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Penúltima parada de la generación que enseñó a ganar a España
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HOY EMPIEZA EL MUNDIAL CON LOS MISMOS 'CHICOS DE ORO'

Penúltima parada de la generación que enseñó a ganar a España

Ellos empezaron el camino, lo hicieron más fácil. Averiguaron cuál era la ruta a seguir y al final dieron en el clavo. Hace cuatro año, los

Foto: Penúltima parada de la generación que enseñó a ganar a España
Penúltima parada de la generación que enseñó a ganar a España

Ellos empezaron el camino, lo hicieron más fácil. Averiguaron cuál era la ruta a seguir y al final dieron en el clavo. Hace cuatro año, los 'Juniors de oro', enseñaron a España cómo ganar un Mundial. Hoy en día España puede presumir de ser campeona del Mundo y de Europa de dos deportes que nos vuelven 'locos'. Baloncesto y fútbol masculino, los dos 'espectáculos' que más aficionados congregan cada fin de semana en España han llevado vidas paralelas -en cuanto a selecciones se refiere- y el mayor éxito también ha venido unido; en la misma época. Una generación de ganadores histórica en un mismo equipo; los éxitos individuales en otras disciplinas ya habían llegado.

Son las dos actividades que desde pequeños hemos visto más fácil practicar. Pocos colegios no tienen una canasta para jugar un 3x3; para el fútbol no hace falta ni portería (y a veces ni pelota). En la época del patio de la escuela, no sólo se soñaba con jugar en un equipo de Primera, también en que nuestros profesionales ganasen algo a nivel internacional. Los Juegos Olímpicos, los Europeos... el Mundial. En baloncesto se había 'rascado' algo pero nunca había subido a lo más alto de un cajón (una plata olímpica, lo más recordado en Los Ángeles '84).
 
Empezamos a creer en el sueño cuando en 1999, en Lisboa, España ganó el Mundial Junior de baloncesto frente a Estados Unidos y empezaron a preparar al país de lo que podía llegar en un futuro. En ese mismo año, Herreros, Jiménez, Angulo y compañía lograban una plata en el Eurobásket. Veteranos y noveles triunfaron. Desde esa fecha, tan sólo en 2005 no se ha logrado una medalla en el Europeo (dos platas, un bronce y un oro). Lo máximo vino en Japón hace cuatro años, cuando Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, José Manuel Calderón, Jorge Garbajosa, Rudy Fernández, Carlos Jiménez, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez, Felipe Reyes, Marc Gasol, Álex Mumbrú y Sergio Rodríguez hicieron que su entrenador pronunciase una palabra muy alta ante miles de seguidores en la madrileña Plaza de Castilla: "BA-LON-CES-TO".

La actual, una década impensable en el pasado siglo
 
España ha caminado una década de muchas alegrías mirando a la canasta. Empezaron los madrugones para ver cómo caminaba Pau Gasol en la ciudad de Elvis, después 'aterrizó' Calderón con sus triples, luego Garbajosa, Sergio Rodríguez, Rudy, Navarro, Marc... Ahora, como si la moda hubiera pasado, los nuestros prefieren jugar en un club competitivo de España antes que ser un jugador de cinco minutos en la mejor liga del Mundo. Hace diez años, a quien prefiriese regresar, se le llamaría 'loco'; hoy prefieren ganar, llenar con más trofeos sus casas. De tal manera que han logrado que consideremos más importante a un campeón de Europa que a un NBA de banquillo.
 
Y ellos también han enseñado a España a ser exigente. A no conformarse sólo con estar en la NBA. Ahora, si algún español está en aquella liga es para intentar ganarla. Pau Gasol lo ha hecho en dos ocasiones. Nadie se lo hubiera creído en 1999, cuando mordió su primera medalla de oro en el pabellón lisboeta.
 
Como afición inconformista, España se sentirá decepcionada si no está en la final del Mundial turco. Nadie se acordará que sólo haya disputado una final en toda su historia, incluso un tercer puesto sabrá a poco. Será el último Mundial de esta generación y para el siguiente ya no estarán la mitad. Ellos, los mismos de hace diez años, 'metieron' a España en esto y ellos han de salir airosos.

Ellos empezaron el camino, lo hicieron más fácil. Averiguaron cuál era la ruta a seguir y al final dieron en el clavo. Hace cuatro año, los 'Juniors de oro', enseñaron a España cómo ganar un Mundial. Hoy en día España puede presumir de ser campeona del Mundo y de Europa de dos deportes que nos vuelven 'locos'. Baloncesto y fútbol masculino, los dos 'espectáculos' que más aficionados congregan cada fin de semana en España han llevado vidas paralelas -en cuanto a selecciones se refiere- y el mayor éxito también ha venido unido; en la misma época. Una generación de ganadores histórica en un mismo equipo; los éxitos individuales en otras disciplinas ya habían llegado.

Son las dos actividades que desde pequeños hemos visto más fácil practicar. Pocos colegios no tienen una canasta para jugar un 3x3; para el fútbol no hace falta ni portería (y a veces ni pelota). En la época del patio de la escuela, no sólo se soñaba con jugar en un equipo de Primera, también en que nuestros profesionales ganasen algo a nivel internacional. Los Juegos Olímpicos, los Europeos... el Mundial. En baloncesto se había 'rascado' algo pero nunca había subido a lo más alto de un cajón (una plata olímpica, lo más recordado en Los Ángeles '84).
 
Empezamos a creer en el sueño cuando en 1999, en Lisboa, España ganó el Mundial Junior de baloncesto frente a Estados Unidos y empezaron a preparar al país de lo que podía llegar en un futuro. En ese mismo año, Herreros, Jiménez, Angulo y compañía lograban una plata en el Eurobásket. Veteranos y noveles triunfaron. Desde esa fecha, tan sólo en 2005 no se ha logrado una medalla en el Europeo (dos platas, un bronce y un oro). Lo máximo vino en Japón hace cuatro años, cuando Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, José Manuel Calderón, Jorge Garbajosa, Rudy Fernández, Carlos Jiménez, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez, Felipe Reyes, Marc Gasol, Álex Mumbrú y Sergio Rodríguez hicieron que su entrenador pronunciase una palabra muy alta ante miles de seguidores en la madrileña Plaza de Castilla: "BA-LON-CES-TO".

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