Ésa que se resiste desde hace diecinueve años y que Florentino Pérez pidió en el Ayuntamiento con la recién Copa del Rey conquistada.